El pasado miércoles 14, coincidiendo con el aniversario 120 de la
fundación del periódico Patria por José Martí y dos décadas de
celebrar en su homenaje el Día de la Prensa Cubana, Cartas a la
Dirección cumplió cuatro años de circular cada viernes en
nuestras páginas.
Con la de hoy, en este cuatrienio, han aparecido 208
secciones que incluyeron más de 1 200 opiniones de lectores y
respuestas de organismos y entidades implicados en esas misivas, con
las que se puede estar o no de acuerdo y, por ende, son expresión de
lo distante que estamos de reflejar falsas unanimidades y
formalismos en el tratamiento de las diferentes situaciones
presentes en la vida nacional.
Al pasar revista a las más de cien planas editadas
entre marzo del 2011 y la del pasado viernes, se han publicado 373
cartas y 33 respuestas de direcciones administrativas, que lejos
están de satisfacer al universo de lectores de Granma. No
obstante, ratificamos, que todos los mensajes son procesados y
tramitados con las entidades involucradas.
En este último año fueron recepcionados en el
Departamento de Atención al Lector 7 069 correos electrónicos y 3
325 cartas postales de todo el país,
principal fuente para confeccionar la sección. Pero
también consideramos otras vías mediante las cuales retroalimentamos
nuestro trabajo, precisamos tendencias y prioridades del momento en
la opinión pública y muchas nos sirven para alertar a las
autoridades competentes sobre asuntos de particular sensibilidad
social.
Son estas: los mensajes recibidos por el correo
central del periódico, que superan los 83 mil, una parte de los
cuales son tramitados con las entidades que corresponde, y el resto,
trasladados a los diferentes departamentos de este diario, por
referirse a materiales editados o sugerencias de temas a abordar;
alrededor de 7 500 llamadas telefónicas atendidas, que tratan desde
quejas de problemas cotidianos, hasta errores y erratas, críticas y
reconocimientos a trabajos del diario, así como unas 700 entrevistas
con lectores que vinieron directamente a nuestra redacción a
plantear sus denuncias.
Más allá de la coincidencia temática, que obliga a
seleccionar la más abarcadora y breve entre varias y descartar el
resto buscando mayor diversidad, tampoco es posible publicarlas
todas. Insistimos en la necesidad de que las cartas no sean
extensas, porque como no las editamos, se nos hace imposible
publicarlas por el espacio que ocuparían.
En cuanto a las respuestas recibimos apenas 68, muy
por debajo de las requeridas de acuerdo con los criterios expuestos
y de las expectativas, principalmente de los lectores, quienes
reiteradamente expresan sus preocupaciones ante este silencio
administrativo o porque cerca de la mitad de las recepcionadas
carecen, como regla, de una redacción convincente, abundan
tecnicismos y procedimientos y no predominan exposiciones directas y
concretas, como debería ser si se aspira a esclarecer y evaluar
quejas, inquietudes y denuncias de la población, lo que constituye,
reiteramos, una de nuestras mayores insatisfacciones.
Entre los temas principales abordados figuran: la
actualización del modelo económico cubano, que registró una amplia
diversidad de opiniones en torno a los Lineamientos y otros acuerdos
y deliberaciones del Sexto Congreso del Partido y de su Conferencia
Nacional y a las medidas adoptadas por el Gobierno, como el trabajo
por cuenta propia, la política tributaria, etc.; dificultades y
trabas burocrácticas en la aplicación de varias de esas decisiones y
en otros trámites de la población, como los de la vivienda;
problemas en la producción y comercialización de alimentos
agropecuarios e industriales; asuntos laborales, salariales, de
seguridad y asistencia social y de precios; quejas por el maltrato y
la desidia, la contaminación ambiental y acústica, y por las
indisciplinas de todo tipo; y en una amplia gama de variables, la
mala calidad de los servicios, desde el transporte, la electricidad,
las comunicaciones y la salud hasta los comerciales y gastronómicos,
los que, en no pocos casos, han tenido en común aspectos como el
control, la exigencia, la ejemplaridad de los cuadros, el respeto a
la legalidad, la batalla por la institucionalidad y la ineficacia en
la atención e información a la población, entre otros.
Al cabo de un año más de Cartas a la Dirección,
debemos reconocer que aun cuando todo lo enumerado es muestra de la
confianza de quienes nos escriben trasmitiéndonos sus criterios y
preocupaciones, sigue la insatisfacción presidiendo nuestro trabajo
porque cada semana queremos que sea más y mejor.
A la par que les agradecemos su invaluable
colaboración, les reiteramos la principal premisa de la sección:
Haremos el máximo por atender, que no siempre quiere decir resolver,
los asuntos que se nos trasladen.
El Director