La opinión de todos merece respeto
Escribo motivado por las opiniones de algunos
compañeros que han tomado esta sección más para denostar criterios y
ofender a los que los brindan, que para plantear problemas y ofrecer
soluciones. Esta actitud incluso contradice la orientación del
presidente Raúl Castro de escuchar lo que todo el mundo tiene que
decir, aunque no lo comprendamos, y tratar de, mediante la discusión
abierta, convencer a los demás de nuestra posición.
Ha sido triste leer que algunos cuestionan la
publicación de opiniones solo porque no las comprenden, calificando
a sus emisores como representantes de la "mano peluda del
imperialismo" o de apologistas del "neoliberalismo socialista". He
leído muchos de los criterios publicados y no he visto a nadie negar
lo positivo de nuestro sistema social, los méritos de la generación
de revolucionarios que hace 50 años rompieron las cadenas de nuestra
Patria, y la necesidad de defender nuestra Revolución. Los que
defienden las llamadas "privatizaciones" o "cooperativizaciones", lo
hacen, al menos por lo que he podido leer, pensando en los sectores
del pequeño comercio y los servicios, nunca en los principales
recursos, ni las principales conquistas de la Revolución (como la
salud), como algunos malintencionadamente han dejado entrever.
Debemos reconocer que estos pequeños sectores siempre han sido una
carga desgastante y excesiva para nuestro Estado, además de fuente
de numerosos y redondos negocios ultracapitalistas que subsisten a
cuenta y riesgo del Gobierno, enriqueciendo a los inescrupulosos y
contaminando toda nuestra sociedad. ¿Es acaso eso más socialismo que
una sociedad donde el Estado posee el control de los medios
fundamentales de producción, brinde seguridad social, la salud y la
educación sean públicas y gratuitas y a su vez un ciudadano honesto
pueda ganarse su sustento y el de su familia vendiendo fritas,
cogiendo ponches, arreglando ventiladores o vendiendo durofríos sin
robarle los insumos al Estado y sin que su actividad sea ilegal?
¿Acaso piensan que esa persona se enriquecerá más que los que ahora
hacen lo mismo robándose los recursos del pueblo, recibiendo hasta
un salario y corriendo el Estado con los riesgos de su negocio?
El inmovilismo, disfrazado de movilismo
intrascendente, la intolerancia ante los criterios de los demás, el
miedo ante los cambios necesarios y la incorrecta interpretación del
socialismo son los que realmente le hacen el juego al imperialismo y
pueden conseguir que se empantane nuestra historia hasta que nos
hundamos en la ciénaga de los problemas que tenemos y debemos
resolver para bien del pueblo trabajador. ¿A alguien le queda alguna
duda de esto?
A. Orama Munero
La solución no puede estar en el cambio de las cosas
sin el cambio necesario en las personas
Leo con atención cada opinión, con algunas me enojo,
con otras me divierto y con otras me solidarizo. A cada temporada la
caracteriza un tema específico que es versado hasta la saciedad:
producción de alimentos, sustitución de importaciones, libreta de
abastecimiento, privatización de algunos sectores de la economía,
entre otros, han sido los más tratados. Este último es el que está
en usanza por estos días y a él quisiera referirme.
La mayoría de los que han escrito sobre el polémico
tema buscan la manera de hacerle apología a la propiedad privada,
sobre todo en la gastronomía, y arremeten contra aquellos que osan
disentir.
Yo soy de los que combate acérrimamente la idea de
retroceder para tomar impulso. Escucho con estupor el subterfugio de
que los servicios gastronómicos en detrimento solo pueden ser
solucionados arrendando los locales, e implantando una política de
impuestos bien pensada. Ahora bien, cuando escucho criterios como
este me doy cuenta que no existe un análisis para nada profundo de
la situación. Yo pregunto: ¿Qué nos hace pensar, que el
administrador vicioso y corrupto va a demudar en bienaventurado
arcángel cuando sea él, dueño de un negocio? ¿Quiénes serían los
pioneros en esto?, sin dudas, los avezados en artimañas malsanas, o
los de un poder económico superior a la media de la población,
erigido mediante. ¿Qué leyes ampararán a los trabajadores que se
supediten a alguien que no fue propuesto por las masas o el Partido
teniendo en cuenta, como siempre se hace, la acumulación de méritos?
Tal vez la ambición de lucro sea la política de cuadros a seguir. No
soy absoluto, soy realista, y se que existen familias honradas que
se aventurarán en esta cruzada. Pero, ¿se han puesto a pensar cómo
sería el trabajo político e ideológico con este sector? ¿Quiénes de
ellos serían militantes de la UJC o del Partido y qué discutirían en
el punto de "corrupción e ilegalidades"? No habrá seguramente ni
sanciones políticas ni administrativas para los directivos, solo
pecuniarias o penales, y estas últimas no son preventivas, por
tanto, estarán sustentadas por causas muy serias y con un saldo de
victimas considerable.
