Publicadas el 2 de julio de 2010

La opinión de todos merece respeto

Escribo motivado por las opiniones de algunos compañeros que han tomado esta sección más para denostar criterios y ofender a los que los brindan, que para plantear problemas y ofrecer soluciones. Esta actitud incluso contradice la orientación del presidente Raúl Castro de escuchar lo que todo el mundo tiene que decir, aunque no lo comprendamos, y tratar de, mediante la discusión abierta, convencer a los demás de nuestra posición.

Ha sido triste leer que algunos cuestionan la publicación de opiniones solo porque no las comprenden, calificando a sus emisores como representantes de la "mano peluda del imperialismo" o de apologistas del "neoliberalismo socialista". He leído muchos de los criterios publicados y no he visto a nadie negar lo positivo de nuestro sistema social, los méritos de la generación de revolucionarios que hace 50 años rompieron las cadenas de nuestra Patria, y la necesidad de defender nuestra Revolución. Los que defienden las llamadas "privatizaciones" o "cooperativizaciones", lo hacen, al menos por lo que he podido leer, pensando en los sectores del pequeño comercio y los servicios, nunca en los principales recursos, ni las principales conquistas de la Revolución (como la salud), como algunos malintencionadamente han dejado entrever. Debemos reconocer que estos pequeños sectores siempre han sido una carga desgastante y excesiva para nuestro Estado, además de fuente de numerosos y redondos negocios ultracapitalistas que subsisten a cuenta y riesgo del Gobierno, enriqueciendo a los inescrupulosos y contaminando toda nuestra sociedad. ¿Es acaso eso más socialismo que una sociedad donde el Estado posee el control de los medios fundamentales de producción, brinde seguridad social, la salud y la educación sean públicas y gratuitas y a su vez un ciudadano honesto pueda ganarse su sustento y el de su familia vendiendo fritas, cogiendo ponches, arreglando ventiladores o vendiendo durofríos sin robarle los insumos al Estado y sin que su actividad sea ilegal? ¿Acaso piensan que esa persona se enriquecerá más que los que ahora hacen lo mismo robándose los recursos del pueblo, recibiendo hasta un salario y corriendo el Estado con los riesgos de su negocio?

El inmovilismo, disfrazado de movilismo intrascendente, la intolerancia ante los criterios de los demás, el miedo ante los cambios necesarios y la incorrecta interpretación del socialismo son los que realmente le hacen el juego al imperialismo y pueden conseguir que se empantane nuestra historia hasta que nos hundamos en la ciénaga de los problemas que tenemos y debemos resolver para bien del pueblo trabajador. ¿A alguien le queda alguna duda de esto?

A. Orama Munero

La solución no puede estar en el cambio de las cosas sin el cambio necesario en las personas

Leo con atención cada opinión, con algunas me enojo, con otras me divierto y con otras me solidarizo. A cada temporada la caracteriza un tema específico que es versado hasta la saciedad: producción de alimentos, sustitución de importaciones, libreta de abastecimiento, privatización de algunos sectores de la economía, entre otros, han sido los más tratados. Este último es el que está en usanza por estos días y a él quisiera referirme.

La mayoría de los que han escrito sobre el polémico tema buscan la manera de hacerle apología a la propiedad privada, sobre todo en la gastronomía, y arremeten contra aquellos que osan disentir.

Yo soy de los que combate acérrimamente la idea de retroceder para tomar impulso. Escucho con estupor el subterfugio de que los servicios gastronómicos en detrimento solo pueden ser solucionados arrendando los locales, e implantando una política de impuestos bien pensada. Ahora bien, cuando escucho criterios como este me doy cuenta que no existe un análisis para nada profundo de la situación. Yo pregunto: ¿Qué nos hace pensar, que el administrador vicioso y corrupto va a demudar en bienaventurado arcángel cuando sea él, dueño de un negocio? ¿Quiénes serían los pioneros en esto?, sin dudas, los avezados en artimañas malsanas, o los de un poder económico superior a la media de la población, erigido mediante. ¿Qué leyes ampararán a los trabajadores que se supediten a alguien que no fue propuesto por las masas o el Partido teniendo en cuenta, como siempre se hace, la acumulación de méritos? Tal vez la ambición de lucro sea la política de cuadros a seguir. No soy absoluto, soy realista, y se que existen familias honradas que se aventurarán en esta cruzada. Pero, ¿se han puesto a pensar cómo sería el trabajo político e ideológico con este sector? ¿Quiénes de ellos serían militantes de la UJC o del Partido y qué discutirían en el punto de "corrupción e ilegalidades"? No habrá seguramente ni sanciones políticas ni administrativas para los directivos, solo pecuniarias o penales, y estas últimas no son preventivas, por tanto, estarán sustentadas por causas muy serias y con un saldo de victimas considerable.

