ANIVERSARIO DEL TRIUNFO DE LA REVOLUCIÓN

26-12-2002

Tres tiempos de una industria

Crear la base industrial de un país es algo lento, es algo que no se puede hacer en un día, que demanda muchos estudios, enormes esfuerzos y una capacidad técnica grande... Tenemos que alcanzar una técnica que nos permita una eficiencia que esté aparejada con la eficiencia del mundo... Nosotros tenemos que estar también a la cabeza...". 
Discurso del Comandante Ernesto Che Guevara en la inauguración de la Fábrica de Bujías de Sagua la Grande (1964)

LOURDES PÉREZ NAVARRO

Diciembre de 1974 marcó el nacimiento de la industria Sidero Mecánica (SIME). Más de 20 años de esfuerzos, trabajo y consagración han logrado que hoy sea un sector pilar en la economía cubana.

Antes del triunfo de la Revolución esta industria era muy pequeña. Contaba con algunos talleres de pailería ligera y de producción de repuestos destinados fundamentalmente a la obtención de azúcar. Tenía 4 000 obreros y producía alrededor de 29 millones de pesos.

Foto: SIMESala de Calderas de vapor
de la capitalina escuela
 Salvador Allende.

Después del primero de enero de 1959, y ante la amenaza del gobierno norteamericano de cancelar los suministros de repuestos, el Comandante en Jefe Fidel Castro puso en marcha el programa integral de desarrollo de esta industria. El Che, con su visión y entusiasmo característicos, emprendió las primeras acciones de modernización, ampliación y creación de nuevas capacidades productivas, y se inauguraron importantes fábricas como la INPUD Primero de Mayo, las Plantas Mecánica de Villa Clara, de Bujías de Sagua la Grande y de Alambres de Nuevitas.

El SIME, creado para planificar, organizar, ejecutar y controlar la aplicación de la política del Estado y del Gobierno en cuanto al desarrollo de la metalúrgica y la mecánica del país, en especial aquellas producciones que tienen como destino las ramas azucarera, automotriz, de refrigeración, constructiva y agrícola, así como la elaboración de las normas de mantenimiento y explotación para las máquinas herramientas y propiciar el avance de la industria electrónica —actividad que hoy dirige el Ministerio de la Informática y las Comunicaciones—, al concluir su primer aniversario agrupaba producciones por 250 millones de pesos y el país le respaldó un fuerte programa de ampliación y desarrollo.

En 1986, con un colectivo laboral de 62 500 trabajadores, llegó a implantar su récord productivo de 846 millones de pesos y a abarcar cerca de 8 500 producciones de diferentes tipos.

A partir de ese año, debido a que el país se adentraba en la difícil etapa del período especial, comenzaron a disminuir sus niveles y tuvo una reducción en los volúmenes de ventas de casi 600 millones de pesos en los años 1992 y 1993.

PALABRA DE ORDEN: RECUPERACIÓN

Para enfrentar estas duras condiciones iniciaron la aplicación de medidas, entre ellas reordenar la organización, a fin de potenciar las capacidades intelectuales y productivas de los colectivos laborales; retomar importantes fuentes de trabajo en sectores como el turismo, industrias Básica, Azucarera y Alimentaria, Construcciones, Agricultura, Transporte, Comunicaciones y la Pesca, y diversificar las producciones, dotándolas de un valor agregado.

También, rediseñaron el aparato de la oficina central del Ministerio, crearon los Grupos Empresariales, reforzaron la actividad de auditoría y control, ejecutaron una nueva estrategia de certificación de la calidad y comercio exterior, entre otras tareas.

Salas de video producidas 
y montadas por la Empresa COMETAL.

A partir de 1994 la Industria Sidero Mecánica ha mantenido un crecimiento anual promedio del 19,4%, e implantó un nuevo récord en 1999 con 871 millones de pesos, cifra superada año tras año, al punto de llegar a los 1 080 millones las ventas de producción y servicios del 2001.

Las exportaciones en este sector han mantenido una tendencia creciente, fundamentalmente en productos como el acero, el carbono, chatarras, cables eléctricos y telefónicos, alambrón de cobre, acero inoxidable, maquinarias agrícolas, productos de aluminio, equipamiento tecnológico, mobiliario, ómnibus, cocinas, bicicletas, entre otros, destinados principalmente a países de América Latina y el Caribe.

SUMA DE ÉXITOS

La Sidero Mecánica es hoy una industria poderosa. Con cerca de 61 000 trabajadores y 225 fábricas, factura alrededor de 1 600 millones de pesos.

Actualmente, el perfeccionamiento empresarial abarca en algunas de sus fases a 138 empresas.

En los últimos 10 años ha ejecutado más de 480 millones de pesos en inversiones con vistas a ampliar y modernizar las capacidades de producción, e incrementar la presencia de sus productos en la economía nacional.

Significativa ha sido su participación en los programas de la Batalla de Ideas. En sus fábricas se hicieron las estructuras metálicas de la Tribuna Antimperialista José Martí. Con la utilización de nuevas tecnologías y materiales constructivos ligeros, de rápido montaje, construyeron 335 salas de video y 74 Joven Club de Computación.

Cilindros producidos por la
fábrica Faustino Pérez, de Matanzas.

Además, para la reparación y construcción de escuelas primarias, formadoras de trabajadores sociales, instructores de arte, maestros emergentes y enfermeras, produjeron bebederos, equipos de refrigeración, herrajes hidráulicos y sanitarios, panelería ligera, carpintería de aluminio y de PVC, cables eléctricos y equipamiento gastronómico, entre otros.

Para la batalla por la erradicación del mosquito Aedes aegypti, entregaron tanques de 55 galones y tapas adicionales, piezas de repuesto para las bazucas de fumigación, herrajes para la eliminación de salideros, contenedores y carretas para la recogida de desechos sólidos y otros.

Sus producciones están presentes a lo largo de toda la Isla y el sector está enfrascado además, en la producción del mobiliario clínico y de oficina de los centros de la Salud cuya reparación ejecuta actualmente el país.

Arduo ha sido el camino transitado, salpicado por matices que aún quedan por superar, esencialmente relacionados con la sustitución de importaciones, la insuficiente presencia de sus productos en el mercado externo, y la lenta velocidad interna que tiene el proceso de certificación de calidad de sus organizaciones; pero con la merecida satisfacción de ser una industria que ha logrado vencer obstáculos, buscar alternativas, diversificarse y ser hoy un puntal de nuestra economía.

   

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