Nota de la dirección
Cada viernes publicamos las respuestas que nos
envían los organismos y entidades involucrados en los asuntos,
quejas e inquietudes abordados por los lectores en sus Cartas a la
Dirección.
Aun cuando no todas las instituciones confieren el
mismo valor a las opiniones de la población acerca de su gestión o a
las preguntas y preocupaciones en ellas expresadas, y algunas dan la
callada por respuesta, las que sí lo hacen —por cierto, cada vez son
más—, contactan e intercambian con los autores, analizan, reconocen
deficiencias señaladas y toman e informan las medidas adoptadas para
subsanarlas e impedir que se repitan, así como otras cuestiones
inherentes al tema de que se trate. Ha sido la regla.
Sin embargo, esto no quiere decir que siempre
compartamos las respuestas que recibimos, el tono justificativo
explícito o implícito de que a veces adolecen, las explicaciones
poco convincentes que en algunas se brindan, o la falta de exigencia
administrativa que, en ocasiones, siendo el factor principal en los
señalamientos de los remitentes, se elude.
Pero, al igual que no alteramos ni resumimos las
cartas que publicamos, coincidamos o no, en todo o en parte con
ellas, tampoco modificamos las respuestas. A unas y otras solo les
hacemos correcciones ortográficas y de estilo elementales con apego
a nuestras normas de redacción. Es la regla.
Sirva esta nota de aclaración e información a
quienes, a tenor de algunas respuestas, e incluso de cartas
publicadas, discrepan de sus contenidos total o parcialmente,
reclaman más concreción, rechazan las justificaciones y reiteran la
preocupación ante problemas cuyas causas no son afrontadas con mayor
claridad y exigencia.
La formación de obreros calificados exige una solución
inmediata
Hay un cúmulo de verdades esenciales que caben en el ala de un
colibrí, y son, sin embargo, la clave de la paz pública, la
elevación espiritual y la grandeza de la patria, así escribió José
Martí en mayo de 1884 en La América, de New York. He recordado esta
idea del Apóstol hace pocos días leyendo un artículo sobre la
formación de obreros calificados en nuestro país, hecho que
constituye un grave problema, que exige una solución inmediata.
El triunfo de la Revolución cubana propició que el estudio fuera
un derecho de todos los habitantes de este archipiélago y muchos
aprovechamos muy bien la oportunidad brindada y estudiamos hasta
alcanzar una carrera universitaria o concluir el bachillerato. Los
padres que no alcanzaron esa meta, antes o después de 1959, se la
impusieron a sus hijos: realizar con éxito estudios superiores y no
de Agronomía generalmente, considerando que somos un país agrícola y
subdesarrollado. Pocos padres nos conformamos con que nuestros hijos
e hijas sean obreros calificados o técnicos medios, como si una
sociedad pudiera prescindir de los servicios prestados por esas
personas, por muy desarrollada que sea.
Las autoridades correspondientes estarán pensando en dar solución
urgente a estos problemas, sin embargo, parece oportuno que la
opinión de José Martí al respecto deba ser recordada.
En uno de sus artículos referidos a la temática educacional
aparecido en la revista La América, de New York, titulado Escuela
de Mecánica, de fecha septiembre de 1883, refiere textualmente:
En la Compañía Excelsior todos los trabajos son hechos por los
aprendices. Cuantos jóvenes desean aprender el arte de la fundición,
son recibidos en la fábrica, con tal que posean la necesaria
robustez. La fábrica prefiere a los que viven con sus padres, o
tienen quien cuide de ellos. Los que aún no tienen bastante edad,
entran en el aprendizaje regular, los que la tienen ya, se obligan
por contrato a trabajar en la fábrica por tres años. A cada aprendiz
lo ponen a trabajar al lado de uno adelantado ya en el ramo que el
nuevo va a aprender, lo que auxilia grandemente las explicaciones
teóricas y prácticas de los instructores. Si a las dos semanas ha
demostrado el principiante buenas condiciones, ya lo colocan entre
los trabajadores regulares, con cuyo contacto entran de lleno en la
febril y saludable actividad del trabajo de estas grandes fábricas,
cuyo asombroso movimiento llena luego a los que viven en él, de
confianza y osadía. El espectáculo de lo grande templa el espíritu
para la producción de lo grande.
Si a las ocho semanas se notan en el aprendiz las mismas buenas
disposiciones, ya empiezan a encomendarle pequeños trabajos y a
pagarle.
Más adelante José Martí, que no fue pedagogo pero hizo Pedagogía,
explica las evaluaciones que se aplican allí en cinco aspectos que
eran: Puntualidad, Adelantos, Trabajos realizados, Conducta y
Cuidado de los instrumentos de trabajo, de modo que si a las 6 u 8
semanas no ha alcanzado el aprendiz una evaluación satisfactoria, es
reemplazado.
Escribe más adelante:
La fábrica exige especialísimamente la puntualidad de sus
alumnos. Quiere que el trabajo sea para ellos, no una carga sino una
naturaleza: que el día que no trabajen se sientan solos,
descontentos y como culpables.
Cierto que hoy día tenemos formidables fábricas e industrias que
pudieran servir de aulas, las escuelas talleres pueden ser muy
efectivas, pero mucho más lo será un centro de trabajo en donde un
obrero calificado y amante de su trabajo prepare a quien lo
sustituirá alguna vez a él u otro trabajador, por otra parte sentirá
el joven la influencia positiva de un colectivo laboral que tendrá
que sentirse comprometido con la formación de ese futuro trabajador
y compañero, cuya eficiencia ya no dependerá de nadie más que de la
propia fábrica y sus directivos.