Imagínense cien mil trabajadores en el sector que
están ganando por lo que hacen, sin dudas se profesionalizarían,
competirían en calidad con otros establecimientos y perfeccionarían
sus servicios —todo muy lindo— pero la materia prima, ¿quién la
garantiza? No podemos ser superficiales, somos un país bloqueado y
no nos hundimos en el mar porque hemos sabido caminar con
inteligencia y paciencia por el campo minado de la politiquería
internacional auspiciada consuetudinariamente por EE.UU. Por citar
un simple ejemplo: un barco que no llegue a tiempo a su destino,
digamos que sea de harina de trigo, ¿Cuántas familias arrendatarias
de pizzerías, con voluntad de trabajar, dejarían de comer? ¿Cuántos
se lanzarían a la calle a exigir un derecho que el Estado cubano les
dio? ¿Cuántos negocios habría que compensar? Además, ¿cuántos
oportunistas exigirían con dureza la privatización de otros
servicios, esgrimiendo que si se hizo con la gastronomía puede
hacerse con el turismo, el transporte, los centros culturales y
recreativos, las bodegas, etc.? Sería como un virus indetenible.
¿Dónde quedaría lo de la misma suerte para todos aquellos, que se
disponen juntos a edificar su propio futuro? La percepción de hacer
por mi país se trocaría por la de hacer por mi familia y nada más.
¿Se han puesto a pensar en que el cubano es hoy en
el mundo uno de los seres humanos más solidarios, altruistas,
combativos, unidos y sensibles? ¿Seguiremos siendo de ese modo
cuando una de las condiciones que nos formaron en estos principios
se trastroquen? No quisiera saberlo. No estoy en desacuerdo con
privatizar algunos servicios como el de las barberías, pues el pelo
siempre crece y tijeras siempre hay, y no la gastronomía donde
siempre habrán ambiciones desmedidas y donde siempre crecerán hasta
hacerse grandes monopolios las "pequeñas empresas".
La solución no puede estar en el cambio de las cosas
sin el cambio necesario en las personas. La gastronomía y otros
sectores pueden mejorarse sin tomar decisiones descabelladas; los
que dirigen hoy la política del Estado cubano lo hacen por sus
indiscutibles méritos, entonces esperemos acertadas soluciones.
Y. Pérez Moreno
Fortaleciendo el futuro
Diariamente ocurre, nos encontramos a graduados
universitarios que llevan años trabajando y no tienen un adecuado
nivel de actualización del desarrollo científico técnico de su
perfil profesional y de carácter universal.
Excepto la generalidad de los médicos y
veterinarios, a los cuales su propio perfil los obliga a mantenerse
actualizados, pues los medicamentos y tratamientos cambian al
aparecer nuevas enfermedades, el resto de los profesionales no
siempre se mantiene actualizado.
En la década de los años ochenta, trabajando en la
Unión de Cítricos del Ministerio de la Agricultura, participé en la
organización y aplicación de una "evaluación por escrito del
conocimiento de las normas técnicas", aplicada a los profesionales y
técnicos medios que laboraran en las empresas citrícolas del país.
Los resultados fueron inesperados: desconocimiento
de aspectos técnicos elementales que debían aplicarse en la
agrotecnia del cultivo.
Para Cuba, el recurso humano calificado es un
capital infinito de riquezas y de fortalecimiento de nuestra
economía. Si después de períodos de 3 a 6 años de estudios para
lograr calificación de técnicos medios o universitarios no se
mantiene un adecuado nivel de actualización, a los cinco años de
graduados pierden más del 50% del conocimiento adquirido y se
vuelven rutinarios.
Sugerimos que los ministerios de Educación y
Educación Superior, como organismos rectores de estas actividades en
el país establezcan, mediante la legislación legal que les compete,
la evaluación cada dos años del conocimiento técnico de los
especialistas que gradúan, lo que puede establecerse a través de las
estructuras de Recursos Humanos de cada ministerio u organismo
central, los cuales serán supervisados.
Con esta exigencia por parte de los ministerios de
Educación y Educación Superior debe lograrse incentivar el interés
de cada profesional a participar en cursos de posgrado, talleres,
conferencias y la visita a bibliotecas para el autoestudio.
Otro aspecto a tener en cuenta para aplicar esta
medida es el incentivo salarial. Hoy todos los profesionales de una
especialidad tienen la misma escala salarial independiente de sus
conocimientos y aportes técnicos. Es justo que un profesional de
amplio perfil tenga mejor salario que otro profesional de la misma
especialidad, pero con menos diversidad de conocimientos.
