Publicadas el 25 de junio de 2010

 Sin control no hay disciplina ni eficiencia

Todas las opiniones en este espacio son válidas y de todas se obtienen conocimientos, en todas ellas su objetivo es ayudar a encontrar soluciones para lograr mejorarnos, con ejemplos (buenos y malos) de allí donde más nos duele; con muchas he estado de acuerdo con otras no. Se han expuesto en este espacio opiniones verdaderamente extremistas hacia un lado o hacia el otro y esto es bueno, demostrando que somos capaces de disentir y ser libres en nuestras opiniones. Quizás la desesperación o la ilusión lleven a algunos a pensar que la propiedad privada por sí misma sea el elemento catalizador para lograr eficiencia y buen servicio, pero pierden de vista que su objetivo fundamental es el logro siempre de mayores beneficios por encima de cualquier otro. Creo y confío en la propiedad cooperativa, una forma más de socialismo.

Aquellos que desean hacer una valoración o interpretación de nuestro presente y solo desde nuestro presente sin contar con la historia están errados o son mal intencionados. Nuestro Estado socialista en condiciones diferentes a las actuales y en aras de brindar todos los derechos a todo nuestro pueblo capitalizó todas las vías para ello. La mayoría de las opiniones y con lo cual concuerdo es que nuestro Estado a nivel nacional asume la dirección de servicios que son una carga para él, por ello debía valorar pasar estos a propiedad cooperativa y solo las mínimas a la privada. La característica del tipo de propiedad (privada, estatal o colectiva) no será quien nos ayude a salir de nuestros problemas, por ello estoy plenamente de acuerdo con la opinión "Sin disciplina, nada funcionaría".

Pero la disciplina no llega por sí sola, debemos obligatoriamente, tanto para el presente, como para cambios futuros, establecer sistemas profundos de control. Cualquier economía que no tenga control, no tiene disciplina y por ende no hay eficiencia, es donde florece el robo y la corrupción. Siempre que se detectan estas violaciones se demuestra que no existe control. Es una falacia el concepto "Contabilidad no confiable", sencillamente no existe. entonces ¿cuáles son las medidas y en qué tiempo? resolvamos este problema y después pensemos en el cambio de propiedad. Sin control, sea propiedad privada, cooperativa o estatal, solo seremos los padres de los nuevos millonarios y no de los que son fruto de su trabajo. Prever más que sancionar.

A. Orozco Flores

Los problemas están ahí, se esperan las decisiones

Leí las cartas publicadas el 18 de junio. Yo personalmente estoy totalmente de acuerdo con lo que plantea el compañero G. M. Blanco Pérez. Es cierto lo que sugiere su título los tiempos exigen mayor rapidez en la toma de decisiones.

Nuestro país se encuentra desde el propio triunfo de la Revolución en un combate de vida o muerte frente al imperialismo. Las agresiones de todo tipo a las que hemos sido sometidos son innumerables, todos las conocemos y hemos sabido enfrentarlas y vencerlas.

En décadas pasadas teníamos una ayuda incalculable de los países socialistas, en estos momentos estamos combatiendo solos con nuestra inteligencia como arma principal y nuestra ideología.

Vamos a construir el socialismo a toda costa y con la participación del pueblo.

Como estamos en un combate tenemos que apreciar al enemigo, sus fuerzas y medios para trazarnos nuestra estrategia de defensa ante sus agresiones y cuando nos lo permita contraatacar, pero no podemos quedarnos en la apreciación solamente, hay que actuar y con rapidez para poder derrotarlo y salir adelante.

Cuando hablamos de rapidez no es actuar sin pensar, pero no esperar a las calendas griegas para determinar qué hacer porque nos come el león. Póngale el termómetro a la sociedad donde lo plantea G. M. Blanco, en cada cola, en cada parada de ómnibus, en cualquier lugar donde haya más de dos personas, estamos graves, la fiebre es alta y no aparecen los antibióticos necesarios, pero nadie, absolutamente nadie, plantea volver al capitalismo.

