En medio de la extraordinaria fiesta deportiva que
es la Olimpíada, excelentemente organizada por la República Popular
China y disfrutada por nuestro pueblo gracias a la voluntad del
Estado cubano, que a través del ICRT ha facilitado una vastísima
cobertura radial y televisiva, no dejan de asaltarme algunas
inquietudes.
Las posiciones del medallero constituyen una
paradoja que no refleja con fidelidad el desempeño real de las
naciones. No tiene lógica que un país con una medalla de oro, aunque
no haya conquistado preseas de otro color, esté por encima de aquel
que haya obtenido dos de plata. Puede darse el caso de que una
delegación acumule más medallas que otra y sin embargo quede
relegada a una posición inferior. ¿Es que solo el oro cuenta?
Conozco otros sistemas de medición, como los de los
Campeonatos Mundiales de Atletismo, en que se otorga una puntuación
descendente del primero al último lugar, con lo cual se estimula la
inclusión de un atleta en las finales.
Lo anteriormente dicho nos lleva a otra paradoja: el
campeonismo ahoga el espíritu de superación de quienes se esfuerzan,
aun en medio de acentuadas desventajas, por superarse a sí mismos y
aportan lo mejor del espíritu fraternal que debe prevalecer en un
evento como este. Un ejemplo: el sexto lugar de un atleta cubano en
pesas no puede ser frustrante, incluso en caso de no cumplir los
pronósticos precompetencia, cuando se sabe que por detrás quedaron
en el camino otras dos decenas de concursantes. Ser sexto en el
mundo es un mérito que honra al atleta y al país. Otro ejemplo más:
cada plata o bronce de los países del Tercer Mundo debiera ser, en
nuestro caso, más destacado que el oro de las grandes potencias.
Por último me atrevo a sugerir dos cuestiones a
nuestros informadores deportivos. La primera: la pasión no puede
llevarnos a dejar de ser objetivos; a veces da la impresión de que
se desconoce cómo se han preparado los demás para estos Juegos y
olvidamos que también deportistas de otras latitudes poseen garra y
voluntad. Convendría un poco más de humildad. La segunda: los
informadores deben prepararse mejor para que cada narración o
reportaje deje una huella en la cultura deportiva de los oyentes y
televidentes —Reinier y Ortega, son buenos ejemplos— y no
desconcierten al público con frases sin sustancia.
Aprovecho para felicitar al equipo de periodistas
deportivos de Granma y de manera muy especial al cronista que
escribió en la edición del lunes "¿Reír o llorar?", pues su lectura
me animó a escribir estas líneas.
J. Carlos Marrero
Sobre la formación de valores en la juventud y toda
la población cubana
El comentario del compañero Rolando Pérez Betancourt
"Decir las cosas", del pasado viernes 25, me indujo a escribirles
sobre un tema que hace tiempo deseaba intercambiar. Estoy seguro que
la importancia del tema se va por encima de una respuesta a Pérez
Betancourt y por eso se lo envío a Uds.
Como trabajador de la educación y dirigente de base
de los CDR tengo un compromiso con la formación de valores de
nuestras nuevas generaciones y de toda la población en general. En
esta batalla, fundamental para el sostenimiento de nuestro proyecto
socialista, los medios de difusión son insustituibles, y
principalmente medios como la TV y el cine que llegan a la mayoría
de la población.
Nuestros creadores insisten mucho en la necesidad de
reflejar la verdad de la calle y yo estoy de acuerdo con eso. Ahora
bien, yo no soy un especialista por lo que no es mi interés el
establecer un debate de ¿qué es arte puro? Ni si debemos hacer o no
proselitismo o propaganda. De lo que sí estoy seguro es de que
nuestros enemigos saben hacer esto y lo hacen en todo su arte, donde
es muy difícil encontrar ese "arte puro" que tanto buscamos. Para
solo señalar algunos de los casos más groseros podemos ver qué es lo
que se propagandiza en películas como Rambo, Rocky o El Patriota.
Podría hacer una lista interminable donde el mensaje es mas
subliminal, pero en todas está el mensaje de lo que desea
propagandizar ese sistema que no es otra cosa que el consumismo, su
individualismo, su preponderancia sobre los demás y todos los
valores que propugna su sistema.
Ahora bien, ¿qué es lo que nosotros deseamos
propagandizar? Y no creo que tengamos que escondernos para decirlo.
En la TV se están pasando un grupo de spots, con mayor o menor
fortuna, que lo señalan, y creo que los que mejor lo hacen son los
de Aurora Basnuevo.
