Publicadas el 19  de septiembre de 2008

La mentira del imperio no sorprende

No es sorprendente, para nuestro país y el mundo, que la tergiversación mediática del gobierno de los Estados Unidos de Norteamérica se dispare contra nuestra invencible Revolución Socialista, incluso en este momento de dolor, por la catástrofe producida por la naturaleza, que golpeó en dos consecutivas ocasiones a la Isla de Cuba. No sorprende a nadie, que el genocida agresor imperial aproveche esta triste ocasión para arremeter con sus mentiras y chantajes, contra nuestro pueblo, mintiendo descaradamente como lo expresa la cancillería cubana; en cuanto al "deseo desesperado", de ayudar al pueblo de Cuba y sus damnificados por los huracanes Gustav y Ike. Nosotros los cubanos, que por cincuenta años hemos luchado contra la mayor catástrofe que pueblo alguno ha tenido que enfrentar, del mayor poder destructor que la tierra ha conocido en la historia, sabemos que miente el imperio y los que por algunas migajas le hacen el juego a ese imperio.

¿Qué nos ofrecen?, ¿Cuántos centavitos nos harán llegar?, ¿con qué intención y con cuál objetivo?, ¿Qué daños van a evaluar? Si durante cincuenta años han tratado y continúan tratando de asfixiarnos por hambre y enfermedades. Si por cincuenta años nos agreden de todas las formas posibles, si por cincuenta años hemos padecido y sentido el peso de un monstruo más revuelto y más brutal, contaminando nuestros cultivos, nuestro suelo y nuestra tierra, asesinando a nuestros diplomáticos y pescadores, a nuestros maestros, saboteando nuestra economía de todas las formas posibles, haciendo estallar aviones cargados de niños en pleno vuelo, planificando insistentemente y a cualquier costo humano, la eliminación de nuestro máximo líder, dentro y fuera del país y a otros dirigentes de la Revolución. Incautando los fondos que nos pertenecen, y hasta subastando las naves aéreas robadas por asesinos que allí, en Miami, reciben como héroes, prohibiendo la venta de medicinas que definen la vida de un niño cubano o los alimentos para ellos.

¿Evaluarán esos daños también?, ¿nos devolverán de eso lo que aún pueda devolverse también? Porque la vida de aquellos 73 adolescentes desintegrados en pleno vuelo en el cielo de Barbados y que hizo que nuestro viril pueblo llorara de Oriente a Occidente y la de los maestros asesinados y los humildes pescadores; esos no podrán devolverlos, ellos están aquí en nuestros corazones haciendo temblar la injusticia imperial.

Cuba y el Mundo conocen de todo esto y por eso no sorprenden a nadie ni pueden confundir a nadie, eliminar el infrahumano bloqueo es la ayuda que exigimos, pues sus chantajes y repetidas mentiras les dan náuseas a este digno pueblo, y a la mayoría de los pueblos del mundo, por eso enfrentaremos con la poca o mucha ayuda de nuestros verdaderos amigos y hermanos del mundo y nuestros propios esfuerzos e incalculable resistencia, este desastre, convencidos como siempre de que nuestra dignidad y nuestros principios no son negociables y con la plena convicción de hundirnos en el mar antes que traicionar la gloria que se ha vivido. ¡VENCEREMOS!

L. Campoalegre Sánchez

Necesidad de acción

Lo expresado por el periodista Rolando Pérez Betancourt en su artículo publicado en la edición del pasado sábado 13 no es más que una pequeña muestra de lo que ocurre en muchos de nuestros mercados —no puedo ser absoluto diciendo que en todos— donde la gran mayoría de nuestro pueblo sufre los abusos que se cometen con impunidad por cubanos infestados con la avaricia, con poca conciencia social, aprovechándose de las escaseces ocasionadas por los devastadores efectos del paso de tres huracanes a todo lo largo de nuestro territorio, sin tener en cuenta el necesario esfuerzo nacional que se promueve y se produce en todo el país ni el sentimiento solidario que debe potenciarse en cada compatriota en estos momentos de desastre.

Creo que es momento de que se tome acción efectiva por parte del gobierno en los mercados libres estableciendo topes justos a los precios de todos los productos alimenticios que consume nuestra población, aunque sea eventualmente en esta oportunidad, para que se establezca el justo balance necesario en estas compra-ventas y sintamos verdaderamente la defensa y protección de algo tan importante y vital como el salario de cada trabajador, base del sustento familiar que debe ser garantizado por nuestro estado socialista.

G. Pérez Miró

Sistema constructivo Sandino

Muchos somos los cubanos que en estos momentos estamos pensando en las posibles soluciones que podamos dar a la lista de problemas que nos dejaron los últimos ciclones que azotaron a nuestra isla. La preocupación de la vivienda es sin duda una de las grandes preocupaciones que afecta al ser humano, y en nuestro caso este tema que ya estaba latente se agravó aún más con el paso de los demoledores huracanes. Pensando con luz más larga, la recuperación inmediata de este renglón es solo para cubrir las mínimas necesidades humanas, pero; ¿qué pasará cuando pase otro, y otro evento de esta naturaleza? Seguiremos en periodo de recuperación constante? La situación del clima no es problema que vaya a mejorar, todo lo contrario, somos nosotros los que debemos estar preparados para asumir y mejorar nuestras soluciones frente a ellos.

