Publicadas el 17 de julio de 2009

Exigir y cuidar en la escuela como en la casa

He leído de la introducción del estudio de la asignatura Historia de Cuba en diferentes grados de la enseñanza secundaria, que ayudará mucho más a reafirmar valores en nuestros jóvenes y niños.

Siempre he trabajado con niños y aún lo hago con mis 70 años de edad.

He podido observar cómo en algunas escuelas se maltratan las sillas y mesas y no se exige responsabilidad a maestros y alumnos.

Creo que este próximo curso debemos ser más exigentes y no permitir que las sillas se usen para mecerse como si fueran sillones, que se les cuelguen pesadas mochilas en el espaldar, que se rueden en vez de levantarse, como tampoco mandarlas a reparar cuando ya estén inservibles.

En fin, que la palabra de ahora en lo adelante debe ser: Cuidar lo que la Revolución nos ha dado como lo hacemos con los muebles que tenemos en la casa, y hablarles a las nuevas generaciones del pasado en las escuelas públicas donde la mayoría de los niños no tenían en qué sentarse, ni contaban con libros y libretas para estudiar.

B. Aragón Álvarez

Coger el toro por los cuernos

Cuando leíamos las cartas publicadas el viernes 10 de julio de 2009, en particular las que se titulan: De todo como en botica a bordo de ASTRO, Siguen las ilegalidades en La isla del coco y Se necesitan acciones concretas contra los vagos, no tuve otra alternativa que volver a lo que en otras ocasiones hemos insistido tanto. ¿Qué hacen las direcciones de esas entidades y sus niveles superiores?, ¿acaso puede haber algo más importante que evitar esas tropelías que entorpecen el avance del socialismo y socavan los valores compartidos, la moral, la dignidad, el honor, la vergüenza y la economía del país?

Hace falta que los oídos receptivos acaben de aparecer, y que la voluntad para enfrentar esos problemas y otros muchos acabe de germinar.

Si permitimos que en estos lugares o en cualquier otro, se desarrollen actividades lucrativas, ilegalidades u otros males, que cada vez se disimulan menos, les estaremos haciendo un daño irreparable al socialismo y sus valores.

Creo que aún estamos a tiempo de que todos los cubanos con dignidad —que somos la inmensa mayoría— acorralemos a los que se han despojado de todo honor e insisten en vivir del sudor del pueblo trabajador.

Por los casos que leemos, por lo que vemos, por lo que nos dicen, por las preocupaciones que a diario nos llegan de muchos ciudadanos honestos, esta situación es mucho más seria que nuestra capacidad de imaginación.

Es hora de coger el toro por los cuernos y, junto a la labor político-ideológica, de persuasión, divulgación, spots televisivos y de radio, hacen falta medidas concretas, acciones prácticas, puesto que nuestra Revolución llegó al poder sin compromisos con nadie, salvo con el pueblo trabajador.

Estamos en la obligación de defender el socialismo a todo costo y a toda costa y esos que cometen esos delitos o permiten que se cometan pudiendo evitarlo, contra el pueblo y su Estado, al parecer no están interesados en defender sus propios intereses, puesto que la disyuntiva es socialismo o barbarie, y la barbarie ya la conocemos bien y retroceder a ese infierno ni en un sueño.

N. Valdés Pereda

Pedimos una solución para el vertedero en el Consejo Popular Pilar-Atarés

Los abajo firmantes, somos vecinos de las calles Quinta y San Felipe, en la Circunscripción No. 11 del Consejo Pilar-Atarés, en el Cerro, y nos dirigimos a usted para que en la sección del periódico Cartas a la Dirección se publiquen los inconvenientes que están afectando a nuestra área.

Precisamente en esa esquina, nada menos que frente al Círculo Infantil Batalla de Ayacucho, existe un vertedero de basura formado por los desechos de los carros que Comunales de La Habana Vieja, que está ubicado en la Calzada de Cristina y San Felipe, vierten periódicamente en él; habiéndose formado un hueco, donde depositan y vierten los desechos.

