Publicadas el 18 de marzo 2011

Efectos en la economía del país de cocinar con electricidad

Para hacerme eco de lo planteado por E. Guerra García en la edición de Granma del 11 de marzo donde pide, entre otras cosas que algún especialista saque también los números que duelen igualmente para el país¼ , me decidí a dirigirme a esas páginas para referirme al tema.

Es bueno aclarar que con lo que aquí planteo no pretendo revisar políticas que se desarrollaron en el país de modo muy acertado en el momento en que se adoptaron, pero hoy, de acuerdo con la situación económica imperante, es preciso hacer adecuaciones.

Mis argumentos a grandes rasgos son:

Es cierto que el gas licuado del petróleo es 1,98 veces más caro que el crudo mejorado, el cual es el que más se utiliza en Cuba para producir electricidad. La afirmación anterior la baso en el precio que fijó la Resolución 389 -2010 del Ministerio de Finanzas y Precios.

Pero para valorar correctamente esta situación tenemos que tener en cuenta que para hacer llegar la energía eléctrica que demandan nuestros equipos de cocción hay que emplear más de cinco veces la cantidad de ese crudo mejorado por las siguientes razones:

Su contenido calórico es el 75 % del contenido del GLP.

El aprovechamiento de la energía que contiene ese combustible apenas es el 35 % por las pérdidas que ocurren en los procesos termo y electroenergéticos que suceden en las centrales eléctricas.

También hay que tener en cuenta las pérdidas por el traslado de esa energía desde la central generadora hasta llegar al electrodoméstico en cuestión, el que es el encargado de transformarla nuevamente en calor, además este no aprovecha más del 80 % de la energía que consume en la cocción de los alimentos.

Se puede demostrar, técnicamente, teniendo en cuenta lo anteriormente citado, que el gas licuado resulta más barato 1,95 veces que el crudo mejorado para producir la electricidad que se utilizará en cocinar nuestros alimentos.

No es solo el inconveniente anterior el que hace que la electricidad sea la menos recomendada para las condiciones concretas de nuestro país para que sea utilizada, sino porque nuestros hábitos de vida son muy similares para la gran mayoría de la población, y ocurre que entre el horario de las 5 de la tarde a las 9 de la noche casi todos ponemos en servicio nuestros equipos de cocción y como que almacenar la electricidad es extremadamente caro, hay que producirla en el mismo instante en que la utilizaremos.

Los expertos plantean que ese incremento hace aumentar la demanda en un 8 %, lo que significa que tendrá que entrar a trabajar más de un 8 % de unidades generadoras en ese horario, habrá que transferir un 8 % de más energía y que las pérdidas por lo menos aumentarán en más de un 8 % en ese periodo por lo que habrá que continuar haciendo inversiones para eliminar las zonas de bajo voltaje, etc., ya que el consumo doméstico aumenta junto con la población.

Desde mi punto de vista, como especialista, esta situación con el aumento de la demanda se suprime si es el gas licuado el que utilizáramos como energético para la cocción de nuestros alimentos, porque es posible almacenarlo y transportarlo más económicamente que la electricidad.

Con lo anterior estaríamos cumplimentando en el Proyecto de Lineamientos del VI Congreso del Partido el número 226 que dice:

MANTENER UNA PRÁCTICA ACTIVA EN EL ACOMODO DE LA CARGA ELÉCTRICA, QUE EVITE O DISMINUYA LA DEMANDA MÁXIMA Y REDUZCA SU IMPACTO SOBRE LAS CAPACIDADES DE GENERACIÓN.

Puedo hacer más extensa la lista de razones para justificar con números los elementos por los cuales en la actualidad se impone un cambio en la política energética del país y usar en cada caso el portador que mejores resultados pueda brindar, acorde a las circunstancias donde se utilizará la energía y efectuando siempre un análisis de COSTO / BENEFICIO, los técnicos llevamos una buena parte de esta responsabilidad.

E. Fuentes Tur

Mala aplicación de la norma jurídica

Soy abogado en el ejercicio de la profesión, y quisiera emitir mi criterio, pues el pasado viernes 11 de marzo publicaron varias opiniones que de una forma u otra son inquietudes y preocupaciones sobre las medidas adoptadas y que desde mi punto de vista tienen un denominador común: la mala interpretación y aplicación de la norma jurídica por quien corresponde, pues muchas veces no se cumple con lo legislado o se aplica indebidamente.

