La mayor amenaza que tiene hoy nuestro socialismo,
es la inercia
Desde el comienzo mismo de este espacio, leo con
interés todas las opiniones que se publican de los lectores. Gama de
ideas diversas, que nos brinda información para apreciar las
inquietudes e inconformidades que tienen nuestros ciudadanos
honestos con aquellos problemas que limitan o entorpecen el
desarrollo social en nuestro país —algunas apasionadas, pero todas
interesantes—, que creció significativamente bajo la capa protectora
de una Revolución que nos dio muchos derechos y que hoy,
lamentablemente, no logra que cumplamos nuestros deberes como
corresponde.
Nuestros problemas son tantos y tan variados que
sería imposible enumerarlos, aunque en este espacio de lo que más se
habla es de la deficiente gastronomía y su posible solución, la
escasa producción agrícola y de alimentos, las dificultades con el
transporte, la vivienda y otros no menos agudos, como los excesivos
y tortuosos trámites documentales que por cualquier situación
debemos realizar.
A muchas cosas negativas y desagradables nos
enfrentamos a diario, que lastran un tanto el deseo de ser felices
en nuestra propia tierra. ¿A qué obedecen? Incapacidad. Indolencia.
Extremismo. Burocracia. Errores de interpretación de algunos
funcionarios sobre normas aplicadas por organismos superiores, donde
no cabe flexibilidad alguna.
Podríamos preguntarnos: ¿Qué fines persiguen? ¿A
quiénes dañan? Cada uno puede hacer sus propias conclusiones,
porque, aunque con diferentes matices, todos los días afrontamos
algo así.
La mayoría de los criterios expresados en este
espacio son coincidentes en que debemos, más temprano que tarde,
cambiar lo que no anda bien, yo diría que desde hace bastante
tiempo, haciendo valer el concepto Revolución expresado por nuestro
Comandante en Jefe. Coincido con el propósito. Pero el asunto no es
nada sencillo. El mundo enfrenta una crisis económica global que
perdura. El cruel imperio que nos amenaza, no afloja su bloqueo y el
creciente cambio climático, con sus cada vez más frecuentes
desastres naturales, nos castiga con inmensas pérdidas materiales.
Todo esto influye negativamente en nuestra economía y por otra
parte, lo que se ha deformado durante más de 20 años, transmutando
hábitos y conductas, no cambiará fácilmente. Tenemos que ser
realistas. Será un proceso largo que requerirá de serios estudios y
medidas complejas, que en ciertos momentos, de una u otra forma, nos
afectarán a muchos —provocando la resistencia al cambio de no pocos,
que en alguna medida y de distintas formas se benefician de la
situación actual—, hasta aproximarnos al reordenamiento lógico que
aspiramos en todas las esferas de la economía y la sociedad, que
nuestro pueblo merece.
¿Cuánto puede demorar? En buena parte dependerá de
nosotros mismos, pues otro importante problema que enfrentamos, es
el llamado "bloqueo interno" y la excesiva centralización, que
generalmente se traduce en crear cada vez más trabas burocráticas.
Tengo la convicción de que el patrimonio estatal
—entiéndase del pueblo—, es excesivamente grande y diverso y nunca
seremos capaces de controlarlo como se requiere, por lo que sería
muy favorable desprenderse de todos aquellos servicios de menor
envergadura o producciones de artículos simples que pueden
desarrollarse artesanalmente, aprovechando la iniciativa y el
talento de quienes los ejerzan, de forma competitiva, auspiciados y
organizados por los Consejos de la Administración en el marco de
cada localidad. Todo ello brindaría nuevas y mejores opciones para
los consumidores, abrumados hoy por tantas necesidades, a veces
insolubles. Creo que esta decisión no se apartaría de la esencia de
nuestro sistema socialista y por demás, ningún Estado, por rico que
pueda ser, debe desaprovechar la oportunidad de utilizar a su favor
ese potencial, trazando también una justa política impositiva, que
satisfaga los intereses comunes de todos los ciudadanos,
garantizando a los mismos la igualdad de oportunidades que una
sociedad como la nuestra ofrece a todos sus miembros.
Por otra parte, tenemos que ser capaces de
comprender el redimensionamiento laboral que comienza y apoyarlo,
dejando a un lado el habitual paternalismo que siempre nos acompaña.
