Exigir y cuidar en la escuela como en la casa
He leído de la introducción del estudio de la
asignatura Historia de Cuba en diferentes grados de la enseñanza
secundaria, que ayudará mucho más a reafirmar valores en nuestros
jóvenes y niños.
Siempre he trabajado con niños y aún lo hago con mis
70 años de edad.
He podido observar cómo en algunas escuelas se
maltratan las sillas y mesas y no se exige responsabilidad a
maestros y alumnos.
Creo que este próximo curso debemos ser más
exigentes y no permitir que las sillas se usen para mecerse como si
fueran sillones, que se les cuelguen pesadas mochilas en el
espaldar, que se rueden en vez de levantarse, como tampoco mandarlas
a reparar cuando ya estén inservibles.
En fin, que la palabra de ahora en lo adelante debe
ser: Cuidar lo que la Revolución nos ha dado como lo hacemos con los
muebles que tenemos en la casa, y hablarles a las nuevas
generaciones del pasado en las escuelas públicas donde la mayoría de
los niños no tenían en qué sentarse, ni contaban con libros y
libretas para estudiar.
B. Aragón Álvarez
Coger el toro por los cuernos
Cuando leíamos las cartas publicadas el viernes 10
de julio de 2009, en particular las que se titulan: De todo como
en botica a bordo de ASTRO, Siguen las ilegalidades en La
isla del coco y Se necesitan acciones concretas contra los
vagos, no tuve otra alternativa que volver a lo que en otras
ocasiones hemos insistido tanto. ¿Qué hacen las direcciones de esas
entidades y sus niveles superiores?, ¿acaso puede haber algo más
importante que evitar esas tropelías que entorpecen el avance del
socialismo y socavan los valores compartidos, la moral, la dignidad,
el honor, la vergüenza y la economía del país?
Hace falta que los oídos receptivos acaben de
aparecer, y que la voluntad para enfrentar esos problemas y otros
muchos acabe de germinar.
Si permitimos que en estos lugares o en cualquier
otro, se desarrollen actividades lucrativas, ilegalidades u otros
males, que cada vez se disimulan menos, les estaremos haciendo un
daño irreparable al socialismo y sus valores.
Creo que aún estamos a tiempo de que todos los
cubanos con dignidad —que somos la inmensa mayoría— acorralemos a
los que se han despojado de todo honor e insisten en vivir del sudor
del pueblo trabajador.
Por los casos que leemos, por lo que vemos, por lo
que nos dicen, por las preocupaciones que a diario nos llegan de
muchos ciudadanos honestos, esta situación es mucho más seria que
nuestra capacidad de imaginación.
Es hora de coger el toro por los cuernos y, junto a
la labor político-ideológica, de persuasión, divulgación, spots
televisivos y de radio, hacen falta medidas concretas, acciones
prácticas, puesto que nuestra Revolución llegó al poder sin
compromisos con nadie, salvo con el pueblo trabajador.
Estamos en la obligación de defender el socialismo a
todo costo y a toda costa y esos que cometen esos delitos o permiten
que se cometan pudiendo evitarlo, contra el pueblo y su Estado, al
parecer no están interesados en defender sus propios intereses,
puesto que la disyuntiva es socialismo o barbarie, y la barbarie ya
la conocemos bien y retroceder a ese infierno ni en un sueño.
N. Valdés Pereda
Pedimos una solución para el vertedero en el
Consejo Popular Pilar-Atarés
Los abajo firmantes, somos vecinos de las calles
Quinta y San Felipe, en la Circunscripción No. 11 del Consejo Pilar-Atarés,
en el Cerro, y nos dirigimos a usted para que en la sección del
periódico Cartas a la Dirección se publiquen los
inconvenientes que están afectando a nuestra área.
Precisamente en esa esquina, nada menos que frente
al Círculo Infantil Batalla de Ayacucho, existe un vertedero de
basura formado por los desechos de los carros que Comunales de La
Habana Vieja, que está ubicado en la Calzada de Cristina y San
Felipe, vierten periódicamente en él; habiéndose formado un hueco,
donde depositan y vierten los desechos.