Después de un tiempo, indefinido, Comunales los recoge y, posteriormente, se repite la operación, manteniendo una imagen "antihigiénica" y produciendo esto moscas, cucarachas y malos olores que afectan a todos los vecinos.

Allí hay colocados, además, dos contenedores de basura, que no dan abasto, dado que no los recogen todos los días y la basura se va acumulando en sus alrededores, lo cual se suma a lo anterior.

Esta situación se ha informado a través de los "estados de opinión", en reuniones con el Poder Popular o reportándola telefónicamente.

Queremos una solución, no una justificación.

Firmado por 59 vecinos de la localidad entre ellos:

A. Serrano, H. Hernández Marrero y M. Moreno Naranjo

¿Y cómo arreglar la puerta del refrigerador?

Desde hace varios meses estoy afrontando un problema con el refrigerador Haier Marca 250 de dos puertas, que adquirí hace años, el cual estoy pagando con un crédito bancario por valor de $6254.68 que me descuentan de mi salario.

Pues bien, hace alrededor de 8 meses a la puerta inferior del refrigerador (grande) se le partió el plástico donde va la bisagra que la sostiene y la misma, como es lógico al no tener de donde sostenerse al abrir el aparato, se descuelga. Debo decir, además, que en varias ocasiones la he encontrado abierta, lo que provoca que el gasto de energía eléctrica es inmenso (contradictorio con el objetivo que tienen esos equipos por los cuales hicimos el cambio que es el de ahorrar energía eléctrica), y el daño que le ocasiona al mismo es incalculable. Debo aclarar que mi núcleo familiar es de tres personas todas adultas y muy cuidadosas, por lo que no ha sido por maltrato al mismo, al contrario. Hasta aquí les cuento el daño que tiene el equipo.

Ahora les voy a relatar lo que hace 8 meses vengo padeciendo una vez que me dirigí al taller (perteneciente a la Empresa de Servicios Cienfuegos) donde se supone que reparen estos equipos. En dicho lugar siempre que he ido (alrededor de 10 veces) me dicen que ellos lo han reportado al Puesto de Mando que atiende el Programa Energético, que radica en la empresa antes mencionada, y en este puesto de mando me dicen que ellos lo reportan a DIVEP que son los encargados de suministrarles las piezas a ellos, añadiéndome que esas puertas no han entrado nunca. En DIVEP me dicen que ya están entrando las piezas de repuesto de aires acondicionados, pero no de otro tipo, que debo seguir llamando para entonces enterarme cuándo es que entran las puertas.

¿Hasta cuándo tengo que esperar que estas entidades se pongan de acuerdo y aparezca la dichosa puerta? ¿Cuántas visitas más me quedan por hacer a ese taller? ¿Tendré que estar por tiempo indefinido esperando que algún día llegue la puerta de mi refrigerador que hace tiempo que estoy pagando y que por lo menos me quedan 8 años para terminar de pagarlo? Además, como ya no está en garantía tengo que abonar por ella.

M. Aguilar Fonseca

Tengo dinero, pero no puedo comprar por la falta de un modelito

El pasado miércoles me presenté en la tienda La Cordial, de Santiago de las Vegas, en el municipio Boye-ros, con la intención de comprar un ventilador. Durante un tiempo observando los distintos modelos puestos en exhibición me decidí por uno de los llamados "de pared".

Mis esperanzas cayeron al piso cuando me dirijo a la dependiente para solicitar la compra del equipo y la misma me informa que, aunque los equipos están en exhibición, no se pueden vender ya que la unidad no cuenta con modelos de Propiedad de equipos electrodomésticos.

Es triste que, aunque se conoce la importancia de la Propiedad, no se pueda adquirir el artículo por falta de un modelito.

R. Martínez Domínguez

Si de despilfarro se trata

Regresando a casa en la ruta 15 me percaté que a la 1:10 de la tarde los faroles del Parque Central estaban encendidos. Me indigné, pero el despilfarro lo seguí apreciando minutos más tarde en las lámparas del alumbrado público de la cuadra del policlínico Turcios Lima. Si tanto odio les tenemos a los apagones ¿no hubo nadie que se fijara en esto? ¿Adónde se pudiera llamar para comunicar estos despilfarros y se actúe de inmediato para detener tal derroche?