Los trabajadores del sector estatal deben ser los mejores, los más
preparados, los más eficientes y los mejor remunerados; al mismo
tiempo sus cuadros y dirigentes los más responsables, honrados,
honestos, capaces, sensibles, exigentes y dedicados.
Debe llegar a ser para cada ciudadano una aspiración
suprema, trabajar en el sector estatal. Los que no lo logren o no lo
deseen, tendrán otras opciones, en dependencia también de su propia
capacidad y creatividad, dentro de marcos legales.
Cambiemos nuestra mentalidad estancada y el estado
actual de las cosas, sin aferrarnos a esquemas que han mostrado su
incapacidad para solucionarlas. No podemos temer al cambio. Nunca
tuvo miedo nuestro pueblo, ni cuando Girón, ni cuando la Crisis de
Octubre, ni en otras muchas ocasiones. Estoy seguro que si las
medidas que se apliquen se estudian bien y se controla su desarrollo
y ejecución, sin prisa, pero oportunamente, haciéndose los ajustes
necesarios que la realidad vaya sugiriendo, como se ha venido
haciendo con la distribución de terrenos improductivos, los
resultados irán demostrando que nuestro sistema social se verá
fortalecido y nuestra vida será menos tensa y más agradable.
No hay alternativa. Solo un proceso como el que nos
proponemos, seguramente con algunos tropiezos que debemos saber
reajustar, resolveremos nuestros problemas. Apoyemos las medidas de
la dirección del país y tengamos confianza, pero ante todo,
eduquemos a nuestros descendientes y cumplamos el deber social que
individualmente nos corresponde.
La mayor amenaza que tiene hoy nuestro socialismo,
es la inercia.
M. Mulet Ochoa
Un desafío prioritario antes de buscar nuevas formas de propiedad
He leído sistemáticamente todas las opiniones
publicadas los viernes en la columna Cartas a la Dirección. Los
temas relacionados con nuevas formas de propiedad en gastronomía y
pequeñas empresas los considero satisfactorios y compatibles con una
sociedad socialista, pero antes de pensar en la pequeña propiedad
privada, tendremos que buscar y rediseñar una estructura adecuada
que garantice un eficiente y racional funcionamiento en los procesos
productivos y de servicios en toda la sociedad.
Cuando hacemos un organigrama funcional e integral
en su conjunto de las estructuras productivas, con sus flujos, con
enfoque de procesos y sus diagramas de recorrido, identificamos
fácilmente una irracionalidad representativa, en muchos casos
repeticiones innecesarias de infraestructuras puntuales, en otros,
ausencia total de algunos servicios, excesos de instalaciones
administrativas subordinadas verticalmente al municipio, provincia y
nación, empresas provinciales y municipales innecesarias, ¿por qué
una empresa provincial de pan y dulce?, si las panaderías y
dulcerías pueden ser autónomas, ¿por qué una gigantesca
administración de subordinación del comercio minorista?, si también
las tiendas pueden ser autónomas, ¿por qué tanta subordinación
vertical a los organismos centrales del Estado y no buscar una mayor
autonomía en las provincias y municipios?, ¿por qué tanto gigantismo
ministerial?, ¿por qué tantos ministerios, si con el apoyo de la
informática y la computación con 5 ó 7 ministerios se pueden dirigir
todas las esferas de nuestra sociedad?
Cada vez que diseñamos o fundamos una empresa
administrativa, genera innecesariamente gastos en inmuebles, gastos
eléctricos, gastos en salarios, equipos ligeros y sobre todo una
barrera de autoridad para las administraciones de base. Debemos, sin
generalizar, fomentar en algunos segmentos de nuestro sistema,
pequeñas y medianas empresas autónomas con una red mayorista
eficiente que les garantice sus materias primas y una subordinación
financiera mediante impuestos progresivos, convenios, etc., donde
sus trabajadores puedan sentirse estimulados por su gestión
productiva.
Creo que con esto mejoraría el nivel de la
productividad y por consiguiente una mejora en la calidad de vida de
nuestro pueblo.
O. Curbelo Dacosta
¿Dónde está el doliente del gasto de agua?
Granma publicó hace unos días la situación que
presenta el agua por las grandes sequías.
