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Cuatro ideas de buena
tinta
Breve reseña de cuánto
ha sido Granma para cuatro fundadores del periódico. Llegaron en
plena juventud y ahora siguen siendo los jóvenes de siempre
GABRIEL DÁVALOS
El
periódico es un caballero de buen vestir. Lleva ropa sobria con un
diseño elegante que lo mantiene a la moda. Luce con buena cara los años
que tiene. Es un hombre de su tiempo, comenta Santiago Cardosa, uno de
los hombres de siempre.
Granma lo sorprendió
un domingo de hace cuarenta años. Hasta entonces trabajaba en
Revolución, incluso desde que este era clandestino. "Era
reportero viajero y no tenía que ir todos los días por la redacción.
Aquel domingo recibí la llamada de un colega y amigo; fue entonces
que supe que trabajaba para este gran periódico", cuenta.
CRECER JUNTO AL PERIÓDICO
Debió ser una joven muy
bonita en aquellos primeros días de Granma. Ahora es una linda
mujer. Es extraño pero cuando responde al teléfono siempre sabe
quien le habla. No pierde la oportunidad para expresar el cariño que
siente por sus compañeros. Aquí la conocen como Conchita.
"Le he dedicado mi
vida. Entré como auxiliar de redacción. El periódico es un espacio
ideal para la superación intelectual. Fui periodista, titulista. Era
todo muy dinámico. Trabajábamos hasta 16 horas diarias, parábamos
para algún trabajo voluntario y seguíamos adelante. He visto cómo
Granma formó su propia personalidad, su estilo".
CUARENTA AÑOS DE IMÁGENES
"Guardo con mucho
cariño los momentos que pasé mientras estuve en Granma. Dos
cosas me vienen a la mente: los años en los que tuve el placer de
trabajar como fotógrafo con nuestro Comandante en Jefe y el exquisito
compañerismo que se respira en el periódico."
Jorge Oller recuerda con añoranza
tantas ideas novedosas que se hicieron realidad. Aquí publicó una
foto panorámica por primera vez, innovó a sus anchas. Se hizo
imprescindible para atrapar la imagen de la historia. Tenía treinta y
seis años de edad entonces. Sume y sabrá cuantas vivencias peina
Oller.
EL HOMBRE DEL ADESÓGRAFO
En el cuarto piso del
edificio donde está el periódico, hay una máquina que llama la
atención de todos los que llegan por primera vez. Parece una pieza de
museo. Pero Miguel Domínguez la utiliza desde que tenía 18 años de
edad, hace cuatro décadas ya.
En su departamento es el
veterano, el fundador. Con gusto cuenta que aquella máquina es un
adesógrafo que se utiliza para hacer los miles de sobres en los que
se envía el periódico a los suscriptores en el extranjero.
"Ha sido una gran
escuela. Entré joven y me he visto crecer, física y espiritualmente.
Para los cubanos, Granma ha sido un vehículo que refleja
nuestra realidad. Si lo dice este periódico, entonces es verdad, ese
es el prestigio que tiene la publicación. Ha sido la gran experiencia
de mi vida."
El periódico es un
caballero que celebra sus 40. Es imagen y semejanza de quienes lo han
hecho y lo hacen hoy. Granma es muchos personajes, como estos cuatro
fundadores.
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