Pienso que esto está ocurriendo continuamente debido a que se están poniendo en las manos de directivos y funcionarios normas jurídicas, sea cual sea la jerarquía, para lo cual no se preparan con la debida coherencia y responsabilidad, se toma muy a la ligera la aplicación de las normas administrativas principalmente, lo que conlleva a la insatisfacción del pueblo o de la persona afectada; existen demasiados cuerpos de inspectores aplicando decretos leyes, y no en pocos casos tienen la mejor preparación al igual que otros directivos o funcionarios tomando decisiones, sin amparo legal alguno o distante de la norma jurídica.

La preparación y la responsabilidad, unido al sentido de pertenencia, pueden ser la clave para que no haya tantas quejas e insatisfacciones de la población en contra de la Administración.

F. Menéndez Tamayo

Control vs. recepción-distribución

En estos momentos en que se están discutiendo las propuestas del Partido en la base, donde se analizan los criterios sobre el proyecto de Lineamientos que serán los aspectos que se tomarán en cuenta en el próximo VI Congreso del Partido, creo que en sentido general en la economía son aspectos imprescindibles e inviolables los principios contables, cosas que siempre han estado vigentes, pero que no se han cumplido en la mayoría de los casos, por poco apoyo de las direcciones de las empresas a la actividad económica, falta del personal contable o por motivos de indisciplinas que todos conocemos.

A los que nos hemos dedicado a esta actividad, nos alegran muchísimo estos nuevos aires de control que tanta falta han hecho siempre y por lo que hemos luchado y propuesto tantas veces, sin resultados positivos, pues los mismos conllevan mucha disciplina, además de un control riguroso y supervisar muy de cerca su erradicación.

Los resultados de las medidas dictadas requieren que se discutan en los Consejos de Dirección continuadamente, cosa que no ha ocurrido así en la mayoría de los casos, sin ánimo de generalizar, pues casi siempre se ven cuando otra auditoría los detecta nuevamente, faltando el ojo previsor para evitar que se repitan.

Cuántas pérdidas se producen por la violación de uno de los principales principios que es el causante de males como la incorrecta revisión en la recepción de los recursos, que se repiten también en la distribución, faltantes que se tapan por conveniencia de sujetos que sacan provecho de estos aspectos. Un buen jefe de almacén es el principal velador porque esto no ocurra, en años anteriores se proponían para estos cargos a los que menos nivel cultural tenían, o que por alguna invalidez física no podían seguir en determinado puesto de trabajo. También el bajo salario que desgraciadamente cobran los que tienen esta responsabilidad, que es un centro neurálgico de una empresa.

Existen recursos que requieren determinadas condiciones de almacenamiento y en lo que se debe tomar en cuenta que pueden vencerse por la fecha en que se propusieron, donde se viola esa fórmula vieja que dice que en estos casos se les deben dar salida tomando en cuenta su vencimiento, para cumplir aquella vieja norma de primero que entra, primero que sale.

Muchos de estos recursos pasan al mercado subterráneo, por llamarlo por un nombre, significan una pérdida para la economía, además de la corrupción que pueden originar.

En estos momentos en que se han dado pasos de una apertura del trabajo por cuenta propia, sobre todo para la gastronomía popular, está claro que sabemos que este mercado tiene fuentes de autoabastecimiento por la falta de control de las empresas, por lo que urge, a pesar de que quizás el Estado no tenga condiciones en estos momentos, hacer un esfuerzo por crear las empresas con precios mayoristas, porque de no hacerlo, se crearía un gran problema que afectarían los pasos que se están dando.

El pueblo agradece estos servicios, pero hay que definir con nombre y apellidos, qué se puede vender y qué no se puede, cuáles deben tener respaldo de vales y cuáles no, existe una gran interrogante con esto y los comerciantes serios están atentos e inseguros por la no determinación de este aspecto. La solución no es el acoso de los inspectores, la solución es eliminar esas ilegalidades que hemos creado durante años por no tomar la decisión de legalizar muchas cosas que están pendientes de solución y que ahora, por suerte, se están analizando y estamos seguros que en el VI Congreso del Partido se tomarán las medidas que requiere la economía a la que aspiramos. En vez de solicitar documentos de la mercancía adquirida, debemos duplicar los esfuerzos para evitar que salgan de nuestros almacenes y de las empresas que la generan.

Es necesario velar también por el incremento de las tasas que originalmente se impusieron, pues existen quejas de los que pusieron estos negocios, que se les aumentan a cada rato las mismas; de seguirse esta práctica, si es real, puede acabar con esta magnífica idea de la gastronomía popular, por lo que sería bueno que se aclarara la política a seguir y evitar los comentarios que se están creando. Son situaciones producto de que estas medidas son nuevas y se supone que se vayan adecuando y perfeccionando paulatinamente.

