Sin control no hay disciplina ni eficiencia
Todas las opiniones en este espacio son válidas y de
todas se obtienen conocimientos, en todas ellas su objetivo es
ayudar a encontrar soluciones para lograr mejorarnos, con ejemplos
(buenos y malos) de allí donde más nos duele; con muchas he estado
de acuerdo con otras no. Se han expuesto en este espacio opiniones
verdaderamente extremistas hacia un lado o hacia el otro y esto es
bueno, demostrando que somos capaces de disentir y ser libres en
nuestras opiniones. Quizás la desesperación o la ilusión lleven a
algunos a pensar que la propiedad privada por sí misma sea el
elemento catalizador para lograr eficiencia y buen servicio, pero
pierden de vista que su objetivo fundamental es el logro siempre de
mayores beneficios por encima de cualquier otro. Creo y confío en la
propiedad cooperativa, una forma más de socialismo.
Aquellos que desean hacer una valoración o
interpretación de nuestro presente y solo desde nuestro presente sin
contar con la historia están errados o son mal intencionados.
Nuestro Estado socialista en condiciones diferentes a las actuales y
en aras de brindar todos los derechos a todo nuestro pueblo
capitalizó todas las vías para ello. La mayoría de las opiniones y
con lo cual concuerdo es que nuestro Estado a nivel nacional asume
la dirección de servicios que son una carga para él, por ello debía
valorar pasar estos a propiedad cooperativa y solo las mínimas a la
privada. La característica del tipo de propiedad (privada, estatal o
colectiva) no será quien nos ayude a salir de nuestros problemas,
por ello estoy plenamente de acuerdo con la opinión "Sin disciplina,
nada funcionaría".
Pero la disciplina no llega por sí sola, debemos
obligatoriamente, tanto para el presente, como para cambios futuros,
establecer sistemas profundos de control. Cualquier economía que no
tenga control, no tiene disciplina y por ende no hay eficiencia, es
donde florece el robo y la corrupción. Siempre que se detectan estas
violaciones se demuestra que no existe control. Es una falacia el
concepto "Contabilidad no confiable", sencillamente no existe.
entonces ¿cuáles son las medidas y en qué tiempo? resolvamos este
problema y después pensemos en el cambio de propiedad. Sin control,
sea propiedad privada, cooperativa o estatal, solo seremos los
padres de los nuevos millonarios y no de los que son fruto de su
trabajo. Prever más que sancionar.
A. Orozco Flores
Los problemas están ahí, se esperan las
decisiones
Leí las cartas publicadas el 18 de junio. Yo
personalmente estoy totalmente de acuerdo con lo que plantea el
compañero G. M. Blanco Pérez. Es cierto lo que sugiere su título
los tiempos exigen mayor rapidez en la toma de decisiones.
Nuestro país se encuentra desde el propio triunfo de
la Revolución en un combate de vida o muerte frente al imperialismo.
Las agresiones de todo tipo a las que hemos sido sometidos son
innumerables, todos las conocemos y hemos sabido enfrentarlas y
vencerlas.
En décadas pasadas teníamos una ayuda incalculable
de los países socialistas, en estos momentos estamos combatiendo
solos con nuestra inteligencia como arma principal y nuestra
ideología.
Vamos a construir el socialismo a toda costa y con
la participación del pueblo.
Como estamos en un combate tenemos que apreciar al
enemigo, sus fuerzas y medios para trazarnos nuestra estrategia de
defensa ante sus agresiones y cuando nos lo permita contraatacar,
pero no podemos quedarnos en la apreciación solamente, hay que
actuar y con rapidez para poder derrotarlo y salir adelante.
Cuando hablamos de rapidez no es actuar sin pensar,
pero no esperar a las calendas griegas para determinar qué hacer
porque nos come el león. Póngale el termómetro a la sociedad donde
lo plantea G. M. Blanco, en cada cola, en cada parada de ómnibus, en
cualquier lugar donde haya más de dos personas, estamos graves, la
fiebre es alta y no aparecen los antibióticos necesarios, pero
nadie, absolutamente nadie, plantea volver al capitalismo.