Es imprescindible, por otra parte, enaltecer la labor de hombres
y mujeres que desarrollan un trabajo muy meritorio en el lugar que
les ha correspondido que puede ser un taller, una fábrica, etc, de
la misma manera que se hace con un intelectual brillante que escribe
una valiosa obra literaria o un investigador científico que hace un
gran aporte a la sociedad. Debe quedar claro que unos dependen de
otros.
En la educación cubana hay colosales retos que afrontar y poco
tiempo para exigir que una adecuada estrategia dé los resultados que
no solo esperamos, sino que necesitamos con urgencia.
A. Rondón Velázquez
Problemas sobre problemas
En julio del 2008 me dirigí a la Asamblea Provincial con la
preocupación de todos los vecinos del edificio donde resido, a la
cual no se dio respuesta.
La situación planteada en esos momentos era una construcción de 4
viviendas en los bajos del edificio en calle Real Edificio EMCO 2 e/
30 y 31, en la localidad de Cojímar, municipio de La Habana del
Este, la cual se realizó sin ninguna comunicación a los vecinos que
allí vivimos.
Al paso del tiempo un ejecutor de obra, por intereses de ellos,
nos comunicó que se estaban realizando esas viviendas por parte de
la Microbrigada del municipio y que necesitaban la cooperación de
los vecinos para la ejecución de algunos trabajos.
En ese momento se le planteó que el edificio no estaba en
condiciones de asumir 4 viviendas nuevas, ya que las instalaciones
hidráulicas no permitían más capacidad porque el tanque central que
se encuentra en el techo y abastece toda la red de agua del edificio
se encontraba en mal estado, con las paredes y el piso explotados,
lo que trae como consecuencia que el agua se bota encima del techo
provocando filtración para las viviendas.
Esto se le planteó a la dirección de la Microbrigada y ellos
plantearon que ese no era su objeto de obra. Dada la situación que
se avecinaba, esto se planteó en una rendición de cuenta con el
delegado de la circunscripción, el cual lo tramitó con la dirección
municipal de inversiones y a través de estas gestiones con el
gobierno, se decidió la reparación capital del tanque, la cual sería
costeada por conservación.
Esta tarea se la asignaron a la propia dirección de la
Microbrigada que estaba encargada de la construcción de las
viviendas. Esta entidad terminó las viviendas desde el mes de
marzo/09, las cuales se están abasteciendo con el agua del edificio,
pero el tanque aún no se ha reparado como se le planteó al delegado
que se iba a realizar la tarea.
Ya se ha hablado en varias ocasiones con la dirección de la
Microbrigada y siempre están dando justificaciones sin fundamentos;
se le comunicó de nuevo al delegado quedando sorprendido porque nos
planteó que la dirección municipal de inversiones le había
comunicado que ya ese trabajo estaba concluido. Hasta este momento
no hemos recibido más respuesta.
Ahora ¿qué podemos hacer los vecinos en los meses de verano, que
se incrementa el consumo de agua con más viviendas al mismo tanque
sin reparar y a media capacidad de su uso, y nadie puede darle
solución al problema?, y los que trataron de resolver un problema a
4 personas ¿no se han dado cuenta que han creado 20 problemas con
familias de más de una persona?
A. Ávila Martínez
La ortografía y otras cosas
Me dirijo a esa Sección para hacer patente mi felicitación al
Ministerio de Educación, por tomar medidas en cuanto a la
calificación de los exámenes donde haya faltas de ortografía.
Tengo 74 años y siempre llevo el interés desde muy pequeña de
escribir con buena letra y ortografía. Trabajé en la Empresa
Eléctrica por 35 años y había veces que recibía documentos con
faltas de ortografía garrafales. Cuando lo comentaba no le prestaban
interés alguno y a mí eso me daba muy mala impresión. Tengo dos
nietos pequeños y siempre les estoy revisando sus tareas y
principalmente la letra y la ortografía, entre otras cosas.
Espero que los estudiantes le presten mucho interés a esto ya que
tanto la redacción como la ortografía habían ido al piso, como
solemos decir.
M. Escudero García
Pan llamado flautín
Me dirijo a ustedes ya que el domingo 28 de junio me dirigí a la
panadería de Palatino y Fomento a comprar el llamado pan flautín.
Cuando me lo dan lo noté más pequeño y más delgado, le pregunté al
compañero que se encontraba en el área de venta y me dijo que se
mantenía el mismo precio de 3,00 pesos y se le habían rebajado 100
gramos en el peso por orientación de la instancia superior.
Por favor, necesito saber si esta orientación está bien dada y mi
inquietud es por qué si le rebajaron 100 gramos se mantiene con el
mismo precio y además sin una información previa a la población.
Y. Puentes
Ómnibus ¿nuevos?... con huecos donde hubo bocinas
Por este medio yo (pueblo), como dueño del ómnibus P-5 chapa HWH
359, quiero que me ayuden a saber quién asume la responsabilidad de
que ese ómnibus nuevo esté circulando con tres huecos en los lugares
donde van tres bocinas.
Si permitimos que se deterioren los ómnibus nuevos sin que pase
nada, dentro de poco no tendrán gomas para circular
D. García Cortés