El futuro nos exigirá conocimientos sobre
nanotecnología y biotecnología porque estarán presentes en todas las
esferas económicas de un país que aspira al desarrollo y bienestar
de su población.
P. Cabrera Piñeiro
Los círculos sociales no les abren sus salones a los
adolescentes
Hoy por primera vez me dirijo a esta sección del
periódico con el fin de buscar solución a la negativa de la
dirección de los círculos sociales de la capital.
En días pasados una amiga me pidió el favor que le
buscara un lugar para el baile de su hija y el brindis pues cumplía
sus 15 años. Me dirigí a los círculos sociales (el Fontán y el
Mella) y cuál fue mi asombro, que al llegar y hacer mi cola cuando
fui llamado, la respuesta fue totalmente negativa. Busqué una
explicación y me dio una respuesta que no pensé nunca recibir: que a
los adolescentes no se les alquilaba dicho salón. Me sentí algo
molesto y me dirigí al otro círculo (el Mella), todo fue en vano.
Cuando hablé con la muchacha que atiende los salones la respuesta
fue negativa con esta explicación: Que no se lo alquilaban a los
adolescentes porque son incontrolables cuando toman bebidas y que no
tienen un cuerpo de seguridad disponible para este tipo de
actividad. Por último, hablé de todos los círculos sociales, aclaré
que en los dos círculos plantee que eran de 70 a 80 personas casi
todos familia, que adolescentes eran los de su escuela y por
invitación y se mantuvo la negativa, y me pregunto si en las
actividades de los mayores no se pasan de copas y no se forman
conflictos. Creo que con los mayores es peor.
Ahora le pregunto a la dirección de estos círculos
sociales, ¿por qué alquilar a la población salones que a la
adolescencia se le niega, no a ellos sino a sus padres? Para mí es
una manera de despreciar a la juventud. A la adolescencia tenemos
que ayudarla, estimularla y no compararla con los mayores; busquemos
soluciones y no pretextos.
J. L. Alonso Álvarez
Inquietudes sobre el consumo eléctrico para
cocinar
Dado que hay una campaña de ahorro de electricidad
desde hace muchos años, pregunto lo siguiente, pues son muchas las
personas que no tienen información y sí dudas.
Cuando comenzó el programa de sustituir el keroseno
o luz brillante por los equipos ahorradores lo entendí, además por
el daño que hace a la salud, lo que no entendí nunca y no creo
entienda por muchos argumentos que me brinden es el de sustituir el
gas licuado que utilizan unas cocinas simples (en las zonas pobres,
pues en otras hay hasta de horno) por los equipos altos consumidores
de electricidad, como olla reina, cocina (la primera la tuvieron que
sustituir y la segunda sigue siendo de mala calidad), arrocera,
calentador (prácticamente todos fuera de circulación ya) y la jarra
(algunas derretidas y otras recogidas).
Creo no se pensó nunca en el consumidor residencial,
ese que ahora es tan requerido para el ahorro en los planes, listas,
etc. El caso que conozco, en el municipio de Arroyo Naranjo, antes
de la entrega de los equipos gastaba unos $8.00 pesos al mes en el
consumo eléctrico, ahora unos $80.00 y en ocasiones hasta $120.00, y
así hay muchos más casos en dicho municipio.
Cuando cocinaba con gas licuado le brindaban una
calabacita que valía unos $9.00, para 21 días, pues son 4 personas
en el núcleo familiar y estirándola podía durar el mes. Conclusión:
antes, gastaba entre electricidad y gas para cocinar y hervir agua
unos $17.00 pesos mensuales, ahora en electricidad entre $80.00 y
120.00; podrá existir ahorro en las termoeléctricas al utilizar gas
en lugar de petróleo, pero en los hogares cubanos no lo creo, más
cuando uno solo de estos equipos gasta unos 1 000 watts por hora.
¿Cuál es la razón de sustituir el gas por
electricidad?, lo entiendo en el caso del keroseno, pero no hubiera
sido mejor entregar cocinas, que pueden ser sencillas también, de
gas, cuyas piezas son más simples y baratas que las de los equipos
eléctricos.
Esta inquietud la tienen también muchas personas en
Arroyo Naranjo e imagino que en otras zonas del país, más cuando
observan que en Alamar siguen cocinando por el precio módico de
$9.00 al mes.
Por cierto, hace muchos años escuché el comentario
que esa llama que se observa en la refinería de Regla es gas que se
puede utilizar como combustible doméstico y que se bota a la
atmósfera, ¿es verdad?, si lo fuera ¿es justo botarlo?
J. López Grueiro
Falta exigencia en los alrededores del Capitolio
Quiero referirme a un aspecto que como capitalino y
cubano, me duele mucho.
Diariamente, me desplazo por la zona del Capitolio
hacia mi centro de trabajo y realmente lo que allí veo no debe ser
del agrado de muchos.