Después de un tiempo, indefinido, Comunales los
recoge y, posteriormente, se repite la operación, manteniendo una
imagen "antihigiénica" y produciendo esto moscas, cucarachas y malos
olores que afectan a todos los vecinos.
Allí hay colocados, además, dos contenedores de
basura, que no dan abasto, dado que no los recogen todos los días y
la basura se va acumulando en sus alrededores, lo cual se suma a lo
anterior.
Esta situación se ha informado a través de los
"estados de opinión", en reuniones con el Poder Popular o
reportándola telefónicamente.
Queremos una solución, no una justificación.
Firmado por 59 vecinos de la localidad entre ellos:
A. Serrano, H. Hernández Marrero y M. Moreno
Naranjo
¿Y cómo arreglar la puerta del refrigerador?
Desde hace varios meses estoy afrontando un problema
con el refrigerador Haier Marca 250 de dos puertas, que adquirí hace
años, el cual estoy pagando con un crédito bancario por valor de
$6254.68 que me descuentan de mi salario.
Pues bien, hace alrededor de 8 meses a la puerta
inferior del refrigerador (grande) se le partió el plástico donde va
la bisagra que la sostiene y la misma, como es lógico al no tener de
donde sostenerse al abrir el aparato, se descuelga. Debo decir,
además, que en varias ocasiones la he encontrado abierta, lo que
provoca que el gasto de energía eléctrica es inmenso (contradictorio
con el objetivo que tienen esos equipos por los cuales hicimos el
cambio que es el de ahorrar energía eléctrica), y el daño que le
ocasiona al mismo es incalculable. Debo aclarar que mi núcleo
familiar es de tres personas todas adultas y muy cuidadosas, por lo
que no ha sido por maltrato al mismo, al contrario. Hasta aquí les
cuento el daño que tiene el equipo.
Ahora les voy a relatar lo que hace 8 meses vengo
padeciendo una vez que me dirigí al taller (perteneciente a la
Empresa de Servicios Cienfuegos) donde se supone que reparen estos
equipos. En dicho lugar siempre que he ido (alrededor de 10 veces)
me dicen que ellos lo han reportado al Puesto de Mando que atiende
el Programa Energético, que radica en la empresa antes mencionada, y
en este puesto de mando me dicen que ellos lo reportan a DIVEP que
son los encargados de suministrarles las piezas a ellos, añadiéndome
que esas puertas no han entrado nunca. En DIVEP me dicen que ya
están entrando las piezas de repuesto de aires acondicionados, pero
no de otro tipo, que debo seguir llamando para entonces enterarme
cuándo es que entran las puertas.
¿Hasta cuándo tengo que esperar que estas entidades
se pongan de acuerdo y aparezca la dichosa puerta? ¿Cuántas visitas
más me quedan por hacer a ese taller? ¿Tendré que estar por tiempo
indefinido esperando que algún día llegue la puerta de mi
refrigerador que hace tiempo que estoy pagando y que por lo menos me
quedan 8 años para terminar de pagarlo? Además, como ya no está en
garantía tengo que abonar por ella.
M. Aguilar Fonseca
Tengo dinero, pero no puedo comprar por la falta
de un modelito
El pasado miércoles me presenté en la tienda La
Cordial, de Santiago de las Vegas, en el municipio Boye-ros, con la
intención de comprar un ventilador. Durante un tiempo observando los
distintos modelos puestos en exhibición me decidí por uno de los
llamados "de pared".
Mis esperanzas cayeron al piso cuando me dirijo a la
dependiente para solicitar la compra del equipo y la misma me
informa que, aunque los equipos están en exhibición, no se pueden
vender ya que la unidad no cuenta con modelos de Propiedad de
equipos electrodomésticos.
Es triste que, aunque se conoce la importancia de la
Propiedad, no se pueda adquirir el artículo por falta de un
modelito.
R. Martínez Domínguez
Si de despilfarro se trata
Regresando a casa en la ruta 15 me percaté que a la
1:10 de la tarde los faroles del Parque Central estaban encendidos.