Los lemas y las consignas necesitan materializarse
no quedarse en palabras, ornamento público, tiempo en la pantalla de
la TV y espacio en la prensa escrita.
Con relación a la carta publicada ese mismo día por
el compañero J. Román Rodríguez, es cierto que hay que hacer cosas
nuevas manteniendo las buenas y son muchas las que ha hecho la
Revolución. Pienso que los que han escrito a esta sección así lo
entienden y no lo niegan y mucho menos negar el papel jugado por los
compañeros que desde el Primero de Enero luchamos de forma denodada,
sin ambiciones y deseo, para que nuestro pueblo tenga lo que
necesite.
Ante la pregunta del compañero J. Román Rodríguez de
si en realidad todo es malo o los malos somos nosotros. Puedo
responder que no todo es malo ni todos somos malos lo que es
necesario adoptar las medidas que cada momento exige, no estancarnos
en decisiones ya obsoletas que constituyen freno al desarrollo.
Cuando hizo falta crear 14 provincias, lo hicimos,
ahora hay que crear dos más, lo vamos a hacer, es necesario eliminar
organismos y empresas, lo hacemos siempre y cuando sea para
resultados económicamente mejores, de esa forma hay que hacer con la
economía.
No creo que los compañeros que han escrito y dado
valientemente sus opiniones tengan la intención de retornar a lo que
capitalismo tenía instaurado en nuestro país.
Los cambios que sugieren son compatibles con los
principios del socialismo; hay que estudiarlos y decidir con
rapidez.
Los creadores del socialismo siempre concibieron que
los medios fundamentales de producción deberían estar en manos del
Estado, de toda la sociedad, el resto, todo tipo de economía,
privada, cooperativa, etc. Fijémonos bien medios fundamentales de
producción, los que sostienen la economía del país, no el granizado,
ni la cafetería, ni la pequeña producción industrial, agrícola,
pequeños servicios etc. Cuando el Estado intervino estos pequeños
negocios en la década del 60, era objetiva esa decisión, todos
estuvimos de acuerdo, en estos momentos constituye un freno, tenemos
que ser dialécticos y cambiar.
No tengamos miedo a que ganen dinero los que
producen, ninguno podrá hacerse rico y ejemplos de eso tenemos en
nuestro país. ¿Cuántos se hicieron ricos de los que poseían pequeños
negocios antes de la Revolución y no pocos ayudaron económicamente a
la misma?
Vi en la TV a un obrero que trabaja 12 horas diarias
haciendo tanques para leche y solamente le pagan 8. Eso puede ser en
un momento determinado como trabajo voluntario, pero como sistema no
lo aplaudo, deben pagarle lo que produzca y es lo que está
promoviendo la dirección del país, además así lo concibe la ley
económica del socialismo y ese obrero se sentirá más estimulado a
seguir trabajando.
Todos debemos tener derechos, pero no todos vivir
económicamente igual, por eso en el socialismo cada cual recibirá
según su trabajo y aportará según su capacidad. Este principio
socialista conlleva a trabajar para que cada cual sea capaz de
aportar a la sociedad de acuerdo con su capacidad y pueda satisfacer
sus necesidades según su aporte y no para que la sociedad le
satisfaga sus necesidades gratuitamente sin tener en cuenta lo que
aportó. ¿Cuántos de estos hay en estos momentos en el país?
Confío en que las decisiones que debe que tomar la
dirección del país para revertir lo que está afectando a nuestra
sociedad, lleguen justo a tiempo. Los problemas están ahí se esperan
las decisiones.
E. del Valle Martínez
Hay que crear una cultura en las asambleas de
trabajadores
El pueblo sigue con atención esta sección de cartas donde se
denuncian opiniones, inquietudes y quejas, donde vemos reflejados
muchos de los problemas que vivimos cotidianamente y que afectan
grandemente a nuestra sociedad, como son las sustracciones de
productos, el mal servicio, la falta de calidad, la eficiencia y la
productividad y se carece de una conciencia en el ahorro.