L. Rodríguez Blanco

Inconformidad de trabajadores azucareros con
su situación laboral

Somos cinco trabajadores que hemos transitado por procesos anteriores de reubicación desde que se extinguió en el año 2002 el Complejo Agroindustrial Azucarero La Demajagua, en el municipio de Manzanillo. Al ser extinguido el CAI, surgió una granja agrícola agroindustrial con el mismo nombre, donde fuimos reubicados con el promedio o garantía salarial, según lo dispuesto por documentos de la Tarea Álvaro Reynoso en aquel entonces.

En estos momentos y por razones que no vamos a explicar para no dilatar nuestra reclamación nos convierten supuestamente en una UBPC, dicha granja no se ha extinguido, pasando la Empresa Agrícola integral de Manzanillo a llamarse inexplicablemente granja con el mismo nombre y tomando todos los nombramientos y atributos de la entidad entre ellos: cuenta bancaria, código y hasta dirección particular que no coincide siquiera con la nuestra ya que radicamos en el campo a 16 km de la ciudad de Manzanillo, los que debían extinguirse por altas pérdidas económicas serían ellos.

A raíz de todas estas decisiones los grandes afectados salarialmente somos los trabajadores, ya que el actual administrador no quiere pagarnos el promedio según lo plantea la Disposición Transitoria en la página # 96, pues nos consideramos trabajadores como lo explica el artículo # 4 del propio reglamento.

¿Para quién es aplicable esta disposición que forma parte de la Resolución # 35 de octubre del 2010". Expresamos nuestra inconformidad con los que violan las leyes impunemente, aun con lo planteado por el Presidente del Consejo de Estado y de Ministros, en concordancia con lo editado por el periódico Granma en su página 10 del 4 de febrero de 2011: "No se puede cambiar una decisión oficial, eso es violar la Ley".

M. Medina Núñez y G. Rosabal Díaz

Ventas de tanques de agua con una diferencia de precio
de casi mil pesos

El pasado 21 de febrero compré un tanque para agua de 600 litros en el Centro comercial de San Agustín, La Lisa a un precio de 2 315,00 pesos. Cuando lo comenté con una compañera de trabajo me dijo que ella los había visto en La Habana del Este en $1 370,00 pesos. Pensé que eran más pequeños, pero me quedé con la duda y seguí indagando y pasé por la tienda Lisamar de mi propio municipio y ciertamente allí estaba el mismo tanque con la misma capacidad, pero el precio de venta era de 1 370,00 pesos.

Me dirigí a la Zona de Comercio y no tenían respuesta. Me personé en la Dirección de Comercio de La Lisa y allí me dijeron que ellos sabían de esa situación pero que habían venido con ese precio en la factura y que nos había tocado perder.

Esa respuesta me indignó, ¿de qué protección al consumidor se habla? ¿Tengo que quedarme de brazos cruzados y perder 945,00 pesos sin saber siquiera por qué el cambio de precio entre una unidad y otra?

N. Cabrera

La bicicleta, un tema necesario

El Proyecto de Lineamientos de la Política Económica y Social dirigido al VI Congreso de nuestro glorioso Partido, ha despertado muchas expectativas en cada ciudadano cubano y esencialmente en los que confiamos plenamente en la Revolución. Considero que ha sido profundo su análisis y discusión en cada sitio de la geografía cubana, donde todos hemos tenido la posibilidad de emitir nuestros criterios y contribuir a su enriquecimiento.

La apertura de estos importantes y democráticos espacios, fue el escenario que me inspiró a abordar el tema del tan sencillo pero imprescindible medio de transporte que es la bicicleta. No constituye un secreto el hecho de que un considerable porcentaje de la población, esencialmente dentro de la localidad de residencia, se transporta en su ciclo y en muchos casos, condicionado por limitaciones en las vías de acceso, resulta el único medio seguro de transportación. Además, muchas de esas personas son estudiantes o trabajadores que necesitan llegar puntuales a desempeñar su labor. En respuesta a la actual crisis económica, es esencial el incremento de la productividad y la eficiencia, pero para ello hay que aprovechar al máximo la jornada laboral. En correspondencia, la puntualidad de cada trabajador a su centro laboral es un factor determinante. Ahora solo queda preguntarnos: ¿Están creadas las condiciones para garantizar que al menos los trabajadores puedan adquirir piezas de repuesto, gomas y cámaras para su bicicleta?