N. Castro Casart

De cal y de arena en el transporte urbano santiaguero

El 1 de enero de 2008 comenzaron a circular por las calles santiagueras los diez primeros ómnibus articulados, que de antemano habían sido anunciados por nuestro presidente Raúl Castro Ruz.

La ruta 24 de la ciudad fue la primera en beneficiarse, y aunque, en honor a la verdad, no se resolvía el problema, se sintió alivio. Más adelante, en los días cercanos al 26 de Julio se incrementaron a 18, con lo que se fortaleció esa misma ruta.

Vale decir que la población siempre ha estado muy pendiente de dos cosas: la frecuencia con que estas pasaban y su estado higiénico. La primera de estas situaciones nunca ha escapado a la crítica de los pasajeros, porque bajan en un "tren" y suben en otro, y cuando se han pedido explicaciones, a mi modo de ver se ha intentado justificar algo con lo que todavía no se ha podido satisfacer a este pueblo. La otra preocupación tiene que ver con la falta de limpieza. Yo mismo desde mi asamblea de rendición de cuenta expuse mi insatisfacción con el estado higiénico de las guaguas, por dentro y por fuera. Es justo reconocer que pude notar un cambio.

Para mí lo más significativo está no ya en ese cambio, sino en la constancia y la permanencia del chofer que conduce el ómnibus 564. Es ejemplo de atención a su vehículo, parece que es de él, que se lo lleva para su casa. Este chofer muestra un sentido de pertenencia nada lejano a lo que debe ser imitado por todos. Esa guagua nunca está empolvada. Se ve que es constantemente fregada, barrida, que se limpian los cristales. Además, no maltrata a ningún pasajero, tiene paciencia para que los viajeros suban y se corran, recoge siempre que sea posible.

Da gusto. Confieso que he visto acercarse dos ómnibus, y si me percato que el de atrás es el 564, corro el riesgo de esperar. Para mí ha valido la pena. Otra cosa: siempre pone música o la radio y lo hace a un volumen adecuado. En esa guagua hay higiene. Sin dudas, esto influye en el estado de ánimo de los pasajeros, que evidentemente lo agradecen. No sé cuándo descansa, pues lo he visto manejar desde la mañana hasta bien entrada la noche. Yo he sabido que a veces dedica parte de su tiempo libre para dar mantenimiento. Le pido que se cuide y le deseo que tenga mucha salud.

Aprovecho para felicitar a este chofer del que no sé su nombre, pero siempre es el que conduce el ómnibus 564.

También aprovecho para preguntar a la Dirección de Transporte de mi municipio Santiago de Cuba: ¿Qué ocurre que en todas las paradas clave no hay inspector para garantizar disciplina? ¿Qué sucede que en las primeras horas de la mañana hay excesiva demora de las rutas? ¿Cómo se explica que con tantas limitaciones haya ómnibus que se trasladen vacíos de un extremo a otro de la ciudad, cuando van para la base? ¿Cuál es la proyección?

Reitero, el principal objetivo de mi escrito es saludar a ese chofer, pero escaparía de la realidad si al abordar el tema del transporte no incluyera unas pocas de las tantas inquietudes que nos ponen en un estado de irritación y molestia. Me gustaría saber la respuesta de la Dirección de Transporte. Que se multipliquen los ómnibus 564.

A. A. Ramos Banteurt

¿Por qué meses de demora en la distribución de correspondencia?

En mas de una ocasión se han publicado opiniones y quejas sobre los servicios de la Empresa de Correos de Cuba (ECC). A continuación relato mi inquietud.

Tengo muchos amigos por correspondencia en varios países y en ocasiones reclaman que no se les responden las cartas, aquí narro las causas.

