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28 de febrero de 2007
La vida de los elegidos es el destino de nuestros Palabras de Tarek William Saab, gobernador del Estado venezolano de Anzoátegui, en la inauguración de la exposición fotográfica en el Palacio de Convenciones sobre la amistad entrañable entre Fidel y Chávez
La vida de los elegidos, empieza siendo el de cerrar y abrir todas las puertas de un reino. El de la lucha por la justicia, la verdad, y el amor. A la semejanza de Espartaco, sublevado por la libertad de los esclavos. Igual a la de Ulises, cruzando sin hundirse en la mar océano, azul y verde, claro y gris. Como la de Aquiles, alzado frente a Héctor, desmoronando los muros de Troya, y los sótanos más antiguos de la más lejana ciudad. La vida de los elegidos es un monumento al decoro De esa raza ancestral, como en extinción provienen nuestros dos hermanos. Fidel y Chávez. Chávez y Fidel. Nacidos para vivir entrañablemente en la forja de una amistad que se esparce a la manera del polvo cósmico. Porque su autoridad y liderazgo. Su rectitud y gallardía. Su don para el perdón y la solidaridad y el afecto y la generosidad y la nobleza y la rebeldía y la irreverencia y el coraje y la más genuina lucha por la redención de la patria, hace a nuestros dos hermanos, ser hijos de un patriarca inmemorial que los germinó a razón de edificar en la bisagra de dos siglos, la esperanza y la fe de los pobres de la tierra.
Estas 50 imágenes recogen trece años de una relación humana que tiene la particularidad de reunir una espiritualidad concebida entre padre e hijo, hasta fundirse por intermedio de los encuentros y los viajes y los sueños y la batalla y el respeto y la hidalguía, en una ejemplar relación de verdaderos hermanos. Así hemos visto a nuestros hermanos transitar, sin que sean desanimados por los obstáculos, las ruinas de Esparta. Avizorar las puertas de Utopía. Las nieblas de Babilonia. El corazón ardiente de Birán y Sabaneta, como una réplica de las fundaciones donde los héroes renacen para ascender como si fuera un destino, a la gloria de nuestra liberación. Atrás muy al fondo de sus firmes pasos, el tiempo opaco de la desazón y la derrota, de la melancolía y el rencor. Atrás muy abajo donde se cuecen los graneros del odio, el lugar para la traición y la deshonra. El insigne magisterio que los rehace y los explica, a veces pareciera no ser de este mundo. He allí la magnifica enseñanza para quienes tenemos el honroso privilegio de ser sus discípulos. Cuba y Venezuela insurgen en el ejemplo más vigoroso, como las banderas más limpias y transparentes de nuestra América. Asumamos el desafío de ir más allá de lo que soñaron los precursores de la Patria, y construyamos, por ellos y junto con ellos, la paz y la felicidad de los irredentos de la tierra. |
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Servicio especial del Periódico Granma, órgano oficial del Comité Central del Partido Comunista de Cuba sobre la Alternativa Bolivariana para las Américas. Año 2005. |
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