NOTICIAS LUNES 17

Comercialización del libro en Cuba, nuevas estrategias para universalizar el saber

En el Taller de Libreros de la Feria del Libro fueron analizados los derroteros de la gestión comercial en el país

Alain Valdés

La Fortaleza de San Carlos de La Cabaña, sede principal de la Feria Internacional de Libro Cuba 2014, fue el escenario del Taller de Libreros, espacio dispuesto para el intercambio de ideas y propuestas enrumbadas a una mejor comercialización del libro en el país, el análisis del papel de las librerías y los libreros en la circulación de las publicaciones, la promoción del hábito de lectura y la formación de lectores.

Fotos: Yander Zamora.

En el encuentro, iniciativa de la Dirección de Librerías del Instituto Cubano del Libro (ICL), la doctora Jacqueline Laguardia, profesora de la Universidad de La Habana, señaló una serie de deficiencias que atentan contra el buen funcionamiento del proceso de comercialización de los títulos que producen las casas editoriales de la Isla, como por ejemplo la diversidad de instituciones y organismos que conforman el sistema editorial ajenas al Ministerio de Cultura.

Esto, explicó, va contra el reconocimiento  de la red de librerías como institución cultural dentro de los límites del ministerio en un país donde el sistema editorial, casi en su totalidad, está en manos del estado.

Actualmente las librerías se subordinan al Ministerio de Comercio Interior y a los gobiernos de los territorios, mientras que metodológicamente son atendidas por el ICL, explicó Laguardia, fundadora y directora del Observatorio Cubano del Libro (OCL).

"Tal estructura de funcionamiento, que a mi juicio atenta contra la agilidad de la gestión librera ante tantas autoridades a las que responder, pareciera justificarse ante la primacía otorgada a su función comercial por sobre la dimensión cultural".

A esto se suma, precisó, un estigma relacionado con la comercialización de la obra literaria, "no debemos asumir el mercado como enemigo, sino como instrumento, y no considerar el éxito comercial antónimo de calidad literaria".

Tales lógicas, coincidió el escritor, editor y promotor cultural Lorenzo Lunar, nos hace replantearnos el papel de las librerías como protagonistas de la vida cultural en el país, y su recuperación como espacios para un verdadera comercialización a partir del trabajo de los libreros, la calidad de la oferta, en contenido y factura, la sistematicidad de la distribución, una acertada política de precios, y acciones de promoción de autores, títulos y eventos.

Según los resultados finales de la Encuesta nacional de consumo de libros y hábitos de lectura del OCL ¿Dónde suele comprar los libros?, aplicada en 2010, el 69,1 por ciento de los encuestados señaló las librerías, con una ligera diferencia sobre la Feria del Libro (61,3 por ciento).

Esto, coincidieron los panelistas, demuestra la importancia de las librerías como epicentro de la comercialización de libros en el país. En Cuba, aclaró Laguardia, existen 330 de estos espacios en los que se aprecia la desconexión entre producción y venta que provocan demandas insatisfechas y tiradas excesivas acumuladas por ineficaces estrategias comercialización.

En un contexto tanto global como doméstico que privilegia la producción de otros bienes y servicios culturales, el libro cubano-y el conjunto de de sus actores y procesos-tiene la urgencia de revisarse y adecuarse a los actuales desafíos, en los que debe insertarse la gestión privada, tan importante en la recuperación de libros usados para la venta.

Para esto, concordaron los panelistas y el resto de los participantes, también se debe estar a tono con las nuevas tecnologías y tener en cuenta el los grandes avances que en materia de gusto tiene las publicaciones digitales en los lectores.

Niuka Eligio, vicepresidenta comercial del ICL, adelantó que la institución lleva adelante una serie de estrategias para actualizar los mecanismos de ventas y adecuarlos a la situación actual que vive el país.

Trabajamos en conocer las realidades de los territorios en materia de consumo literario, discutimos las políticas comerciales con las partes involucradas, se están acordando una serie de iniciativas para la capacitación del personal y tenemos en cuenta las experiencias positivas, como la dinámica de trabajo de la editorial Capitán San Luis, capaz de autofinanciarse hace años, subrayó.

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