Considero que el Capitolio de La Habana forma parte
de nuestra identidad, siendo visitado a diario por personas de otras
provincias y por extranjeros, quienes, cámara en manos, dejan
constancia gráfica de dicho lugar.
Dentro de los problemas que he observado, se
encuentran:
1- Animales muertos tirados en la orilla de la
cerca.
2- Heces fecales y restos de orina en las orillas de
la edificación (bastantes).
3- Extrema suciedad en los alrededores.
4- Se venden productos en sus áreas, con kioscos
montados.
5- Niños montando carriolas y bicicletas con el
beneplácito de los padres (cabe esperar que en las vacaciones se
incremente este tipo de actividad).
6- Parejas tomando bebidas alcohólicas, inclusive
encaramadas en su estructura.
7- Personas con lonas tiradas en el césped tomando
el sol.
8- Al parecer se ha instalado una piquera de autos y
ómnibus.
9- Es deplorable el estado de la cerca y las áreas
verdes.
10- Se practican artes marciales en su parte
trasera.
Realmente, le reitero mi malestar por las cosas que
allí están sucediendo y a la hora del análisis podemos responder que
para su solución no se requieren recursos materiales, sino
exigencia.
¿Es que nadie tiene responsabilidad por lo que
sucede allí y seguirán las cosas como hasta ahora?
Espero que esto no siga sucediendo y que nuestro
Capitolio vuelva a tener la imagen de limpieza y belleza que siempre
tuvo.
I. Santos Cruz
La recepción de las señales de televisión en el
Segundo Frente
El motivo de la presente es para mostrar mi
insatisfacción con la señal televisiva que llega a nuestro
municipio, la cual es muy mala, de hecho deprimente. Hace ya
alrededor de un año, tal vez más, que la señal de los canales
Cubavisión y Tele Rebelde no se ven con claridad, incluso la de los
Canales Educativos 1 y 2 y Multivisión tienen dificultades; esto ha
empeorado mucho en los últimos dos meses y ahora ni Cubavisión, ni
Tele Rebelde se ven, apenas se pueden escuchar. La señal de estos
llega por los canales 10 y 12 respectivamente, hace una semana
salieron por los canales 7 y 9 y se veían muy bien, pero eso fue
solo un día, luego todo sigue peor, pues no podemos disfrutar de los
espacios que salen a través de la frecuencia de estos canales y la
Copa del Mundo hemos tenido que salir del municipio para ver los
partidos o escucharlos por radio. Lo más doloroso es que nadie dice
qué está sucediendo y sobre todo nadie sabe cuánto tiempo más
tendremos que aguantar esta situación.
A. Velázquez Aguilera
Luchar contra la indiferencia
La decisión de enviar esta queja a Cartas a la
Dirección es por considerar lo eficaz que resulta este espacio para
potenciar las medidas dirigidas a resolver situaciones, que de forma
directa e indirecta, afectan nuestra sociedad.
Como vecino del Reparto Náutico en el municipio de
Playa, contemplo con dolor cómo un grupo de inmuebles deshabitados
se están deteriorando y algunos de ellos perdiendo incluso las
posibilidades de rehabilitación. Estos inmuebles, según referencias
no oficiales, pertenecían al extinto organismo Cubalse. Resulta
paradójico ver, incluso en la misma barriada, que otros organismos
estatales están construyendo, con mucho esfuerzo, viviendas nuevas,
mientras un edificio de varios apartamentos ubicado en 154 y 1ra. C
es como un monumento erigido al abandono.
A. Cabrera Uranga
Revisión técnica automotor: ¿hasta cuándo seguirá la
misma forma de “resolver”?
Soy trabajador de Copextel y en el último mes el
auto que tengo asignado (Citroen Saxo) ha ido en tres ocasiones al
FICAV para la inspección técnica anual, las dos primeras veces le
señalaron defectos en los frenos trasero y emergencia, se le cambió
el sistema de frenos completo por piezas nuevas y originales y el
día 11 fue la tercera vez, la emergencia pasó y los frenos luego que
el inspector pidió repetir la prueba y decir que salió bien y
continuar la revisión de otros elementos. Cuando se recogió el papel
volvió a suspender por la emergencia (freno de estacionamiento) que
cuando se probó había respondido perfectamente sin pedir repetir la
prueba.
Sin embargo, la corrupción en ese lugar es
avasalladora, existen tarifas por tipo de vehículo —en el caso de
los autos y paneles ligeros es 10.00 CUC—, y una buena cantidad de
vehículos "resuelven" el problema pagando esta cantidad, esto lo
sabe todo el mundo y allí es bastante fácil de comprobar. ¿Hasta
cuándo seguirán estos abusos con la población? ¿Qué hacen los jefes
de este lugar?
R. del Pino Faraldo