Trabajo en un organismo que es gran consumidor de
este preciado líquido y por lo menos a mi entidad, aunque tenemos el
plan hecho internamente para el año no aprobado por el nivel
superior y seguimos de cerca su cumplimiento no se le exige por
este, como en el caso de la gasolina, una información sobre el gasto
de este renglón tan importante. Es mi criterio que no existe un
control por las instancias superiores de este gasto. Debemos fijar,
al igual que la gasolina, un plan y se vele por su cumplimiento de
modo que se obligue a ahorrar este preciado líquido.
Si gastamos un litro más de gasolina por encima del
plan nos piden informe sobre las causas de este incumplimiento pero
si gastamos 10 metros cúbicos o más de agua, incluso por derroche o
despilfarro no pasa nada, nadie pide nada. El problema está dado
porque mi auto se mueve con gasolina no con agua, pero si falta el
agua y no tenemos para beber es peor porque perdemos la vida,
entonces ¿cuál es más importante, la gasolina o el agua?
Recabo de quien corresponda se establezcan de
inmediato estos controles porque con informaciones, llamadas de
atención, etc., el despilfarro y sobreconsumo no se van a eliminar.
Hay que poner un plan a cada organismo desde las instancias
superiores del país y exigir su cumplimiento y el que se pase aunque
sea un litro, que le requieran lo mismo que con la gasolina y se
verá que el consumo baja. Ahí está la clave para ahorrar, lo demás
es pura fantasía.
R. P. Campos
Algunas ideas sobre la producción de carne vacuna
Con fecha 23 de abril se publicó en esta sección la carta enviada
por H. Fajardo Rivero, titulada Sobre la producción y oferta de
carne bovina y con fecha 7 de mayo se publica la remitida por J.
Álvarez López La producción y oferta de carne bovina merece
seguimiento.
De hecho estoy de acuerdo con ambos ciudadanos en que el
productor de carne vacuna debe y tiene derecho a consumir parte de
su producción y que se deben implementar medidas que propendan al
crecimiento de la masa y a evitar el hurto y sacrificio ilegal, pero
me opongo a que se autorice a los propietarios a sacrificar ganado,
a la vez pienso y expongo cómo se pudiera implementar, logrando al
mismo tiempo, crecimiento de la masa, así como aumento de la
producción de leche y del peso vivo por cabeza y obtención de más
carne.
1ro. Crear las condiciones de alimentación y manejo para evitar
las muertes por accidentes y/o desnutrición.
2do. Evitando el hurto y sacrificio del ganado, otorgar el
derecho a consumir parte de la producción obtenida, cuando esta se
haya vendido al Estado.
Esta decisión debe ser abarcadora y debe involucrar a todas las
formas de producción y a todo tipo de propietarios, desde aquellas
entidades poseedoras de muchas cabezas y de aquellas personas que
solo poseen una vaca o una yunta de bueyes, a todos los colectivos
de trabajadores y a las familias de todos ellos.
Un ejemplo ilustrativo: si en Villa Clara, el hurto y sacrificio
y las muertes por las diferentes causas, solamente se hubieran
limitado al 50%, el crecimiento de la masa en vez de 9 000 cabezas
fuera de 19 500 cabezas.
En mi provincia, el hurto y sacrificio ilegal como promedio en
los últimos 10 años han alcanzado la cifra de 2 535 cabezas y en el
2009 fueron de 2 714 cabezas.
En esta provincia, el crecimiento de la masa en el 2009 fue de 9
158 cabezas, si se hubieran evitado al 50% los hurtos y las muertes,
el incremento sería de 17 099 cabezas.
Las categorías más afectadas, vacas dedicadas a la producción de
leche y bueyes de trabajo.
En esta provincia, solo con el 60% de las vacas hurtadas en
ordeño y una lactancia de 210 días se hubieran producido 294 210
litros más de leche fresca, los que sustituyen la importación de
elevadas cantidades de leche en polvo.
La tracción animal —bueyes— sustituye, solo trabajando 180 días
en el año, preparando tierra, 311 051 litros de combustible.
Además, si tenemos en cuenta que las pieles de todos estos
animales hurtados se pierden y con las mismas se pueden producir no
menos de 15 000 pares de medias botas de trabajo, el monto de las
afectaciones en divisas es respetable, solo en esta provincia.
Considero que cuando los tenedores de ganado vendan a las
empresas estatales, no importa el fin, y/o entreguen al matadero
cualquier cantidad, categoría y calidad, estos reciban en carne el
2% del peso vivo de los animales entregados.