Tal vez coincidan conmigo en que la respuesta a esta interrogante está explícita en el elevado nivel de insatisfacciones que escuchamos a diario. Ya no solo se aborda la insuficiente calidad de las gomas y su elevado precio, ahora se suma el déficit acentuado de las mismas. Estos problemas, en su conjunto, han abierto brechas a los revendedores ilícitos y a su vez han provocado que muchos ciudadanos hayan tenido que prescindir de su "imprescindible bicicleta". Por todo lo expuesto, manifiesto la necesidad impostergable de que este tema sea valorado con la profundidad que requiere.

R. Expósito Pérez

La computación y la contabilidad

En la década de los 60 trabajé en el departamento económico de una fábrica, éramos tres compañeros incluyendo al jefe y en personal solo laboraba una compañera.

Había cientos de trabajadores que cobraban cada 15 días. Las nóminas se hacían a mano con todo el desglose de descuentos.

En el departamento existía solamente una máquina sumadora de Checoslovaquia marca Ascota con la cual se hacían todos los cálculos contables.

En la fábrica además, había almacenes con cientos de rubros incluyendo piezas terminadas, existían las cuentas por cobrar y por pagar, había control del gasto de combustible, control de los costos de producción, inventario de almacén, medios básicos, etc.

Cuando llegaba el cierre de la contabilidad a fin de mes, se hacía en dos jornadas de trabajo, y al día siguiente el contador principal que llevaba la contabilidad de esa fábrica y de otra de la misma empresa hacía entrega del balance y todo seguía su curso normal. Nunca vi extender ni un día la jornada laboral en el departamento de contabilidad para terminar el balance.

En los días actuales existen los medios de computación, se supone que todo sea más fácil y menos engorroso ya que las máquinas hacen los cálculos y viabilizan la redacción de los documentos necesarios. No es así, el que suponga eso, supone mal, ahora en un departamento económico existe cuatro veces más personal que los que se necesitaba en aquella década cuando se trabajaba a mano, y no habían computadoras.

En la actualidad para hacer el balance de la contabilidad del mes, el personal de un departamento económico de cualquier entidad, tiene que trabajar varios días fuera de la jornada laboral hasta la noche sin recibir ningún tipo de remuneración, no dan abasto las computadoras, documentos que se hacen en las máquinas también tienen que hacerse a mano, ¿para qué entonces las impresoras?

La cantidad de documentos sobre los buroes y otros en cajas seguro que garantizan, si se reciclara, el papel para un periódico.

En realidad no entiendo. He buscado alguna explicación por lo que he indagado con auditores de diferentes organismos incluyendo la fiscalía y la respuesta es sencilla: es lo que está establecido.

Si existiera una explicación convincente que no sea lo que está establecido, por favor quisiera conocerla o es que todo eso está burocráticamente establecido y hay que cambiarlo como todo lo que hay que cambiar según el concepto de Revolución del Comandante en Jefe.

Ahora que se quieren racionalizar plazas además de cambiar las estructuras inoperantes que existen, se deben analizar los sistemas de contabilidad y el uso de la computación, a fin de hacerle más satisfactorio y operativo el trabajo a esos compañeros.

Se han hecho uniones de empresas y se ha racionalizado personal en el departamento económico, pero como el sistema contable es el mismo, al cabo de poco tiempo se incrementa la plantilla del departamento con más compañeros que los que había con anterioridad.

La cosa no es racionalizar plazas si se mantiene el complejo engendro del sistema contable que se convierte en un suplicio para los trabajadores que lo realizan, si no, pregúntele a un económico.

Me parece que se han creado tantos controles burocráticos para tratar de evitar el robo que, como resultado, se ha logrado complejizar el trabajo del departamento económico hasta convertirlo en un martirio, y el robo no se elimina.

He conversado con económicos de entidades de diferentes sectores, hoteles, transporte, cadenas de tiendas, MINBAS, Academia de Ciencias, etc., todos están obstinados por lo complejo, difícil y burocrático que es el trabajo de un departamento de contabilidad. Cuando logran que los liberen del cargo la alegría se les refleja en el rostro y otros quisieran dejarlo pero, por otros beneficios como el tener un carro permanecen en el "suplicio".

La computación no llegó para complejizar el trabajo sino para humanizarlo y hacerlo más fluyente y confiable; estamos en el momento preciso de cambiar ese engendro.

E. del Valle Martínez

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