La telenovela Polvo en el Viento nos trae todos los
días una gran parte de nuestras miserias humanas. Hasta hoy ¿a
quienes podemos señalar en la telenovela como seres humanos con los
valores que queremos para nuestra población? Javier, que se deja
manejar por una neurótica y que no ve la realidad que lo rodea;
Dimitri, que lucha entre sus principios y todo lo podrido por el
dinero que lo rodea; o Sergio, que en su intransigencia es un
inadaptado incluso en su familia; u otros menos importantes como
Liuba o Paula. Todos los demás personajes fundamentales son
corruptos o juegan en ese equipo y por desgracia nos los presentan
como gente graciosa y agradable. Yo tengo la esperanza de que al
final haya un cambio y prevalezca el bien por encima del mal. Veamos
qué salida le dan pero hasta ahora me recuerda a una muy premiada
película cubana, Suite Habana que, con perdón de sus creadores y de
todos los que la consideraron como muy buena, nunca olvidaré que
durante toda la película solo una persona se ríe en esa Ciudad que
se presenta y recordarán que es el niño retrasado mental. ¿Esa es la
realidad nuestra?
Ese mismo viernes vi con agrado el material de Polo
Viejo y recordaba cómo varias generaciones crecimos queriendo al
David de En silencio ha tenido que ser y ese tipo de materiales me
demuestra que en nuestra población hay muchos David, que permiten
mostrar los valores que deseamos de nuestra población sin dejar de
mostrar los vicios que existen, ya que no seríamos reales,
insistamos en lo que queremos crear. Si no lo hacemos así "¿cómo
quedo yo?".
J. Gutiérrez Alonso
Solicitud de análisis
La preocupación que por la presente les hago llegar
no es solo a título personal, puesto que he tenido la oportunidad de
compartir este criterio con otras personas que coincidentemente
mantienen la misma opinión y espero que a través de esta sección del
periódico se pueda hacer llegar la misma y consultar a los factores
encargados para que pueda ser tomada en consideración.
Actualmente se establece, por parte de los
calificadores aprobados por el Ministerio del Trabajo, que las
Asistentes Sociales deben tener como requisito indispensable el 12
grado como nivel de escolaridad para desempeñar esta ocupación tan
necesaria en nuestro país, y aún más en los momentos actuales donde
como es conocido por todos la población va envejeciendo y día a día
aumenta la cifra de ancianos que necesitan de este servicio.
Por experiencia personal vivida desde hace ya más de
2 años, situación esta que se refleja en el municipio donde resido,
y estoy seguro que a lo largo del país también, hoy se hace más que
difícil —diría yo que imposible— encontrar personas con ese nivel de
escolaridad para desarrollar tan humana labor, ya que en su gran
mayoría quienes cumplen con este requisito educacional es la
población joven (menor de 35 años), y que en la práctica no aceptan
este tipo de tarea.
La labor de Asistente Social, más que preparación
escolar (la cual no niego) debe llevar una carga de sentido
humanitario y de amor por el prójimo en su máxima expresión;
situación esta que generalmente se alcanza en personas más adultas
(más de 40 años) y que en su mayoría no poseen el nivel educacional
exigido, ya que quienes lo poseen desarrollan otras labores
productivas dentro de la sociedad.
Pienso que, como exponía con anterioridad, lo más
importante en la persona que va a desempeñarse como Asistente Social
es reunir, independientemente de su buena conducta moral y social,
posibilidades físicas, puesto que tienen que manipular a personas
ancianas, encamadas y con limitaciones físicas y mentales, destreza
hogareña para tener una atención esmerada en este apartado y sobre
todo un sentido humanitario y un deseo de hacer las cosas con amor
para al final hacerlas bien y como se requiere.
Sin desdeñar la política que desde hace muchos años
lleva adelante nuestro país en el campo de la superación cultural y
educacional, yo me pregunto: ¿Es tan imprescindible ese nivel para
desarrollar la labor de Asistente Social? ¿Tan elevado nivel
educacional es aplicable en esta tarea?; pues cuando se hizo
realidad la idea de formar los Trabajadores Sociales en su mayoría
jóvenes y con una alta preparación y disposición, pensábamos que
ellos podían afrontar esta tarea, pero a la larga y por decisiones
de la Dirección de la Revolución han estado al frente de importantes
misiones a que la realidad histórica de nuestro proceso los ha
convocado y han cumplido y cumplen con éxito. Por lo que es bueno
señalar que ante estas disyuntivas estamos perdiendo hoy una cantera
de fuerza laboral en el país, fundamentalmente de mujeres que rondan
los 50 años y que no pueden vincularse laboralmente en esta
actividad de la Asistencia Social por no cumplir el requisito formal
del nivel escolar, tómese en cuenta también lo que se prevé en la
nueva Ley de Seguridad Social de extender la edad para la
jubilación.