Los lemas y las consignas necesitan materializarse no quedarse en palabras, ornamento público, tiempo en la pantalla de la TV y espacio en la prensa escrita.

Con relación a la carta publicada ese mismo día por el compañero J. Román Rodríguez, es cierto que hay que hacer cosas nuevas manteniendo las buenas y son muchas las que ha hecho la Revolución. Pienso que los que han escrito a esta sección así lo entienden y no lo niegan y mucho menos negar el papel jugado por los compañeros que desde el Primero de Enero luchamos de forma denodada, sin ambiciones y deseo, para que nuestro pueblo tenga lo que necesite.

Ante la pregunta del compañero J. Román Rodríguez de si en realidad todo es malo o los malos somos nosotros. Puedo responder que no todo es malo ni todos somos malos lo que es necesario adoptar las medidas que cada momento exige, no estancarnos en decisiones ya obsoletas que constituyen freno al desarrollo.

Cuando hizo falta crear 14 provincias, lo hicimos, ahora hay que crear dos más, lo vamos a hacer, es necesario eliminar organismos y empresas, lo hacemos siempre y cuando sea para resultados económicamente mejores, de esa forma hay que hacer con la economía.

No creo que los compañeros que han escrito y dado valientemente sus opiniones tengan la intención de retornar a lo que capitalismo tenía instaurado en nuestro país.

Los cambios que sugieren son compatibles con los principios del socialismo; hay que estudiarlos y decidir con rapidez.

Los creadores del socialismo siempre concibieron que los medios fundamentales de producción deberían estar en manos del Estado, de toda la sociedad, el resto, todo tipo de economía, privada, cooperativa, etc. Fijémonos bien medios fundamentales de producción, los que sostienen la economía del país, no el granizado, ni la cafetería, ni la pequeña producción industrial, agrícola, pequeños servicios etc. Cuando el Estado intervino estos pequeños negocios en la década del 60, era objetiva esa decisión, todos estuvimos de acuerdo, en estos momentos constituye un freno, tenemos que ser dialécticos y cambiar.

No tengamos miedo a que ganen dinero los que producen, ninguno podrá hacerse rico y ejemplos de eso tenemos en nuestro país. ¿Cuántos se hicieron ricos de los que poseían pequeños negocios antes de la Revolución y no pocos ayudaron económicamente a la misma?

Vi en la TV a un obrero que trabaja 12 horas diarias haciendo tanques para leche y solamente le pagan 8. Eso puede ser en un momento determinado como trabajo voluntario, pero como sistema no lo aplaudo, deben pagarle lo que produzca y es lo que está promoviendo la dirección del país, además así lo concibe la ley económica del socialismo y ese obrero se sentirá más estimulado a seguir trabajando.

Todos debemos tener derechos, pero no todos vivir económicamente igual, por eso en el socialismo cada cual recibirá según su trabajo y aportará según su capacidad. Este principio socialista conlleva a trabajar para que cada cual sea capaz de aportar a la sociedad de acuerdo con su capacidad y pueda satisfacer sus necesidades según su aporte y no para que la sociedad le satisfaga sus necesidades gratuitamente sin tener en cuenta lo que aportó. ¿Cuántos de estos hay en estos momentos en el país?

Confío en que las decisiones que debe que tomar la dirección del país para revertir lo que está afectando a nuestra sociedad, lleguen justo a tiempo. Los problemas están ahí se esperan las decisiones.

E. del Valle Martínez

Hay que crear una cultura en las asambleas de trabajadores

El pueblo sigue con atención esta sección de cartas donde se denuncian opiniones, inquietudes y quejas, donde vemos reflejados muchos de los problemas que vivimos cotidianamente y que afectan grandemente a nuestra sociedad, como son las sustracciones de productos, el mal servicio, la falta de calidad, la eficiencia y la productividad y se carece de una conciencia en el ahorro.

