Sin consignas y con la intención explícita de ir a
la esencia de las cosas continúa el 6to. Congreso del Partido
Comunista de Cuba. Por ese sendero, sin duda, se pone a la altura de
las amplias expectativas que albergamos los cubanos patriotas sobre
la importancia de este momento para el futuro de Cuba.
Del enjundioso Informe Central al Congreso
recordaremos por mucho tiempo un concepto que hace honor a la obra
de teatro Abracadabra, de los niños de la compañía La Colmenita: "¼
se hace imprescindible cambiar la mentalidad, dejar de lado el
formalismo y la fanfarria en las ideas y las acciones, o lo que es
lo mismo, desterrar el inmovilismo fundado en dogmas y consignas
vacías para llegar a las esencias más profundas de las cosas".
Qué bueno sería que en los días por venir todos los
cubanos dedicáramos unos minutos a reflexionar sobre esa necesidad
imperiosa a la que se refirió Raúl. Imaginemos cuánto y hasta dónde
podríamos empujar a este país con solo accionar desde la esencia de
las cosas. Entonces, los escépticos morirían de tristeza, los
burócratas comenzarían a extinguirse, los holgazanes no tendrían
otra opción que salir a ganarse el pan, y a los que rehúsan de
construir un país mejor no les quedaría otro remedio que bajarse del
tren de la historia.
Volviendo a las esencias del 6to. Congreso, que
tiene como escenario histórico el aniversario 50 de Playa Girón, no
es ocioso recordar la esencia de la victoria sobre la invasión
mercenaria. Dicho por Arthur M. Schlesinger, asesor del presidente
Kennedy, "la realidad fue que Fidel Castro resultó ser un enemigo
mucho más formidable, y estar al mando de un régimen mucho mejor
organizado que lo que nadie había supuesto. Sus patrullas
localizaron la invasión casi en el primer momento. Sus aviones
reaccionaron con rapidez y vigor. Su Policía eliminó cualquier
posibilidad de rebelión o sabotaje detrás de las líneas. Sus
soldados permanecieron leales y combatieron bravamente". Una
confesión que resumió en una sola oración el mercenario José M.
Gutiérrez: "Perdimos porque Fidel está con ellos".
En esos valores que reconocen hasta nuestros
enemigos está la esencia de Cuba. En ellos radica también la esencia
de una libertad alcanzada a sangre, sudor y fuego. Pero Raúl nos
está hablando hoy de otra esencia, de la que necesitamos a juro para
oxigenar la Economía y blindar la independencia, que es hermana
gemela de la libertad. Esa de la que advertía el genio de Martí:
"Como el hueso al cuerpo humano, y el eje a una rueda, y el ala a un
pájaro, y el aire al ala, así es la libertad la esencia de la vida.
Cuanto sin ella se hace es imperfecto".