Publicadas el 22 de abril 2011

Para eliminar las indisciplinas

En la pasada edición de Granma, en esta sección, el lector E. Peñate Morales hacía referencia al uso indebido de una bandera cubana, en uno de los estadios desde donde se trasmitían los partidos de pelota.

Lamentablemente aun cuando existe la Ley No. 42 de los símbolos nacionales y el Decreto No. 143 del Comité Ejecutivo del Consejo de Ministros que reglamentó el uso de estos, se violan con regularidad ante la vista de todos, pues como este caso se difunden por la televisión, sin que muchas veces nos percatemos de esta indisciplina.

Recientemente en una céntrica pescadería de la ciudad de Sancti Spíritus una bandera cubana cubría el cristal roto de una vidriera, le llamé la atención al administrador y este de inmediato la retiró, pero me confesó que nadie le había advertido que eso no se podía hacer.

Aunque el desconocimiento de la ley no nos exime de su cumplimiento, comparto las propuestas del lector, cuando señala que sería provechosa una mayor divulgación, a lo que yo le añadiría la exigencia correspondiente en su cumplimiento, porque como recordaba el compañero Raúl en el Informe Central al Sexto Congreso: "No hay peor ley que aquella que no se cumple o no se hace cumplir".

Con fecha 19 de octubre del 2005, el periódico Granma publicó un amplio comentario sobre los símbolos de nuestra cubanía, donde se explicaba en detalle el reglamento de su uso, que sería bueno releer para no seguir violando la ley.

Debemos recordar que para que exista disciplina además de la exigencia en el cumplimiento de lo establecido, hay que persuadir, orientar y denunciar y en eso, los medios de difusión tienen un papel importante para eliminar las indisciplinas.

A. Arteaga Pérez

El salario, motor de la economía

El salario es para la familia, lo que para la empresa es el capital y para los servicios, deporte, cultura y servicios comunales es el presupuesto.

Me desempeño en la salud pública y el país no podrá equiparar salarios en esta rama hasta que la economía con los crecimientos propuestos y alcanzados lo permita.

Sin embargo, la administración del presupuesto asignado para salarios en cualquier unidad presupuestada puede servir de fuente de "justicia salarial" si se permite a la dirección de la entidad "pagar por resultados" sin solicitar un centavo más al presupuesto del Estado.

Cada unidad presupuestada tiene asignado un presupuesto anual para salario que se desagrega mensualmente y está obligada a entregar resultados, comprometidos en los objetivos de trabajo a alcanzar en el año.

Hoy el parámetro que determina si un trabajador "cobra o no el salario completo" está dado "solo" por la puntualidad y la asistencia, sin embargo, el aprovechamiento de la jornada laboral, el cumplimiento de los objetivos de trabajo y la satisfacción de quien recibe el servicio, no influyen ni determinan en lo que recibe por el trabajo desarrollado, aunque estos son los estándares que miden el cumplimiento del objetivo social de esa entidad ante la sociedad que la financia.

En esencia se trata de permitir al director de la entidad manejar el fondo de salario asignado, respetando la escala salarial de cada quien, pero aplicando proporcionalmente a ella el cumplimiento individualizado de la puntualidad, asistencia, aprovechamiento de la jornada laboral, cumplimiento de los objetivos propuestos y la satisfacción de la población.

Esto quiere decir que un trabajador que cumpla al 80 % en resultado, deja de utilizar un 20 % del fondo de salario y que debe ser distribuido entre aquellos que hayan sobrecumplido los resultados en el mismo periodo.

Así estoy convencido de que aplicaremos la esencia económica del socialismo en cada puesto de trabajo: "De cada cual su capacidad y a cada cual según su trabajo"; y por qué no aspirar también a redistribuir territorialmente el fondo que no se utilizó en aquellas unidades que aportan más donde los objetivos propuestos se alcanzan ágilmente y con calidad.

Esto conlleva a mi juicio tres procesos paralelos que sustentan esta propuesta:

1º Es imprescindible una evaluación del trabajo al detalle, oportuna y justa.
2º El análisis disciplinario de los incumplidores por la repercusión negativa en el incumplimiento de los objetivos de la entidad en el periodo evaluado.
3º Facultar a los directivos para demover, sustituir y cesantear con la debida justicia a los incumplidores reiterativos.

Quien no rinda lo que sabe y debe, debe dejar el lugar a otro y el jefe que sea injusto lleve lo que le toca.

