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30
Aniversario Misión Militar Cubana en Angola
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Con la adarga al brazo la familia Pons
ONELIA CHAVECO Y ARMANDO SÁEZ CHÁVEZ
CIENFUEGOS.—El
continente africano conoció del heroísmo de la familia Pons. Quince de
sus miembros participaron en la gesta internacionalista por liberar a
África del apartheid.
El Congo, Etiopía,
Mozambique, Angola fueron escenarios donde los integrantes de esta estirpe
cienfueguera pusieron en alto el gesto solidario de los cubanos.
Una representación de la familia Pons. De izquierda a derecha, sentados:
Casiano y Lucas; de pie: Emilio, Gonzalo, Pedro y Pablo.
Por primera vez, y a
propósito del aniversario 30 del inicio de la Operación Carlota, se
reúnen para rememorar sus acciones combativas entre anécdotas, chistes,
lágrimas y ese fervor que apoya la disposición de volver a cualquier
rincón del mundo que necesite del concurso de sus esfuerzos, para lo cual
se mantienen con la adarga al brazo y la mochila al hombro.
Casiano Pons González es
quien puede hablar con más propiedad por estas razones: De esta escuadra
sui géneris es el más veterano y el único de ellos que combatió, en
1965, en el Congo junto al Comandante Ernesto Guevara.
Majibizano es el nombre de
guerra de este hombre, quien legó las banderas del internacionalismo a
sus hermanos y sobrinos, y ese amor por el prójimo, en este caso por los
pueblos africanos.
Solo 28 años de edad tenía
cuando tuvo el privilegio histórico de marchar a las selvas congolesas,
donde durante siete meses conoció la excepcionalidad del Guerrillero
Heroico, como jefe de tropas, de estratega militar y de compañero.
Diez años después el coraje
de los Pons se puso nuevamente a prueba cuando Juan Andrés, el segundo de
los hermanos, marchó a Angola como asesor militar, y se convertía en uno
de los primeros en iniciar la misión cubana en ese país.
José Lucas fue el tercer
hermano en incorporarse a las luchas libertarias del continente negro,
pues en 1978 llegó a Luanda en condición de jefe de batallón.
"Allí
debimos reportar día a día el resultado de las operaciones del frente
sur angolano, para lo cual debía viajar desde Menongue a Luanda, en
transporte aéreo, y a veces por gestión propia."
Más tarde permanecí cuatro
meses en Mozambique como asesor de batallón, y de ahí regresé a Cuba,
explicó Lucas.
En 1981 volví a Angola —agregó
este jefe de tropas—, entonces para responder a la petición formulada
por el Comandante Raúl Menéndez Tomasevich, quien había sido mi
superior en la Lucha Contra Bandidos en el Escambray.
"Operamos
en Cayún, donde tuvimos más de una decena de acciones combativas,
además estuve en Luanda y Menongue, entre otras provincias."
Recuerda Emilio, otro de los
Pons, que en 1986 llegó a Kuanza, donde permaneció 21 meses en la
protección del puente sobre el río del mismo nombre, un punto
estratégico que permitía el traslado de las tropas cubanas y angolanas
del sur al norte y viceversa.
Más tarde fue ubicado al
frente de un pelotón de ametralladoras pesadas, en la defensa del
aeropuerto de Menongue.
Por su parte Pablo, uno de los
sobrinos en esta familia corajuda, cumplió dos misiones: una durante 28
meses, a partir de 1977, en Chivenda, y luego, en 1981, destacado en
Luanda y Lobango.
Dentro de sus experiencias
combativas figura en la hoja de servicios la participación como "flechero",
en combate de tropas conjuntas durante el derribo de naves aéreas del
enemigo sudafricano.
Y como si fuera poco, a esta
pequeña unidad imaginaria que ya contaba con un guerrillero, jefe de
batallón, asesor militar, jefe de pelotón de ametralladoras pesadas, y "flechero",
se unieron otros más como Gonzalo, chofer de ambulancia, Raúl,
sanitario, y Lázaro en la infantería.
También tomaron parte en
aquella epopeya Homero, Domingo, Luciano, Nelson y Francisco, todos de la
misma familia.
Súmese a ello la labor de
Pedro, quien se especializó en la lucha contra bandidos en una escuela en
Funda, y a su vez se desempeñó como chofer mecánico para mover tropas
hacia los lugares de operaciones.
Estos tres últimos muchachos,
con solo18 años de edad, participaron en la culminación de la Operación
Carlota.
Aunque la raíz de los Pons se
adentra en las entrañas de La Sierrita, en el Escambray cienfueguero, se
bifurca con los Hernández, Hidalgo, Soriano, Stuart, asumiendo toda una
estirpe de cubanos, incluidas sus mujeres en activa retaguardia de esta
familia de internacionalistas.