Me indigné, pero el despilfarro lo seguí apreciando minutos más
tarde en las lámparas del alumbrado público de la cuadra del
policlínico Turcios Lima. Si tanto odio les tenemos a los apagones
¿no hubo nadie que se fijara en esto? ¿Adónde se pudiera llamar para
comunicar estos despilfarros y se actúe de inmediato para detener
tal derroche?
N. Castro Casart
De cal y de arena en el transporte urbano
santiaguero
El 1 de enero de 2008 comenzaron a circular por las
calles santiagueras los diez primeros ómnibus articulados, que de
antemano habían sido anunciados por nuestro presidente Raúl Castro
Ruz.
La ruta 24 de la ciudad fue la primera en
beneficiarse, y aunque, en honor a la verdad, no se resolvía el
problema, se sintió alivio. Más adelante, en los días cercanos al 26
de Julio se incrementaron a 18, con lo que se fortaleció esa misma
ruta.
Vale decir que la población siempre ha estado muy
pendiente de dos cosas: la frecuencia con que estas pasaban y su
estado higiénico. La primera de estas situaciones nunca ha escapado
a la crítica de los pasajeros, porque bajan en un "tren" y suben en
otro, y cuando se han pedido explicaciones, a mi modo de ver se ha
intentado justificar algo con lo que todavía no se ha podido
satisfacer a este pueblo. La otra preocupación tiene que ver con la
falta de limpieza. Yo mismo desde mi asamblea de rendición de cuenta
expuse mi insatisfacción con el estado higiénico de las guaguas, por
dentro y por fuera. Es justo reconocer que pude notar un cambio.
Para mí lo más significativo está no ya en ese
cambio, sino en la constancia y la permanencia del chofer que
conduce el ómnibus 564. Es ejemplo de atención a su vehículo, parece
que es de él, que se lo lleva para su casa. Este chofer muestra un
sentido de pertenencia nada lejano a lo que debe ser imitado por
todos. Esa guagua nunca está empolvada. Se ve que es constantemente
fregada, barrida, que se limpian los cristales. Además, no maltrata
a ningún pasajero, tiene paciencia para que los viajeros suban y se
corran, recoge siempre que sea posible.
Da gusto. Confieso que he visto acercarse dos
ómnibus, y si me percato que el de atrás es el 564, corro el riesgo
de esperar. Para mí ha valido la pena. Otra cosa: siempre pone
música o la radio y lo hace a un volumen adecuado. En esa guagua hay
higiene. Sin dudas, esto influye en el estado de ánimo de los
pasajeros, que evidentemente lo agradecen. No sé cuándo descansa,
pues lo he visto manejar desde la mañana hasta bien entrada la
noche. Yo he sabido que a veces dedica parte de su tiempo libre para
dar mantenimiento. Le pido que se cuide y le deseo que tenga mucha
salud.
Aprovecho para felicitar a este chofer del que no sé
su nombre, pero siempre es el que conduce el ómnibus 564.
También aprovecho para preguntar a la Dirección de
Transporte de mi municipio Santiago de Cuba: ¿Qué ocurre que en
todas las paradas clave no hay inspector para garantizar disciplina?
¿Qué sucede que en las primeras horas de la mañana hay excesiva
demora de las rutas? ¿Cómo se explica que con tantas limitaciones
haya ómnibus que se trasladen vacíos de un extremo a otro de la
ciudad, cuando van para la base? ¿Cuál es la proyección?
Reitero, el principal objetivo de mi escrito es
saludar a ese chofer, pero escaparía de la realidad si al abordar el
tema del transporte no incluyera unas pocas de las tantas
inquietudes que nos ponen en un estado de irritación y molestia. Me
gustaría saber la respuesta de la Dirección de Transporte. Que se
multipliquen los ómnibus 564.
A. A. Ramos Banteurt
¿Por qué meses de demora en la distribución de
correspondencia?
En mas de una ocasión se han publicado opiniones y
quejas sobre los servicios de la Empresa de Correos de Cuba (ECC). A
continuación relato mi inquietud.