Imagínense cien mil trabajadores en el sector que están ganando por lo que hacen, sin dudas se profesionalizarían, competirían en calidad con otros establecimientos y perfeccionarían sus servicios —todo muy lindo— pero la materia prima, ¿quién la garantiza? No podemos ser superficiales, somos un país bloqueado y no nos hundimos en el mar porque hemos sabido caminar con inteligencia y paciencia por el campo minado de la politiquería internacional auspiciada consuetudinariamente por EE.UU. Por citar un simple ejemplo: un barco que no llegue a tiempo a su destino, digamos que sea de harina de trigo, ¿Cuántas familias arrendatarias de pizzerías, con voluntad de trabajar, dejarían de comer? ¿Cuántos se lanzarían a la calle a exigir un derecho que el Estado cubano les dio? ¿Cuántos negocios habría que compensar? Además, ¿cuántos oportunistas exigirían con dureza la privatización de otros servicios, esgrimiendo que si se hizo con la gastronomía puede hacerse con el turismo, el transporte, los centros culturales y recreativos, las bodegas, etc.? Sería como un virus indetenible. ¿Dónde quedaría lo de la misma suerte para todos aquellos, que se disponen juntos a edificar su propio futuro? La percepción de hacer por mi país se trocaría por la de hacer por mi familia y nada más.

¿Se han puesto a pensar en que el cubano es hoy en el mundo uno de los seres humanos más solidarios, altruistas, combativos, unidos y sensibles? ¿Seguiremos siendo de ese modo cuando una de las condiciones que nos formaron en estos principios se trastroquen? No quisiera saberlo. No estoy en desacuerdo con privatizar algunos servicios como el de las barberías, pues el pelo siempre crece y tijeras siempre hay, y no la gastronomía donde siempre habrán ambiciones desmedidas y donde siempre crecerán hasta hacerse grandes monopolios las "pequeñas empresas".

La solución no puede estar en el cambio de las cosas sin el cambio necesario en las personas. La gastronomía y otros sectores pueden mejorarse sin tomar decisiones descabelladas; los que dirigen hoy la política del Estado cubano lo hacen por sus indiscutibles méritos, entonces esperemos acertadas soluciones.

Y. Pérez Moreno

Fortaleciendo el futuro

Diariamente ocurre, nos encontramos a graduados universitarios que llevan años trabajando y no tienen un adecuado nivel de actualización del desarrollo científico técnico de su perfil profesional y de carácter universal.

Excepto la generalidad de los médicos y veterinarios, a los cuales su propio perfil los obliga a mantenerse actualizados, pues los medicamentos y tratamientos cambian al aparecer nuevas enfermedades, el resto de los profesionales no siempre se mantiene actualizado.

En la década de los años ochenta, trabajando en la Unión de Cítricos del Ministerio de la Agricultura, participé en la organización y aplicación de una "evaluación por escrito del conocimiento de las normas técnicas", aplicada a los profesionales y técnicos medios que laboraran en las empresas citrícolas del país.

Los resultados fueron inesperados: desconocimiento de aspectos técnicos elementales que debían aplicarse en la agrotecnia del cultivo.

Para Cuba, el recurso humano calificado es un capital infinito de riquezas y de fortalecimiento de nuestra economía. Si después de períodos de 3 a 6 años de estudios para lograr calificación de técnicos medios o universitarios no se mantiene un adecuado nivel de actualización, a los cinco años de graduados pierden más del 50% del conocimiento adquirido y se vuelven rutinarios.

Sugerimos que los ministerios de Educación y Educación Superior, como organismos rectores de estas actividades en el país establezcan, mediante la legislación legal que les compete, la evaluación cada dos años del conocimiento técnico de los especialistas que gradúan, lo que puede establecerse a través de las estructuras de Recursos Humanos de cada ministerio u organismo central, los cuales serán supervisados.

Con esta exigencia por parte de los ministerios de Educación y Educación Superior debe lograrse incentivar el interés de cada profesional a participar en cursos de posgrado, talleres, conferencias y la visita a bibliotecas para el autoestudio.

Otro aspecto a tener en cuenta para aplicar esta medida es el incentivo salarial. Hoy todos los profesionales de una especialidad tienen la misma escala salarial independiente de sus conocimientos y aportes técnicos. Es justo que un profesional de amplio perfil tenga mejor salario que otro profesional de la misma especialidad, pero con menos diversidad de conocimientos.