En décadas pasadas en nuestro país hicimos uso de un sistema constructivo que aportó un sinnúmero de soluciones para la construcción de escuelas, viviendas y otros centros, el Sistema constructivo prefabricado Sandino. Este sistema es de fácil construcción, económico, duradero, no necesita el uso de grúas u otros equipos especializados, ni siquiera la fuerza de trabajo a emplear debe ser de gran preparación, tampoco necesita debido a sus dimensiones grandes espacios para su almacenamiento, en caso de roturas sus piezas son de fácil reposición por ser modular. He observado en las imágenes de viviendas y otras construcciones después de estos eventos que estos edificios han sobrevivido, quizás por su poca altura o simplemente debido a que los muros quedan más reforzados debido a que cada 1,05 m tiene una ligera columna reforzada que le da más estabilidad a dichas construcciones. Además admite lo mismo un techo de fibrocemento bien colocado, viguetas y bovedillas de fácil montaje o las conocidas placas de hormigón (más costosas).

Mi opinión es que se deben analizar todas las bondades de este tipo de construcción, retomarla, evaluarlas económicamente, y si es necesario y prudente volver a reproducir sus moldes y utilizar este sistema prefabricado para dar soluciones más duraderas y confiables, además de económicas.

Anarelys

Para hablar de los Radioaficionados

Por estos días en ocasión de los fenómenos meteorológicos que han azotado, primero a la Isla de la Juventud y la provincia de Pinar del Río y después a todo el país, he sentido mucho orgullo en ser un radioaficionado cubano.

Estuve al tanto de todo cuanto hicieron mis colegas desde la Punta de Maisí hasta el Cabo de San Antonio.

Centenares de integrantes de esta asociación, dejaron atrás a sus familias y con sus equipos a cuestas, se integraron al conjunto de medidas que ponía en práctica la defensa civil para salvar a las personas y muchos de ellos aún se mantienen cubriendo posiciones clave en la fase de recuperación en que se encuentra todo el territorio nacional.

Su presencia en el mantenimiento de las comunicaciones, se hizo sentir, antes, durante y después de este golpe nuclear como bien se ha calificado.

Se ubicaron en los puestos de mando, en centros para evacuados, en las cortinas de las presas, en comunidades y en otros sitios con peligro de quedar aislados por las crecidas de los ríos y las penetraciones del mar, con el consiguiente riesgo para sus vidas.

Tengo la opinión de que nuestro pueblo tiene mucho que aportar en materia de organización para su protección ante agresiones de la naturaleza como la que acabamos de sufrir y dentro de esas experiencias, está la participación de los radioaficionados, no solo en las redes de emergencia que están previstas, sino en su desplazamiento a lugares puntuales donde su accionar resulta decisivo como se ha demostrado en muchas ocasiones.

El radioaficionado cubano sufre también las consecuencias del bloqueo impuesto por el gobierno de los Estados Unidos. Pero es capaz de romper esa barrera y lograr que su voz surque el espacio y llegue a todos los confines de la tierra con la verdad de Cuba que nadie podrá jamás ocultar ni silenciar.

Está obligado a fabricar sus propios equipos o a modificar medios obsoletos y convertirlos en recursos útiles para sus fines y de este modo mantiene al país activo desde el punto de vista radial en las diferentes bandas y frecuencias, así como en eventos internacionales, donde puede mostrar un meritorio resultado y ha sido capaz de incursionar en novedosos modos en el mundo de las comunicaciones digitales, el rebote lunar y el empleo satelital.

El radioaficionado cubano, es patriota y no escatima sacrificios en defensa de su pueblo como lo demostró ahora.

Es consecuente con la generación de Mario Muñoz Monroe, el Médico del Moncada, quien además era un ferviente participante de esta afición.

Hoy la organización se ha multiplicado, ya somos más de 5 mil en todo el país y seguiremos siendo una importante fuerza en defensa de la revolución, como en los días gloriosos de la fundación de Radio Rebelde en la Sierra Maestra.

J. Carrazana Valdés

La insensibilidad de un funcionario burócrata

Cuando nuestro heroico pueblo cada día da muestra de solidaridad hay algunos funcionarios que lejos de ayudar a paliar la situación hacen que muchas personas nos pongamos bastante mal espiritual y emocionalmente.

Esto ocurrió con mi persona el sábado 13 del mes en curso cuando me dirigí al correo de Camajuaní donde solo había conexión por correo electrónico, y al tratar de pasar un correo a mi hija que hacía 10 días que no tenía noticias de ella al estar prestando colaboración médica en la hermana República de Haití específicamente en la ciudad de Gonavis donde hubo las terribles inundaciones, le expliqué al director de dicho centro la situación y su respuesta fue tajante "solo se podía pasar correos a los colaboradores cubanos que estaban en Venezuela y para eso tenía que estar el nombre del colaborador registrado en dicho lugar" y además eran orientaciones superiores.

Yo me pregunto: ¿cuál es la diferencia entre un colaborador de un país a otro?, ¿quién es el insensible, el del municipio o en la provincia que dictó dicho reglamento?

Solo pido que se analice esta situación para que no vuelva a repetirse con ningún familiar del colaborador, esté donde esté prestando dicha colaboración.

R. Álvarez García

Envíe su correspondencia a:
Periódico Granma. Departamento de Atención al Lector. General Suárez y Territorial. Plaza de la Revolución. La Habana, Cuba. Código Postal: 10699. Zona Postal Habana 6, Apartado Postal 6187 o al correo electrónico: cartasaladireccion@granma.cip.cu Teléfonos 881 9712 o 881 3333, extensiones: 143,145, 148, 177.
 

 

SubirSubir