Resulta grato tener la oportunidad de conocer Baracoa, primera
villa del proceso de conquista y colonización de la Isla, paraíso
natural en el alto oriente cubano. Pero sobre todo si hablamos con
Alejandro Hartmann Matos, historiador de esta ciudad guantanamera,
comprendemos que a pesar de ser la Ciudad Primada de Cuba, es mucho
más…
Hartmann
es un amante y
defensor de Baracoa.
Antes de adentrarnos en sus hermosos paisajes y sus bondades, la
calidad de sus gentes y las centenarias tradiciones, Granma
quiso saber qué representa para este hombre Nuestra Señora de la
Asunción de Baracoa. "Baracoa —nombre de origen araucano que evoca
la cercana presencia del mar—, está tan metida en mí que no puedo
zafarme de ella. Es Mi vida, porque mi gran madre es la Patria",
dice.
¿Por qué la Primera en el Tiempo?
Por aquí se forja la nación cubana, empieza la historia de Cuba. Así
lo confirman: Primera Villa fundada por Diego Velázquez el 15 de
agosto de 1511; primera capital de la Isla hasta que pasó a Santiago
de Cuba; Baracoa también conoció las primeras formas de gobierno,
economía, instrucción y aplicación de la repartición de indios: las
encomiendas. Por eso en nuestro escudo reza "Aunque soy la más
pequeña de todas, siempre seré la primera en el tiempo".
Somos los primados, gentilicio que solo puede ser dado a
nosotros, los que vivimos aquí, aunque podemos ser llamados
baracoesos, baracoenses o baracoanos como muestra de nuestra
idiosincrasia y sentido de pertenencia que se manifiesta en la
espiritualidad y proceder.
¿Qué diferencia a Baracoa?
Por allí sale el sol. Es un sitio con características peculiares,
formas propias e irrepetibles: la fragancia del chocolate; sus ríos;
las montañas, las prominentes lluvias; la historia que encierran sus
calles, sus casas; el privilegio de ser la ciudad más antigua de
Cuba y la cordialidad y sencillez de su gente que sigue siendo
extraordinaria porque viven apegados a los orígenes.
Contentos con el valor patrimonial que encierra su historia por
contar con una de las 29 cruces que plantó Colón en sus viajes por
América; su sistema defensivo con sus tres fortalezas: el Fuerte
Matachín, la Punta y la fortaleza el Castillo; sin dejar de
mencionar sus raíces primitivas, de las cuales también forman parte
los caciques Hatuey y Guamá.
También la hace diferente sus ritmos como el pegajoso changüí, el
nengón y el kiribá; sus famosas y ancestrales recetas culinarias
como el bacán —un plato hecho con plátano verde y carne de cerdo—,
los cucuruchos de coco —dulce confeccionado con miel y frutas—, o el
Tetí, pez pequeño que solo se captura en esta zona del país. Y sus
gentes.
¿Qué es lo más representativo?
En lo natural, el Yunque de Baracoa, la montaña alta y cuadrada
que parece isla; en lo tradicional, el cucurucho de coco con miel y
frutas; y en lo humano, el corazón de sus gentes. A ello nos une el
entrañable amor que sentimos por esta tierra.
¿Qué pueden hacer los primados por su ciudad?
Estamos haciendo por ella al recordar nuestro pasado y ver
nuestro presente, con sus dificultades y avatares; tratar de
mejorarla, que es lo que tenemos que hacer cada día. Cuando la
amamos más y sentimos orgullo por ella, nos identificamos, la
protegemos, estamos cuidando nuestra fachada, arquitectura y manera
de ser en lo personal. Nuestro mayor compromiso es que Baracoa siga
siendo única a través del tiempo.