El futuro nos exigirá conocimientos sobre nanotecnología y biotecnología porque estarán presentes en todas las esferas económicas de un país que aspira al desarrollo y bienestar de su población.

P. Cabrera Piñeiro

Los círculos sociales no les abren sus salones a los adolescentes

Hoy por primera vez me dirijo a esta sección del periódico con el fin de buscar solución a la negativa de la dirección de los círculos sociales de la capital.

En días pasados una amiga me pidió el favor que le buscara un lugar para el baile de su hija y el brindis pues cumplía sus 15 años. Me dirigí a los círculos sociales (el Fontán y el Mella) y cuál fue mi asombro, que al llegar y hacer mi cola cuando fui llamado, la respuesta fue totalmente negativa. Busqué una explicación y me dio una respuesta que no pensé nunca recibir: que a los adolescentes no se les alquilaba dicho salón. Me sentí algo molesto y me dirigí al otro círculo (el Mella), todo fue en vano. Cuando hablé con la muchacha que atiende los salones la respuesta fue negativa con esta explicación: Que no se lo alquilaban a los adolescentes porque son incontrolables cuando toman bebidas y que no tienen un cuerpo de seguridad disponible para este tipo de actividad. Por último, hablé de todos los círculos sociales, aclaré que en los dos círculos plantee que eran de 70 a 80 personas casi todos familia, que adolescentes eran los de su escuela y por invitación y se mantuvo la negativa, y me pregunto si en las actividades de los mayores no se pasan de copas y no se forman conflictos. Creo que con los mayores es peor.

Ahora le pregunto a la dirección de estos círculos sociales, ¿por qué alquilar a la población salones que a la adolescencia se le niega, no a ellos sino a sus padres? Para mí es una manera de despreciar a la juventud. A la adolescencia tenemos que ayudarla, estimularla y no compararla con los mayores; busquemos soluciones y no pretextos.

J. L. Alonso Álvarez

Inquietudes sobre el consumo eléctrico para cocinar

Dado que hay una campaña de ahorro de electricidad desde hace muchos años, pregunto lo siguiente, pues son muchas las personas que no tienen información y sí dudas.

Cuando comenzó el programa de sustituir el keroseno o luz brillante por los equipos ahorradores lo entendí, además por el daño que hace a la salud, lo que no entendí nunca y no creo entienda por muchos argumentos que me brinden es el de sustituir el gas licuado que utilizan unas cocinas simples (en las zonas pobres, pues en otras hay hasta de horno) por los equipos altos consumidores de electricidad, como olla reina, cocina (la primera la tuvieron que sustituir y la segunda sigue siendo de mala calidad), arrocera, calentador (prácticamente todos fuera de circulación ya) y la jarra (algunas derretidas y otras recogidas).

Creo no se pensó nunca en el consumidor residencial, ese que ahora es tan requerido para el ahorro en los planes, listas, etc. El caso que conozco, en el municipio de Arroyo Naranjo, antes de la entrega de los equipos gastaba unos $8.00 pesos al mes en el consumo eléctrico, ahora unos $80.00 y en ocasiones hasta $120.00, y así hay muchos más casos en dicho municipio.

Cuando cocinaba con gas licuado le brindaban una calabacita que valía unos $9.00, para 21 días, pues son 4 personas en el núcleo familiar y estirándola podía durar el mes. Conclusión: antes, gastaba entre electricidad y gas para cocinar y hervir agua unos $17.00 pesos mensuales, ahora en electricidad entre $80.00 y 120.00; podrá existir ahorro en las termoeléctricas al utilizar gas en lugar de petróleo, pero en los hogares cubanos no lo creo, más cuando uno solo de estos equipos gasta unos 1 000 watts por hora.

¿Cuál es la razón de sustituir el gas por electricidad?, lo entiendo en el caso del keroseno, pero no hubiera sido mejor entregar cocinas, que pueden ser sencillas también, de gas, cuyas piezas son más simples y baratas que las de los equipos eléctricos.

Esta inquietud la tienen también muchas personas en Arroyo Naranjo e imagino que en otras zonas del país, más cuando observan que en Alamar siguen cocinando por el precio módico de $9.00 al mes.

Por cierto, hace muchos años escuché el comentario que esa llama que se observa en la refinería de Regla es gas que se puede utilizar como combustible doméstico y que se bota a la atmósfera, ¿es verdad?, si lo fuera ¿es justo botarlo?

J. López Grueiro

Falta exigencia en los alrededores del Capitolio

Quiero referirme a un aspecto que como capitalino y cubano, me duele mucho.

Diariamente, me desplazo por la zona del Capitolio hacia mi centro de trabajo y realmente lo que allí veo no debe ser del agrado de muchos.