R. Beltrán Sendra
Las dificultades que afectan a la contabilidad
Sin lugar a dudas nuestra economía requiere de un
mayor control y de una buena salud de la contabilidad, para
sustentar ese control y permitir que la toma de las decisiones sea
acertada.
En los últimos meses han aparecido reflejados
diversos criterios sobre la contabilidad en los que se exponen
cuestiones que afectan a la misma, ajenas a las personas que
realizan la actividad contable, es decir que la solución de esas
dificultades no depende de la voluntad de ese aguerrido y
sacrificado ejército que son los económicos y contadores.
En nuestro criterio, debemos poner de manifiesto las
deficiencias que compete resolver a los económicos y contadores para
que la salud de la contabilidad sea la que se necesita y espera.
Nosotros los económicos y contadores le hemos
causado mucho daño a la contabilidad por no enfrentarnos
resueltamente a los problemas, por no señalar oportunamente en el
lugar y momento adecuados las deficiencias que mediante el análisis
de los datos contables se ponen de manifiesto, por temor a caer mal,
a ser tachados de problemáticos, a que nos endilguen el cartelito de
conflictivos.
También debemos señalar que en ocasiones no contamos
con la adecuada preparación para desempeñar las funciones que nos
competen. Como señalaran en sus opiniones del 11 y 25 de julio l.
Borges y M. A. Díaz, es cierto que los recién egresados no cuentan
con la práctica necesaria, pero es imperdonable que no tengan los
conocimientos teóricos, es lamentable que un contador no conozca la
naturaleza de las cuentas, que no sepa distinguir las afectaciones
en los activos o pasivos de una operación contable.
Es imperdonable que quienes desempeñan los cargos de
mayor responsabilidad de las áreas contables conciban sus
responsabilidades meramente en función de las relaciones públicas,
sin percatarse o asumir que en su desempeño al interior de la
entidad donde laboran deben superarse profesionalmente y dedicarse
permanentemente al análisis de los hechos económicos que se
registran y reflejan en los diferentes estados que se emiten por el
área contable.
Es igualmente imprescindible que los contadores
conozcan no solamente del sistemático registro de los hechos, el
contador debe poseer un completo dominio de los costos, no solo de
los costos predeterminados, señalados por A. Farías el 23 de mayo en
esta sección, también debe dominar cabalmente los sistemas de costos
y los gastos para la toma de decisiones, en fin, dominar los
fundamentos de los costos.
Creemos que es muy saludable que se exponga a la luz
pública todo cuanto demerita el correcto funcionamiento de nuestras
áreas contables, pero nuestra ética profesional nos compulsa a
exponer también y eliminar todas nuestras dificultades y carencias.
V. I. Marty Delgado
Discrepancia
Leí la carta enviada por la compañera M. E. López
Vallín sobre la calidad del café y del chocolatín en la edición del
viernes 8 de agosto.
Quisiera referirme al tema del chocolate. Con
relación al café me reservo la opinión. Discrepo con la compañera
sobre la calidad del chocolatín y del batido de chocolate. Soy muy
consumidora del chocolatín, lo consumo mezclado con leche y solo con
agua caliente, creo que es un producto muy logrado y he podido
compararlo con productos similares importados y creo que el nuestro
es competitivo. También compro el batido y lo encuentro bien
diseñado. Estoy a favor de poder expresar con libertad los criterios
de los consumidores, es un derecho respetado en nuestro país, y que
tengamos este espacio, pero, a veces hay que realizar encuestas para
llegar a consenso y publicar los resultados que sí ayudarían a los
productores a tomar acciones cuando haya un problema de calidad
objetivo. Hay que tener en cuenta el diseño de determinado producto
y que a todos no nos gusta lo mismo. Lograr la diversificación,
opciones para los consumidores y para diferentes segmentos de
mercado es la máxima aspiración de la industria, pero no siempre es
posible. No creo justo que se evalúe negativamente al chocolatín.
Sugiero que se debata sobre este tema del chocolatín
y del batido de chocolate, que se realicen encuestas para que esta
Sección sea verdaderamente provechosa a los compañeros de la
Industria Láctea responsables de satisfacer los gustos y las
opiniones de nosotros los consumidores. Quizás por esta crítica
pongamos a correr a la Industria Láctea. Un debate, encuestas
ayudarían a tomar los criterios de los consumidores, una sola
opinión no es válida, cualquier acción de la industria conllevaría a
cambios tecnológicos, cambios en la formulación, cambios en el costo
del producto, y en momentos en que tan difícil es la situación
mundial de los alimentos hay que reflexionar bien antes de decidir y
cambiar.
