Luego
de la discusión del Informe Central, los miembros de la Comisión I,
presidida por el delegado Marino Murillo Jorge, analizaron los
lineamientos referidos al Modelo de Gestión Económica, a partir de
las propuestas surgidas del debate previo de las delegaciones en sus
provincias, y con el fin de hacer más coherente aún el Proyecto.
Entre otros temas, se discutió sobre la urgencia de un proceso de
capacitación de todas las estructuras para facilitar los cambios en
el sistema empresarial, las unidades presupuestadas y la
administración estatal en general. Además, fueron esclarecidos los
términos referidos a la separación de las funciones estatales y
empresariales, sobre lo cual la delegada Lina Pedraza consideró que
es necesario fortalecer la base normativa que regirá el deslinde de
funciones, proceso que ahora se inicia.
También la contratación ocupó un buen espacio dentro de las
intervenciones de la Comisión pues, como se consideró, es una
asignatura pendiente la realización de contratos con calidad. Los
delegados consideraron que se ha generalizado la indisciplina en
este tema debido, entre otras causas, a la incultura económica, la
falta de rigor, la inercia y a la permisibilidad de los errores. En
cuanto a la norma jurídica que rige actualmente la realización de
los contratos, la cual deberá ser perfeccionada y actualizada, María
Esther Reus comentó que ese documento por sí solo no resolverá los
problemas que lastran las relaciones contractuales. Es necesario,
dijo, reclamar que se cumpla lo que está estipulado. "Hoy se viola
constantemente la norma por falta de exigencia".
Sobre este tema Marino Murillo alertó que el contrato no funciona
y hay que recuperarlo, máxime cuando se irá complejizando con los
nuevos actores que surgen en el escenario, por lo cual para la
actualización del modelo económico cubano es indispensable un
proceso de contratación adecuado.
Varios delegados coincidieron con el criterio recogido en el
Informe Central de que en este tema muchas entidades no van a las
reclamaciones necesarias ante incumplimientos por la contraparte, y
otras que ejercen cierto poder o no dan alternativa posible de
negociación al brindar un servicio, bajo el concepto de "lo tomas o
lo dejas".
Otro asunto que acaparó la atención de la Comisión I fue el del
objeto social de las empresas, dada la distorsión que en no pocos
lugares ha habido al desviarse de su razón de ser en la producción o
los servicios que brindan. Al respecto, Murillo aclaró que la
flexibilidad que se pide hoy día está asociada a cómo usar la
capacidad productiva que le queda disponible una vez que ha cumplido
sus planes o compromisos con el Estado.
Precisó que incluso una empresa si no tiene establecido en su
objeto social la venta de inventarios ociosos, ni el Ministro del
ramo puede autorizarla a hacerlo.
Al calor de los debates de cada lineamiento del capítulo
correspondiente al Modelo de Gestión Económica, en particular el
referido al control externo hacia una entidad, la delegada Gladys
Bejerano opinó que en el control de los mecanismos económicos,
financieros y administrativos también hay que tener presente la
conducta ejemplar, ética y moral de los cuadros y funcionarios, los
métodos y estilos de trabajo.
Hubo consenso en que son excesivos los controles que
periódicamente recibe una entidad, al ser inspeccionada.
Otro lineamiento, el referido al pago del tributo por las
empresas y cooperativas a los Consejos de la Administración
Municipales, suscitó varias intervenciones y al respecto se insistió
en que los recursos para el desarrollo local saldrán de una parte de
esos impuestos.
Al redondear la idea, Murillo destacó la aspiración de vincular
el desarrollo del municipio con el aporte que el mismo sea capaz de
hacer con sus producciones y servicios.
Ante la duda de un delegado guantanamero respecto a la nueva
figura del vendedor de producción agropecuaria, quien compra
directamente los productos a la cooperativa y después los vende, el
delegado Marino Murillo explicó el interés del Estado de estimular
la base productiva, en el sentido de que una vez cumpla su contrato
pueda comercializar el excedente sin intermediarios, lo cual
favorece su participación en el mercado minorista con precios
justos.
Para varios delegados el tema de la preparación de los cuadros y
su estimulación resultó de interés, y al decir de Raquel Salabarría,
urge capacitar a muchos de ellos en administración de empresas.
Ejemplificó que en un hospital el director suele ser un médico, y no
tiene todos los conocimientos necesarios de economía, contabilidad o
auditoría para poder administrar bien.
Existe el propósito de que se reabra la Escuela Nacional de
Cuadros, en la que se impartan diplomados en administración pública
y administración y gestión empresarial, y a su vez esto se extienda
a las escuelas ramales y del Partido en todas las provincias,
informó el delegado Jorge Luis Guerrero Almaguer.
Finalmente, la Comisión propuso incluir dentro de los documentos
del VI Congreso, y como una declaración de principios, el hecho de
elevar la cultura económica desde edades tempranas para desterrar la
ignorancia que ha permeado el buen desenvolvimiento de muchos
procesos. Se trata de concebir un programa de capacitación que, por
diferentes vías, llegue a todos.