Considero que el Capitolio de La Habana forma parte de nuestra identidad, siendo visitado a diario por personas de otras provincias y por extranjeros, quienes, cámara en manos, dejan constancia gráfica de dicho lugar.

Dentro de los problemas que he observado, se encuentran:

1- Animales muertos tirados en la orilla de la cerca.

2- Heces fecales y restos de orina en las orillas de la edificación (bastantes).

3- Extrema suciedad en los alrededores.

4- Se venden productos en sus áreas, con kioscos montados.

5- Niños montando carriolas y bicicletas con el beneplácito de los padres (cabe esperar que en las vacaciones se incremente este tipo de actividad).

6- Parejas tomando bebidas alcohólicas, inclusive encaramadas en su estructura.

7- Personas con lonas tiradas en el césped tomando el sol.

8- Al parecer se ha instalado una piquera de autos y ómnibus.

9- Es deplorable el estado de la cerca y las áreas verdes.

10- Se practican artes marciales en su parte trasera.

Realmente, le reitero mi malestar por las cosas que allí están sucediendo y a la hora del análisis podemos responder que para su solución no se requieren recursos materiales, sino exigencia.

¿Es que nadie tiene responsabilidad por lo que sucede allí y seguirán las cosas como hasta ahora?

Espero que esto no siga sucediendo y que nuestro Capitolio vuelva a tener la imagen de limpieza y belleza que siempre tuvo.

I. Santos Cruz

La recepción de las señales de televisión en el Segundo Frente

El motivo de la presente es para mostrar mi insatisfacción con la señal televisiva que llega a nuestro municipio, la cual es muy mala, de hecho deprimente. Hace ya alrededor de un año, tal vez más, que la señal de los canales Cubavisión y Tele Rebelde no se ven con claridad, incluso la de los Canales Educativos 1 y 2 y Multivisión tienen dificultades; esto ha empeorado mucho en los últimos dos meses y ahora ni Cubavisión, ni Tele Rebelde se ven, apenas se pueden escuchar. La señal de estos llega por los canales 10 y 12 respectivamente, hace una semana salieron por los canales 7 y 9 y se veían muy bien, pero eso fue solo un día, luego todo sigue peor, pues no podemos disfrutar de los espacios que salen a través de la frecuencia de estos canales y la Copa del Mundo hemos tenido que salir del municipio para ver los partidos o escucharlos por radio. Lo más doloroso es que nadie dice qué está sucediendo y sobre todo nadie sabe cuánto tiempo más tendremos que aguantar esta situación.

A. Velázquez Aguilera

Luchar contra la indiferencia

La decisión de enviar esta queja a Cartas a la Dirección es por considerar lo eficaz que resulta este espacio para potenciar las medidas dirigidas a resolver situaciones, que de forma directa e indirecta, afectan nuestra sociedad.

Como vecino del Reparto Náutico en el municipio de Playa, contemplo con dolor cómo un grupo de inmuebles deshabitados se están deteriorando y algunos de ellos perdiendo incluso las posibilidades de rehabilitación. Estos inmuebles, según referencias no oficiales, pertenecían al extinto organismo Cubalse. Resulta paradójico ver, incluso en la misma barriada, que otros organismos estatales están construyendo, con mucho esfuerzo, viviendas nuevas, mientras un edificio de varios apartamentos ubicado en 154 y 1ra. C es como un monumento erigido al abandono.

A. Cabrera Uranga

Revisión técnica automotor: ¿hasta cuándo seguirá la misma forma de “resolver”?

Soy trabajador de Copextel y en el último mes el auto que tengo asignado (Citroen Saxo) ha ido en tres ocasiones al FICAV para la inspección técnica anual, las dos primeras veces le señalaron defectos en los frenos trasero y emergencia, se le cambió el sistema de frenos completo por piezas nuevas y originales y el día 11 fue la tercera vez, la emergencia pasó y los frenos luego que el inspector pidió repetir la prueba y decir que salió bien y continuar la revisión de otros elementos. Cuando se recogió el papel volvió a suspender por la emergencia (freno de estacionamiento) que cuando se probó había respondido perfectamente sin pedir repetir la prueba.

Sin embargo, la corrupción en ese lugar es avasalladora, existen tarifas por tipo de vehículo —en el caso de los autos y paneles ligeros es 10.00 CUC—, y una buena cantidad de vehículos "resuelven" el problema pagando esta cantidad, esto lo sabe todo el mundo y allí es bastante fácil de comprobar. ¿Hasta cuándo seguirán estos abusos con la población? ¿Qué hacen los jefes de este lugar?

R. del Pino Faraldo

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