Para tener derecho a este beneficio, tendrían que cumplir las
condicionantes siguientes:
- No haber tenido hurto y sacrificio de ganado vacuno en los
últimos seis meses anteriores a la venta que realiza o accidente.
- Tener cumplido el plan de carne y de entrega de leche a la
industria o al comercio según corresponda, si es que tiene plan.
- Tener crecimiento de la masa y/o mantener el número inicial,
independientemente de sexos y categorías, salvo excepciones
fundamentadas.
También pensamos: la carne a la que tengan derecho los
productores nunca debe ser a precios subsidiados, sino al precio
promedio según facturas de ventas de los animales entregados.
De tomarse en consideración estas ideas u otras similares y
llevarse a la práctica en un lapso de tiempo relativamente corto, se
verá: crecimiento de la masa, incremento de la producción de leche y
aumento del peso vivo por cabeza y de la producción de carne.
El valor en pie de las cabezas de ganado hurtado y sacrificado a
los precios actuales está por encima de 5,0 millones de pesos en
daños a la economía y a la sociedad.
M. A. Santos Torres
A propósito del ahorro del papel: algo no anda bien
Creo que si no reaccionamos rápido y cambiamos
nuestro hábito de imprimirlo todo, de crear sistemas y controles
basados en copias y fotocopias de todo, contrapartidas de las
contrapartidas de lo mismo, estamos corriendo el riesgo de que nos
sorprenda el descontrol por falta de papel y enredos. Casi todo lo
hemos diseñado pensando en el papel y ya la noticia nos tocó a las
puertas: los principales proveedores de papel en el país, de toner,
cintas, impresoras, no tienen el producto disponible. Esto era de
esperar con la información que teníamos. Debíamos actuar con mente
de rayo y adaptarnos rápido a las circunstancias, tomando todas las
decisiones a tiempo para evitar el descontrol.
Mi empresa se ha visto en la necesidad de gastar
hasta 4.00 CUP para recibir el servicio de una hoja fotocopiada con
información contenida en un contrato y cumplir con sus clientes. Un
especialista de nivel superior, como un ingeniero informático o un
licenciado en economía, brindamos un servicio cuyo costo es de 13.16
CUP la hora. Conclusiones: con el servicio de una hora de un
especialista podemos cubrir el gasto de menos de 4 hojas de papel
impresas por un proveedor. Eso no alcanza para imprimir ni una copia
del contrato. Algo no anda bien.
Ya no es una regla que el proveedor imprima el
contrato como es su deber. Generalmente lo imprime quien le urja más
vender o recibir el producto o servicio. Los contratos pueden viajar
por correo electrónico hasta que una de las partes se decide a
"hacer el gasto".
Yo sugeriría que se autorizara a las empresas a que
fuera válida una información común para todos los contratos y que
sea publicada en su sitio web, reconocido y registrado. El jurídico
certificaría esa información, nos ahorraríamos muchas hojas, pues
solamente plasmaríamos en el contrato lo que diferencia un cliente
de otro. Aún no tenemos implantado en el país el comercio
electrónico, será un sueño cuando los contratos, facturas y muchos
otros documentos contables tengan validez en formato electrónico,
pero sí creo que podemos hoy hacer uso de algunos de sus principios
que nos ayuden en la adaptación a las nuevas condiciones.
Y no son solo los contratos, son muchos documentos
de control, que hoy los tenemos pensados en modelos individuales,
pero que si los diseñáramos en formatos de registros nos
ahorraríamos enorme cantidad de papel, fotocopias y toner. ¿Por qué
no podemos garantizar un correcto control de las dietas, por
ejemplo, si en lugar de llenar un modelo lo hacemos en un registro
donde aparecen todos los elementos de las dietas emitidas?
Nos acostumbramos a dar prioridad en tener una
computadora y una impresora al lado, pero hoy es mucho más necesario
que esa computadora esté conectada a la red nacional de transmisión
de datos y accediendo a los varios miles de páginas web que ya
tenemos publicadas en el dominio .cu, les daríamos un uso más
eficiente a las más de 700 000 computadoras que recientemente
informó un alto directivo del MIC que existen en nuestro país.
es hora de que reaccionemos y que cada cual juegue
su papel: unos para convocar a estudiar el problema con un plazo
determinado para hacer una propuesta, otros para tomar decisiones y
otros para ejecutarlas.