Lo acompañan estereotipos que caminan como que "hay que luchar" que es igual a robar y el afamado eslógan "no cojas lucha" (hay que dejar las cosas mal hechas y no combatirlas).

Esta problemática no es propia de una sociedad socialista, donde es necesario lograr un sentido de pertenencia hacia el centro laboral, es necesario cumplir conscientemente la jornada laboral, es necesario trabajar con eficiencia, productividad y calidad.

La construcción de una sociedad socialista es un problema de conciencia.

Esta batalla hay que ganarla con los trabajadores. Y ¿qué está sucediendo con las asambleas de los trabajadores?

En algunos lugares se han dejado de dar y en otros lugares todavía no alcanzan los propósitos que perseguimos en cuanto a calidad y profundidad, lo cual ha creado la pérdida de pertenencia y cada día disminuyen más la participación y el interés de los trabajadores en esas asambleas.

Hay que crear una cultura de esas asambleas, con la necesidad de potenciarlas como la actividad orgánica principal en la discusión y el análisis de los resultados en la eficiencia, la producción, los servicios, la docencia y la producción. Tiene que ser un asunto a evaluar con carácter permanente, a fin de lograr una mayor y sistemática participación de los trabajadores en el proceso de dirección a mediano y a largo plazos, es lo que permitirá tener una cultura económica y una cultura de trabajo, como expresan algunos lectores.

También la emulación socialista como motor impulsor se ha ido deteriorando, los chequeos de emulación no se dan como están establecidos, que lejos de impulsar lo que hacen es daño y denigran.

¿Cómo mejorar nuestra sociedad y cómo cambiar el rumbo económico?, se preguntan los lectores sin renunciar a los principios, pues haciendo más socialismo, cumpliendo los principios y funciones de la dirección con la participación de los trabajadores, creando una cultura de sus asambleas, donde hay que analizar con ellos todos los indicadores económicos y todas las situaciones del centro.

Es en las asambleas de los trabajadores donde se crea la cultura económica y la cultura de trabajo que auguran muchos de los lectores.

La asamblea de los trabajadores es la reunión más importante en la base. Es la tribuna donde hay que buscar soluciones a los problemas y sus acuerdos tienen que ser una retroalimentación de los factores, incluso de las instancias nacionales.

Desde diciembre del 2004 el Secretariado de la CTC en el XV Pleno del Comité Nacional dio las orientaciones para potencializar todo este sistema y todo ha seguido igual.

Aquí todo está escrito, no hay que inventar nada como ha dicho nuestro Comandante en Jefe, remitámonos al libro "Pensamiento Económico del Che" para que se estudie y se tome conciencia de lo que hay que hacer: más socialismo.

J. D. Ortega Rodríguez

Respetar los criterios

Me he decidido a enviar este mensaje para responder a la del pasado viernes de J. Román Rodríguez. Ante todo que los que envían sus opiniones al periódico, creen que haciéndolo se pueden cambiar y mejorar las cosas y lo hacen enviando las mismas al principal periódico del país y órgano del Partido, por lo que pienso que debe al menos respetar los criterios y no acusar de promover el capitalismo o de tener la mano peluda y menos de tener fachada de revolucionarios.

Si él se autoproclama con orgullo extremista de izquierda, sus razones tendrá, pero todos los extremismos son malos. Sé que este no es un marco para polemizar, pero los que decidieron publicar la opinión de J. Román, deben permitir que se le responda ya que en parte de su opinión ataca a otros que han enviado las suyas.

La diversidad de criterios y de opiniones y el respeto a cada uno de ellos es lo que nos hará reconocer lo que se ha hecho mal y rectificarlo. Por mi parte, le pregunto a J. Román ¿qué cosas nuevas él propone hacer? Como extremista de izquierda él también tendrá propuestas... Por mi parte estoy totalmente de acuerdo con la opinión de G. M. Blanco Pérez, publicada el mismo día, ahí se dicen cosas que a lo mejor a J. Román le ayuden.

R. Marchante Cabrera

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