Trabajemos por aplicar los lineamientos aprobados del Sexto Congreso del Partido.

J. P. Granados Tápanes

La institucionalidad y la preparación de cuadros

Cuando el compañero Raúl Castro era Ministro de las FAR, tuvimos el privilegio de escuchar y hasta el día de hoy "tener como una Biblia" su intervención en las conclusiones de la Reunión de análisis de la marcha del Perfeccionamiento Empresarial en las FAR, celebrada el 5 de marzo de 1996.

Ubicaba entonces en los "mandos" intermedios la debilidad principal, expresando que no se podía admitir que existieran jefes que no dominaran aspectos básicos, más bien elementales de la contabilidad, el costo y las finanzas.

La expresión "Mando" no debe asustar a nadie, no es un "militarismo"; tómense como las cuatro funciones principales de la dirección (administración); estas son: Planificar, Organizar (lo planificado, por supuesto), Dirigir (lo planificado y organizado) y Controlar. El control "retroalimenta", puesto que las desviaciones detectadas, junto a las novedades aparecidas, conforman de hecho un nuevo ciclo de Planificación-Organización-Dirección-Control.

Otras partes de su intervención las dedicó a la contratación, a la mercadotecnia, a que todos cobraran "por los resultados reales generados", a la calidad. Hablando en términos populares: "La intervención no tiene desperdicios". De tener la prensa acceso parcial o completo a ese documento, puede servir de mucho en las circunstancias actuales.

Aunque desde mucho antes el Sistema Empresarial de las FAR se había concentrado en elevar la preparación de sus oficiales, cuadros y dirigentes civiles, no caben dudas de que a partir de las citadas conclusiones se produjo un salto cualitativo en la preparación de los "Mandos Intermedios".

Llevamos más de 11 años fuera de las FAR, trabajando como jefe de un grupo comercial, no por loas personales podemos decir que nunca hemos dejado de superarnos y que con bastante frecuencia "releemos esa Biblia".

En el plano personal hace tiempo que estamos preocupados por la manifiesta debilidad que observamos en la preparación real en asuntos económicos y jurídicos de muchos cuadros, dirigentes y administradores; efectivamente, lo más preocupante es que esos cuadros, dirigentes y administradores "crecen" o suben por los escalones de dirección y se llevan consigo esas deficiencias al nivel superior.

Si la preparación económica resulta insuficiente, la jurídica es peor, rozando con las violaciones de la legalidad socialista hasta en la figura de la Constitución de la República de Cuba. Si no se respetan la Constitución, las leyes y demás normas de ordenamiento jurídico-legal, hablando en buen cubano, "estamos fritos".

A nuestro entender y observación, se ha creado una seudocultura jurídica, con la dañina idea de que se pueden "reinterpretar o modificar" las leyes a criterio o conveniencia, afectando principios constitucionales o la letra de los instrumentos jurídicos.

Reflexionemos: ¿Puede dirigir alguien correctamente sin dominar la amplia legislación laboral aplicable; la de responsabilidad material, la legislación básica sobre contratos, las de salud pública, la de protección e higiene, las de finanzas y precios, las enlazadas particularmente con la protección al consumidor, etcétera, etcétera?

La preparación no puede ser exclusivamente a costa de Liborio. La experiencia nos enseña que existen quienes han pasado 80 cursos y siguen siendo buenos para nada. Hay que incentivar la autopreparación. Si Ud. eligió su vida laboral como dirigente o administrador y no siguió siendo tornero o maestro, tiene que prepararse constantemente. Ningún plan de capacitación va a resolver, si antes no existe por parte de la persona el interés por superarse y la correspondiente motivación.

Lo anterior no quita la capacitación dirigida. Universidad para Todos pudiera brindar un buen sostén; además de trasmitir cursos en concreto, sale el tabloide para el autoestudio. Por ese medio los cubanos hasta hemos aprendido de Meteorología; entonces: ¿Por qué no podemos por esa vía fortalecer tanto a los cuadros, dirigentes y administradores como a la propia población que también lo requiere?

No se debe pasar por alto la calidad como otro tema importante. La calidad "de todo" —como nos dijo Raúl en aquellas conclusiones—, no se improvisa, la calidad se diseña. Esto es tan válido para los procesos productivos como para los de servicios. Lo que se diseña se plasma en documentos normativos que luego se controlan.

