Como una afrenta a la soberanía nacional fue calificada la ilegal
Base Naval de Guantánamo por el coronel de la reserva René González
Barrios al presentar su libro Un Maine detenido en el tiempo,
en la Sala Nicolás Guillén del Complejo Morro Cabaña.
Publicado por la editorial Verde Olivo, el título hace un
bosquejo de la historia de la instalación militar estadounidense
establecida en Cuba desde 1903 a raíz de la Enmienda Platt; denuncia
cómo este enclave ha contribuido a la política expansionista de
Estados Unidos hacia América Latina y refleja el valor de los
oficiales cubanos para no ceder ante las amenazas de los marines
estadounidenses.
González Barrios, presidente del Instituto de Historia de Cuba,
detalla cómo antes de la Revolución las comunidades de Caimanera,
Boquerón y Guantánamo fueron afectadas por la corrupción de una
economía diseñada para cumplir con los intereses de los militares
norteamericanos emplazados en la Base Naval.
Agregó que después de 1959 los marines llevaron a cabo numerosas
acciones que causaron la muerte de soldados cubanos y cuantiosos
daños en el territorio fronterizo.
El investigador destacó que en la actualidad la situación ha
cambiado y el clima está más distendido debido a las conversaciones
entre ambos países, pero, afirmó, que la ocupación ilegal de este
territorio siempre será una afrenta al pueblo cubano.