Tengo muchos amigos por correspondencia en varios
países y en ocasiones reclaman que no se les responden las cartas,
aquí narro las causas.
La demora en la distribución en la Gerencia de
Cambio Internacional (GCI) en la Ciudad de La Habana, lo que en
ocasiones facilita la violación y robo de la correspondencia,
facilitando que al llegar a las manos del destinatario llegue
abierta, faltándole en muchas ocasiones algún regalo u obsequio como
postales, tarjetas de teléfono, calendarios, etc.
¿Es que son los trabajadores de la ECC tan
"preocupados" que le ahorran el placer al destinatario de abrir su
correspondencia, pues llega abierta y con un pedacito de cinta que
dice Correos de Cuba?
Citaré algunos ejemplos personales (tengo otros)
sobre la demora en la distribución de la correspondencia que es lo
que me preocupa, pues una carta después de llegar al país demora
hasta 5 meses en llegar a su destino.
¿Será lógico que una carta que entre al país a menos
de 1 mes de impuesta, demore entre 3 y más meses en llegar a su
destino?
Sabemos la situación económica que atraviesa el
país, pero pienso que esto es un problema de organización y
exigencia de la GCI en Ciudad de La Habana.
Me pregunto y pregunto a los directivos de la
Empresa de Correos de Cuba:
¿Qué respuesta hay ante esta demora? ¿Cuáles son las
causas que generan esta demora en la distribución? ¿Qué acciones
encaminan para erradicar o disminuir estas demoras?
L. Moya Domínguez
País de Origen |
Fecha de imposición |
Recepción en Cuba GCI |
Llegada a destinatario |
Demora en Cuba |
España |
18 marzo 2009 |
20 marzo 2009 |
10 julio 2009 |
4 meses |
España |
13 abril 2009 |
15 abril 2009 |
10 julio 2009 |
3 meses |
Brasil |
16 marzo 2009 |
8 abril 2009 |
10 julio 2009 |
3 meses |
Israel |
4 abril 2009 |
27 abril 2009 |
10 julio 2009 |
3 meses |
El cliente nunca tiene la razón
Me dirijo a esta sección para quejarme del maltrato
sufrido en el Establecimiento de Productos Cárnicos de 10 de Octubre
entre O’farrill y Avenida Acosta, municipio de 10 de Octubre.
En la tarde del miércoles 8 de julio, poco antes de
las 5, traté de comprar dos libras de jamonada en ese
establecimiento. El dependiente, además de darme el extremo, lo
cortó de manera que era inaceptable llevarse "aquello". Yo le dije
"por favor puede darme de otra parte", y me dijo que no. "Entonces
lo siento, no lo quiero" y el dependiente me gritó en forma
descompuesta "por aquí no vuelvas que no te voy a despachar",
manoteando con el cuchillo en la mano. Los del resto de la cola
quedaron estupefactos, tal vez pensando que me había atrevido a
desafiar al todopoderoso dependiente.
Me gustaría hacer dos preguntas:
1.-¿El establecimiento es propiedad del dependiente
y él decide a quién y cómo despacha? Si es así, qué mal cuida sus
intereses.
2.-¿Está establecido que el cliente tiene que
conformarse y llevarse lo que decida el dependiente?
Yo creo que ya es hora de educar a los dependientes
de los establecimientos, pues se ha hecho la mala costumbre de que
el que despacha —que no es por supuesto el que paga—, decide lo que
una se debe llevar y eso no es así.
Yo parto del presupuesto de que cada cual es
cómplice del trato que recibe en cualquier situación, ¿será que con
la escasez nos hemos olvidado de nuestros derechos como
consumidores, y los dependientes de sus deberes y oficio?
Es hora de salirles al paso a estas actitudes que
desgraciadamente se han convertido en algo "normal" en todas partes.
Rompa-mos con esta cadena de anormalidades.
Estoy segura de que no soy la única que se ha
enfrentado a este tipo de irregularidad, y todo esto fue en
presencia y con la anuencia de la administradora.
M. Dolores Díaz