Aparte de las mencionadas, se puede listar otro buen número de asignaturas o disciplinas que debiera conocer con mayor o menor profundidad un administrador o dirigente, entre otras: principios de la dirección, legislación laboral en su forma más amplia, organización del trabajo y los salarios; organización científica del trabajo, empleo de los medios de cómputo y de ofimática aplicada al centro, negociaciones, mercadotecnia, etcétera, etcétera, por supuesto, que en lo referido a la actividad o actividades principales que administra o dirige.

Hay que estudiar de forma permanente; el mero hecho de poseer educación superior no garantiza la calidad y cualidad de ningún administrador o dirigente.

J. L. Marichal Castillo

Sin regreso al pasado

Soy jubilado y durante mi vida laboral ejercí durante 22 años nada menos que cinco profesiones auxiliares de la medicina, tres de ellas en contacto directo con el paciente, antes de graduarme de Ingeniero, profesión que ejercí 20 años más.. Así que dentro del sector de la medicina tuve la oportunidad de conocer lo que era antes del 59 y lo que fue después. Por eso cuando leí el mensaje suscrito por los doctores Céspedes y Pardo Gómez, pensé que para la mayoría de nuestro pueblo, favorecido y agradecido de una de las conquistas de nuestro socialismo, que es la medicina gratuita para todos como obligación del Estado cubano, le pueda parecer una historia de horror y misterio que algunos piensen regresar a la práctica de la medicina privada, donde el paciente es solamente una mercancía más.

Supe de las mutualistas. Una mutualista que se respetara no admitía nuevos asociados después de cumplir los 45 años o que fuera portador de enfermedades crónicas, eso era pérdida. En la que trabajé tenía una nómina de unos 30 médicos en todas las especialidades y una excelente atención de forma general. Pero todo no era color de rosa, ya que un simple socio no podía elegir a cierto cirujano para que lo interviniera, so pretexto de tener su agenda muy cargada por varios meses. Un lugar en esta agenda se conseguía concertando con él un pago adelantado, nada barato por cierto, que incluyera su anestesista, enfermeras de salón y atención particular de enfermería los tres turnos. Decía que con ello "garantizaba un posoperatorio feliz que no le enturbiara su labor". Medicamentos, equipos y hospitalización eran cubiertos por la mutualista, sin recibir nada a cambio. Menos mal.

Un ejemplo de la otra cara del "mutualismo", radicaba en una casona del Vedado. En ella empleaban a algunos estudiantes de enfermería no graduados para pagarles menos salario y admitían "socios con cualquier edad". Pero esto no era nada más que una fachada para encubrir la verdadera razón de ser de aquella "clínica" que era la práctica del aborto, aunque en la capital pululaban las consultas particulares donde se practicaba el aborto, del que salían las pacientes directamente para sus casas. Podemos imaginar la atención médica que se les brindaba a los esperanzados ancianos, cuando ni siquiera en su staff médico existía un geriatra. Se les entregaban algunos medicamentos, "muestras gratis" que se colectaban, clasificaban y guardaban en el garaje de la casona, ahorrándose la clínica su costo. El resto de los medicamentos "recetados", la mayoría, solamente se vendían en la farmacia de la esquina, con la cual la clínica tenía un convenio financiero. Ni qué decir que las recetas indicaban nombres de medicamentos producidos por los llamados "laboratorios chiveros", envasadores de medicinas producidas por otros laboratorios, pero ya a punto de llegar a su fecha de vencimiento, y que pagaban una prima a los médicos que "recetaban sus especialidades farmacéuticas". Hasta este punto llegaba la desvergüenza. Y todo esto pasaba porque en los hospitales solo se ingresaba si se le entregaba al político de turno las cédulas electorales que les exigían.

Al menos comprobamos que en Internet escribe cualquier cosa cualquier pelagatos. Aspiramos a que todos tengamos Internet, pero debemos abrir los ojos y aprender a leer en ella, para no dejarnos confundir con esos "cantos de sirena" que en mi opinión no tienen nada de ignorantes, sino de muy mal intencionados o quizás muy bien pagados. Así que: ¿Mutualismo, pensionistas, consultas particulares, muestras gratis, laboratorios chiveros, pago de prima por recetar basura, cédulas electorales para ingresar? No, gracias. Primero prefiero que se hunda Cuba en el mar, antes de regresar al pasado.

Fernando G. Buitrago Torres

La injusticia hecha a una persona, es la amenaza para muchas

Les escribo, pues vivo en el municipio de Colombia, en la provincia de Las Tunas, donde mi padre, de 63 años, jubilado, ejerce como trabajador por cuenta propia, en la actividad Elaborador vendedor de alimentos y bebidas no alcohólicas al detalle, de forma ambulatoria hace alrededor de tres meses, ajustándose a las normas establecidas.

