NOTICIAS MIÉRCOLES 19

Poetas cargados de mundo

Madeleine Sautié

La casa Guayasamín, del Centro Histórico de la Ciudad, ha acogido junto a la muestra de artesanía ecuatoriana que allí se exhibe, también a la poesía. Cada tarde llegan hasta su patio los poetas que participan en la fiesta habanera del libro para regalar poemas a sus invitados. Por estos días leyeron sus versos Margarita Laso, Antonio Preciado e Iván Oñate. Bien conocidos en su país e internacionalmente, tuvieron a bien conversar con Granma tras una exquisita lectura de sus versos.

 Los poetas ecuatorianos Iván Oñate, Antonio Preciado y Margarita Laso.

Autora de más de cinco poemarios entre los que destacan Erosonera, Queden en la lengua mis deseos, y El trazo de las cobras, Margarita Laso, también cantante y productora de 12 discos compactos, concretó acerca de la poesía que escribe "que está hecha de las palabras en su condición acústica, su sonoridad, musicalidad y ritmo, pero también en su condición misteriosa. En esa búsqueda hay algo que se procura alcanzar y está en ese misterio de las palabras, que nos permite enlazarnos, tejernos, comunicarnos y que, sin embargo, nos habla a todos de diferente manera."

— ¿La ayuda la poesía a vencer sus miedos interiores? "Yo creo que la poesía ayuda a sanar, a consolar, a aliviar, no creo que llegue a ser un remedio, pero creo que cuando se busca salir de la soledad, la máxima paradoja es ir a la palabra tan solitaria de la poesía".

En su lírica el amor y lo autóctono van de la mano: "En mis poemas hay un paisaje geográfico afectivo y detrás de esta expresión han sido inevitables las referencias a lo amatorio, pero no solo en la celebración, sino desde el despecho, el rencor, la ira. Esto ha sido también parte de la curación".

Oñate, también narrador y catedrático, va dejando un tono ascendente cuando lee cada poema, como si el final estuviera en la siguiente lectura. "Una técnica del espíritu, para que quieran escucharme."

Convencido de que uno no elige a la poesía sino que es la poesía la que elige al poeta, define muy bien esa condición suya de la que nadie podría dudar. "Siempre se sabe cuando se trata de un buen o un mal poeta, si es solo un hacedor de versos. El poeta es otra cosa".

¿Qué poesía lo ha elegido a usted?

—A mí me elige una poesía del dolor, dura, del absurdo de vivir, pero en ella se nota el anhelo de reconciliarse en el amor. La poesía esta hecha para que la extrañemos, es para estar ausentes, se presenta mas cuando hacemos silencio, la verdad se nos revela en los momentos en que estamos solos".

Entre los más de 10 cuadernos poéticos de Oñate destaca Cuando morí, del cual ofreció algunos en la velada. De acuerdo a su título, ¿cuándo considera que se "viven" instantes de muerte? La respuesta está en un poema del libro llamado Banda de rock: "se muere mil veces cuando se ama más de una vez, cuando algo pasó en nuestros corazones".

Por su parte Preciado, actualmente embajador de Ecuador en Nicaragua, dio fe sobre la utilidad que encuentra en recitar de memoria sus poemas y hacerlo siempre de pie.

"Estoy convencido de que en la raíz misma de la creación está prevista la comunicación, un destinatario o muchos destinatarios. Busco la posibilidad de comunicar también en la escritura, porque no se escribe para sí. La palabra está cargada de mundo y esa carga solo es posible con la participación de todos".

De su libro Con todos los que soy, de ediciones Matanzas, y presentado en esta Feria, adelantó su esencia: "En mí viven muchos, apretujados en quien singularmente soy, entonces desde el punto de vista de la creación, de la escritura, de la poesía, tengo que buscar la forma de que, sin que la poesía sea un calco de la realidad, se note que el poeta recibe la incidencia de su vena nutricia".

"Creo que la palabra no puede ser inocua, y en la palabra comprometida del poeta, no dicha burdamente. Hay que buscar la fórmula, los recursos expresivos que sirvan a una comunicación actual, que roce, que erice la piel del receptor, que lo toque."

 

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