R. Álvarez Castillo
Sin disciplina, nada funcionaría
Resulta imposible no sentirse hondamente preocupado
con las reiteradas manifestaciones de indisciplina social, falta de
control y exigencia, abulia, acciones depredadoras de algunas
personas, robos y otras expresiones que deterioran cada vez más los
valores, la dignidad, la vergüenza y otras cualidades, que debieran
ser inherentes a todo ser humano racional, máxime cuando nos
referimos a ese ser humano que vive en la sociedad más justa y
humana de cuantas hayan existido, con capacidad para percibir lo
bueno y lo malo, lo que construye y lo que destruye, con un alto
nivel de instrucción, con una atención médica igual o mejor a la que
reciben los millonarios en otros países, y con todas las
posibilidades para llegar hasta donde su capacidad y voluntad le
permitan.
No pretendo filosofar con esto ni tratar de
transmitir ideas que todos los que escriben a esta excelente Sección
conocen muy bien, sino compartir nuestras preocupaciones, las cuales
se fundamentan en que nos desgastamos en denuncias, trabajos
periodísticos muy buenos por cierto, exhortaciones, excelentes
crónicas, pero los depredadores siguen rompiendo, destruyendo, y el
Estado sigue arreglando y pagando lo que otros arruinan, los robos
no disminuyen y otras muchas manifestaciones contrarias y totalmente
ajenas al Socialismo.
Los métodos persuasivos, la educación, la labor
política e ideológica, prevalecerán, pero solos no llegarán a
ninguna parte, es necesario conjugarlos con acciones severas de
exigencia, control, fiscalización, multas cuando sea necesario, que
predomine un ambiente sano, de disciplina, respeto, que el ciudadano
llegue a la conclusión que la mejor alternativa es pagar el ómnibus,
que le resulte más económico pagarlo que no pagarlo y así los
ejemplos serían cuantiosos.
Creo que cada Ministerio, Empresa y Entidad, deben y
pueden enfrentar sus problemas y dificultades y comenzar —al menos—
a revertir esta preocupante situación.
Del transporte podemos editar libros enteros del
abanico de dificultades que se observan todos los días y a toda hora
y que en su mayoría se han publicado, pongamos un solo ejemplo: la
evasión de los simbólicos 40 centavos que ya a casi nadie le
interesa depositar en las alcancías, muchos prefieren entregarlos al
chofer sin ninguna simulación: jueves 29 de abril del 2010, ruta 18,
carro No. 5151, 6:50 p.m., en tres o cuatro paradas observamos que
la mayoría de las personas entregaron el dinero al chofer y no lo
depositaron en la alcancía, sin duda, esas mismas personas y el
propio chofer se enferman y el Estado, al que roban, les salva la
vida en un hospital sin cobrarles un centavo.
Cuando usted aborda un ómnibus de a peso, se da
cuenta que no hay control de ningún tipo y ese peso por supuesto no
va al Estado, puesto que nadie se ocupa de organizar o instrumentar
procedimientos o acciones que pongan fin a esta lamentable
situación.
En los agros, bodegas y otros sitios el robo se ha
impuesto como cultura y el que compra también ha tenido que hacerse
de cultura de estafado, pero lo peor es que no se observan medidas
de ningún tipo que protejan al consumidor, el que roba lo hace todos
los días y se mantiene en su puesto inamovible, además del maltrato
casi generalizado, la falta de monedas fraccionadas, en nuestra red
comercial casi nadie vende, aunque todos compramos.
Estas y muchas otras manifestaciones son fáciles de
demostrar, además nuestra prensa aporta los datos suficientes para
llegar a esta conclusión y hay que reiterarlo cuantas veces sea
necesario, todo esto es incompatible con el Socialismo, le hace
mucho daño, en especial un daño político extraordinario.
Para concluir, que por razones de espacio no debo
prolongar, en torno a la polémica de los cambios, las cooperativas y
la palabra que por lógica a todos espanta: las privatizaciones;
ningún cambio, ninguna medida, nada sería realmente efectivo si no
se rescata una férrea disciplina en todas las direcciones, con
persuasión o coerción, puesto que sin disciplina, realmente nada
funcionaría.
N. Valdés Pereda