Con relación a la calidad del café, aunque no he
expresado mi criterio como consumidora, también exhorto al debate y
a realizar encuestas.
C. García Hernández
Protesto acerca del artículo sobre parqueo y
parqueadores
Es con indignación que reacciono ante el artículo
sobre los parqueadores publicado en el Granma el 8 de agosto del
2008. El artículo estaba interesante, pero totalmente fuera de la
problemática real de los parqueos.
La realidad es que los parqueadores deberían ser
eliminados y erradicados totalmente porque, lejos de resolver
problemas, se están haciendo millonarios a costa de los ciudadanos y
de los extranjeros.
En primer lugar, muchos son unos verdaderos
abusadores sociales, que cada día se llevan mucho dinero ganado nada
menos que con limosnas y sin trabajar. Ellos no solo no cumplen con
los reglamentos de los tickets, sino también cometen una cantidad de
otras irregularidades que voy enumerando:
1) Se apropian de áreas que no les competen (hecho
indicado en el artículo) por ejemplo de los parqueos del hotel Meliá
Habana o del Hotel Habana Libre (solo para citar dos ejemplos).
2) Cobran los parqueos de una manera totalmente
arbitraria. A veces quieren cobrar hasta si un conductor estaciona
por cinco minutos, incluso si él se dirige a un cajero automático
que queda perfectamente frente al carro.
3) Son un problema casi siempre para todos aquellos
que son residentes en el área donde ellos trabajan.
4) Son responsables de varias actividades ilegales y
antisociales. Por ejemplo, en 7ma. y 26, en toda el área de la Casa
Española, hay parqueadores que constituyen una verdadera mafia.
Friegan carros con tarifas arbitrarias, venden ilegalmente
medicamentos, proponen casas particulares y paladares a los
turistas, hasta amparan prostitutas y las proponen. Una vez a mí
personalmente hasta me quisieron vender droga. Y eso no pasa solo en
7ma. y 26, aunque en este lugar es el caso más grave, sino también
en varios otros parqueos, por ejemplo frente al Cira García.
5) Molestan públicamente a todos los conductores
proponiéndole el parqueo hasta cuando no van a parquear.
6) Pretenden cobrar los parqueos de lugares que
están fuera de su área y no les competen. Por ejemplo en el mercado
de 19 y 42 se han dado varios casos.
7) Muchos de ellos son frescos y no conocen la
educación. No están en el lugar de trabajo y pretenden cobrar el
parqueo de carros que llegaron mucho antes que ellos.
Por todas estas razones y varias más, creo que ha
llegado el momento de tomar medidas muy serias con estos individuos.
Ellos no pintan absolutamente nada en la mayoría de los lugares y
podrían perfectamente ser remplazados por compañeros de SEPSA o de
otro órgano de protección, que podrían cuidar todas las áreas
públicas sin lugar de cobro alguno.
Además, el parqueo pagado es muy claramente un
fenómeno cultural capitalista y consumista que muy, pero muy mal se
ve en una sociedad socialista. Y no es solo capitalista en plena
regla, es también un descaro, un abuso, un robo.
Yo pensé que el artículo iba a echar un poco de luz
a la realidad del asunto, pero que va, están lejos, pero muy lejos
del problema real.
D. Renzi
El agua
El tema de esta opinión es el agua. ¿Cuánto no hemos
hablado de ahorrar este preciado líquido? Es imperdonable ver como
un producto tan importante para la vida humana aquí en nuestro país
se despilfarra tanto, en el reparto Lawton se puede ir caminando las
calles Dolores o Porvenir, por tan solo citar dos de ellas, por la
mañana temprano o por la noche, después de las 8:00 p.m., y ver como
corre veloz por las calles, agua que se bota, que va a parar a
territorio de nadie como bola que pica entre dos y que es llorada
por muchas personas en el mundo, personas que en cifras de millones
no tienen acceso al agua potable, que están desnutridas y que
muchas, incluyendo niños, mueren por no tenerla, y nosotros nos
damos el lujo de botarla. Fui de visita hace poco a Consolación del
Sur a visitar a mi familia, y no pude dejar de asombrarme al ver
como en horas de la noche, y en una calle próxima a la terminal de
ómnibus de esa localidad, había un chorro saliendo de un tubo en un
lugar donde al parecer abastecen pipas de agua, y el chorro chocaba
directamente con el pavimento y de ahí se deslizaba velozmente calle
abajo sin más ni más.
En el futuro las guerras van a ser para controlar el
agua, porque se presume va a escasear considerablemente, y ¿por qué
la desperdiciamos tanto? ¿dónde está nuestra conciencia?
A. E. Q. Perojo