Lo acompañan estereotipos que caminan como que "hay que luchar"
que es igual a robar y el afamado eslógan "no cojas lucha" (hay que
dejar las cosas mal hechas y no combatirlas).
Esta problemática no es propia de una sociedad socialista, donde
es necesario lograr un sentido de pertenencia hacia el centro
laboral, es necesario cumplir conscientemente la jornada laboral, es
necesario trabajar con eficiencia, productividad y calidad.
La construcción de una sociedad socialista es un problema de
conciencia.
Esta batalla hay que ganarla con los trabajadores. Y ¿qué está
sucediendo con las asambleas de los trabajadores?
En algunos lugares se han dejado de dar y en otros lugares
todavía no alcanzan los propósitos que perseguimos en cuanto a
calidad y profundidad, lo cual ha creado la pérdida de pertenencia y
cada día disminuyen más la participación y el interés de los
trabajadores en esas asambleas.
Hay que crear una cultura de esas asambleas, con la necesidad de
potenciarlas como la actividad orgánica principal en la discusión y
el análisis de los resultados en la eficiencia, la producción, los
servicios, la docencia y la producción. Tiene que ser un asunto a
evaluar con carácter permanente, a fin de lograr una mayor y
sistemática participación de los trabajadores en el proceso de
dirección a mediano y a largo plazos, es lo que permitirá tener una
cultura económica y una cultura de trabajo, como expresan algunos
lectores.
También la emulación socialista como motor impulsor se ha ido
deteriorando, los chequeos de emulación no se dan como están
establecidos, que lejos de impulsar lo que hacen es daño y denigran.
¿Cómo mejorar nuestra sociedad y cómo cambiar el rumbo
económico?, se preguntan los lectores sin renunciar a los
principios, pues haciendo más socialismo, cumpliendo los principios
y funciones de la dirección con la participación de los
trabajadores, creando una cultura de sus asambleas, donde hay que
analizar con ellos todos los indicadores económicos y todas las
situaciones del centro.
Es en las asambleas de los trabajadores donde se crea la cultura
económica y la cultura de trabajo que auguran muchos de los
lectores.
La asamblea de los trabajadores es la reunión más importante en
la base. Es la tribuna donde hay que buscar soluciones a los
problemas y sus acuerdos tienen que ser una retroalimentación de los
factores, incluso de las instancias nacionales.
Desde diciembre del 2004 el Secretariado de la CTC en el XV Pleno
del Comité Nacional dio las orientaciones para potencializar todo
este sistema y todo ha seguido igual.
Aquí todo está escrito, no hay que inventar nada como ha dicho
nuestro Comandante en Jefe, remitámonos al libro "Pensamiento
Económico del Che" para que se estudie y se tome conciencia de lo
que hay que hacer: más socialismo.
J. D. Ortega Rodríguez
Respetar los criterios
Me he decidido a enviar este mensaje para responder
a la del pasado viernes de J. Román Rodríguez. Ante todo que los que
envían sus opiniones al periódico, creen que haciéndolo se pueden
cambiar y mejorar las cosas y lo hacen enviando las mismas al
principal periódico del país y órgano del Partido, por lo que pienso
que debe al menos respetar los criterios y no acusar de promover el
capitalismo o de tener la mano peluda y menos de tener fachada de
revolucionarios.
Si él se autoproclama con orgullo extremista de
izquierda, sus razones tendrá, pero todos los extremismos son malos.
Sé que este no es un marco para polemizar, pero los que decidieron
publicar la opinión de J. Román, deben permitir que se le responda
ya que en parte de su opinión ataca a otros que han enviado las
suyas.
La diversidad de criterios y de opiniones y el
respeto a cada uno de ellos es lo que nos hará reconocer lo que se
ha hecho mal y rectificarlo. Por mi parte, le pregunto a J. Román
¿qué cosas nuevas él propone hacer? Como extremista de izquierda él
también tendrá propuestas... Por mi parte estoy totalmente de
acuerdo con la opinión de G. M. Blanco Pérez, publicada el mismo
día, ahí se dicen cosas que a lo mejor a J. Román le ayuden.
R. Marchante Cabrera