El 16 de marzo del 2011, cuando se encontraba vendiendo refrescos en vasos desechables, y trayendo el líquido en pomos, llegó a su encuentro el inspector Gustavo Fernández con número de carné de inspector 154, y le dijo que le impondría una multa. Dicha multa se la aplica el 22 de marzo del 2011 (seis días después), luego de haber ido mi padre en dos ocasiones que él le había citado de forma verbal, y no se encontró en la Oficina, por lo que el mencionado día, le exigió a mi papá que fuera nuevamente a la Oficina Municipal de los Inspectores. La multa fue de 250.00 pesos, por el artículo 4, inciso 1, del Decreto Ley 174, De las contravenciones personales de las regulaciones del trabajo por cuenta propia, por el motivo que poseía un reloj en su brazo izquierdo.

Mi padre le declara su inconformidad con la multa, y firma los papeles, aclarando que va a reclamar, pues primero debe cumplir y luego protestar. Dicha resolución en el artículo e inciso mencionados, dice: "incumpla las normas higiénico-sanitarias vigentes...". En la cual el hecho que da pie a la multa es el mencionado reloj. Consultando las normas cubanas Manipulación de los alimentos—requisitos sanitarios generales (NC 455:2006), en el apartado 3.7, dice: "No usarán prendas u otros objetos que constituyan riesgo de contaminación para los alimentos". (Un reloj en el brazo izquierdo, no constituye ni por error, un riesgo de contaminación, para vender refrescos). Parece que para los inspectores de este municipio, la Norma Cubana antes mencionada, la cual poseo y les presenté, no tiene validez.

Mi papá realizó la apelación de dicha multa el 23 de marzo del 2011, ante el Director municipal de los Inspectores (Hermes Zayas Almeida), contando este según la ley, con 15 días naturales para investigar el caso y dar respuesta tres días después, un total de 18 días. El domingo 10 de abril del 2011, a las 9:10 p.m., se hace presente en el domicilio de mi papá el custodio de la Oficina municipal de los Inspectores (Jesús Sol), a traer la notificación, la cual dice "Sin lugar". Mi padre, no aceptó, ni firmó dicha notificación, exigiéndole al compañero, que le hiciera del conocimiento al Jefe de los Inspectores, que debería ser él, el que debía traer la notificación. (El mismo custodio dijo que dentro de su contenido de trabajo no está llevar notificaciones a nadie y menos a las 9 y 10 de la noche).

Escribo a esta Sección, para que se conozca de la injusticia. Pues siempre he escuchado y afirmo, que la injusticia hecha a una persona, es la amenaza para muchas.

R. Sutil Delgado

Cuentapropistas o revendedores

Soy un asiduo lector de esta Sección. Quiero señalar un tema que me preocupa en lo particular, pero que a la vez considero una preocupación de muchas personas y está referida a las personas que ejercen como cuentapropistas en los puntos de venta llamados "catres", que por lo menos en nuestra Ciudad de Holguín son muy comunes encontrarlos en disímiles lugares.

Considero que en este tipo de puntos de venta se deben autorizar la comercialización de productos artesanales, bisutería y diferentes objetos de esta misma línea, lo que no puedo entender es que se vendan en estos puntos productos que se comercializan en las redes de tiendas en divisas o mercados estatales a los que se les aumenta desmedidamente su precio, luego de realizar la conversión de su precio original al peso cubano o se aumenta por lo general dos o tres veces el que tenía en el mercado estatal; además, generalmente se trata de productos que o son deficitarios, o han sido rebajados de precio, dando lugar al acaparamiento de estas mercancías para su reventa en los ya citados "catres" adonde tienen que acudir en definitiva quienes no pudieron adquirirlos en las tiendas en divisas o mercados, igualmente allí pueden encontrarse artículos que no se venden en las tiendas y que no se sabe de qué manera llegaron hasta allí. Pienso que es aconsejable analizar esta situación. No estoy en contra de esta forma del trabajo por cuenta propia, pero sí de que se revendan con total impunidad productos que se comercializan de manera estatal y que constituyen una fuente de enriquecimiento para personas inescrupulosas que les hacen llegar los mismos a estos revendedores que es realmente en lo que se convierten quienes los comercializan.

J. A. García Caballero

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