Los delegados, reunidos en cinco comisiones realizaron cincuenta
intervenciones, en las que se destaca la honestidad de este
documento rector que logra sintetizar el pensamiento crítico de la
Revolución, al tiempo que respalda la idea de Fidel de "cambiar todo
lo que deba ser cambiado". Asimismo subrayaron que reconocer
nuestros errores es el primer paso para resolverlos, y que en esas
soluciones es definitorio cambiar la mentalidad de los cuadros.
Coincidieron, además, en que el Informe Central responde a las
expectativas de los cubanos con su VI Congreso, y que el hecho de
haberse publicado inmediatamente en los periódicos más importantes
denota el interés de la dirección del país en que se conozca hasta
el más mínimo detalle de este trascendental encuentro que nació de
los debates con todo el pueblo.
El delegado por Artemisa, Orlando Lugo Fonte, afirmó que el
documento "está a tono con la realidad que vive hoy la Patria".
Mientras, para José Molina, de Camagüey, la misión de los militantes
ahora es materializarlo; opinión reafirmada por el Comandante de la
Revolución Guillermo García Frías, quien aseguró que, además de
aprobarlo, lo importante es cómo entre todos hacemos cumplir lo que
está planteado en el Informe.
"No solo fundamenta la situación del país, sino que lo hace de
una manera que le llega hasta el último cubano y cubana", apuntó
Ricardo Alarcón, para agregar luego que el informe es el resultado
de la participación de mucha gente, lo cual le otorga una
característica democrática y participativa excepcional.
El impacto del informe en la población acaparó la mayoría de las
intervenciones realizadas por los participantes. "Son las palabras
que estaba esperando nuestro pueblo", resumió Rosa María Leyva Mayo,
de Gibara, provincia de Holguín. Y Marcia Cobas compartió con los
delegados la opinión de varias personas con las que pudo contactar
que le hicieron saber que "se había hecho un informe con el
corazón".
También se destacó el pronunciamiento referido a que compañeros
no militantes puedan asumir responsabilidades de dirección. Los
delegados coincidieron en que no puede ser requisito indispensable
el ser militante para que alguien, si tiene condiciones, pueda
desempeñarse como cuadro dirigente.
Por otra parte, Luis Morlote enfatizó en el llamado a pensar de
manera creativa, a erradicar el formalismo, la retórica y el
consignismo. Consideró que lo más difícil será el trabajo con las
nuevas generaciones que no vivieron los grandes momentos de la
Revolución. Pidió entonces confiar en los jóvenes y en el liderazgo
colectivo, para que el Partido "se mantenga en ebullición
constante".
Eusebio Leal recordó que "los pueblos que han descuidado sus
ideas, que son sus armas, lo han perdido todo", y reconoció en el
Informe Central un profundo respeto por nuestra historia. "Qué gran
privilegio han tenido Fidel y Raúl al poder asistir a la creación de
la obra y a su rectificación. Ellos nos han dejado el camino
trazado, le corresponderá al Partido llevar hacia delante la magna
tarea".