La demora en la distribución en la Gerencia de Cambio Internacional (GCI) en la Ciudad de La Habana, lo que en ocasiones facilita la violación y robo de la correspondencia, facilitando que al llegar a las manos del destinatario llegue abierta, faltándole en muchas ocasiones algún regalo u obsequio como postales, tarjetas de teléfono, calendarios, etc.

¿Es que son los trabajadores de la ECC tan "preocupados" que le ahorran el placer al destinatario de abrir su correspondencia, pues llega abierta y con un pedacito de cinta que dice Correos de Cuba?

Citaré algunos ejemplos personales (tengo otros) sobre la demora en la distribución de la correspondencia que es lo que me preocupa, pues una carta después de llegar al país demora hasta 5 meses en llegar a su destino.

¿Será lógico que una carta que entre al país a menos de 1 mes de impuesta, demore entre 3 y más meses en llegar a su destino?

Sabemos la situación económica que atraviesa el país, pero pienso que esto es un problema de organización y exigencia de la GCI en Ciudad de La Habana.

Me pregunto y pregunto a los directivos de la Empresa de Correos de Cuba:

¿Qué respuesta hay ante esta demora? ¿Cuáles son las causas que generan esta demora en la distribución? ¿Qué acciones encaminan para erradicar o disminuir estas demoras?

L. Moya Domínguez

País de Origen  Fecha de imposición Recepción en Cuba GCI Llegada a destinatario Demora en Cuba
España 18 marzo 2009 20 marzo 2009 10 julio 2009 4 meses
España 13 abril 2009 15 abril 2009 10 julio 2009 3 meses
Brasil 16 marzo 2009 8 abril 2009 10 julio 2009 3 meses
Israel 4 abril 2009 27 abril 2009 10 julio 2009 3 meses

El cliente nunca tiene la razón

Me dirijo a esta sección para quejarme del maltrato sufrido en el Establecimiento de Productos Cárnicos de 10 de Octubre entre O’farrill y Avenida Acosta, municipio de 10 de Octubre.

En la tarde del miércoles 8 de julio, poco antes de las 5, traté de comprar dos libras de jamonada en ese establecimiento. El dependiente, además de darme el extremo, lo cortó de manera que era inaceptable llevarse "aquello". Yo le dije "por favor puede darme de otra parte", y me dijo que no. "Entonces lo siento, no lo quiero" y el dependiente me gritó en forma descompuesta "por aquí no vuelvas que no te voy a despachar", manoteando con el cuchillo en la mano. Los del resto de la cola quedaron estupefactos, tal vez pensando que me había atrevido a desafiar al todopoderoso dependiente.

Me gustaría hacer dos preguntas:

1.-¿El establecimiento es propiedad del dependiente y él decide a quién y cómo despacha? Si es así, qué mal cuida sus intereses.

2.-¿Está establecido que el cliente tiene que conformarse y llevarse lo que decida el dependiente?

Yo creo que ya es hora de educar a los dependientes de los establecimientos, pues se ha hecho la mala costumbre de que el que despacha —que no es por supuesto el que paga—, decide lo que una se debe llevar y eso no es así.

Yo parto del presupuesto de que cada cual es cómplice del trato que recibe en cualquier situación, ¿será que con la escasez nos hemos olvidado de nuestros derechos como consumidores, y los dependientes de sus deberes y oficio?

Es hora de salirles al paso a estas actitudes que desgraciadamente se han convertido en algo "normal" en todas partes. Rompa-mos con esta cadena de anormalidades.

Estoy segura de que no soy la única que se ha enfrentado a este tipo de irregularidad, y todo esto fue en presencia y con la anuencia de la administradora.

M. Dolores Díaz

Envíe su correspondencia a:
Periódico Granma. Departamento de Atención al Lector. General Suárez y Territorial. Plaza de la Revolución. La Habana, Cuba. Código Postal: 10699. Zona Postal Habana 6, Apartado Postal 6187 o al correo electrónico: cartasaladireccion@granma.cip.cu Teléfonos 881 9712 o 881 3333, extensiones: 143,145, 148, 177.
 

 

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