SANTIAGO DE CUBA.— El Comandante de la Revolución y
Héroe de la República de Cuba, Juan Almeida Bosque, presidió el
acto por el Primero de Mayo en Plaza de la Revolución Antonio Maceo
Grajales, de la Ciudad Héroe, en la cual desfilaron unos 500 mil
trabajadores y sus familiares.
Unidad, solidaridad, condena al terrorismo, justicia
para los oprimidos del mundo y confianza ilimitada en la Revolución,
y en el socialismo, fueron los matices de la combativa concentración
santiaguera.
El pueblo de Santiago de Cuba desbordó la Avenida de
los Desfiles y avanzó hacia la explanada respondiendo a la orden del
General Antonio, desde su corcel, con su mano extendida, figura que
preside el conjunto monumentario santiaguero.
La alocución de Rosa Lidia Torres León, Secretaria
General de la Central de Trabajadores de Cuba en la provincia, fue una
denuncia contra la impunidad de los terroristas y una exhortación a
continuar creando y luchando, con fe inquebrantable en la victoria.
Las masa compacta, durante dos horas, marchó con
carteles, banderas cubanas y del 26 de Julio, transmitiendo el saludo
y alegría de un pueblo libre.
Maravilloso e imponente resultó el espectáculo de un
pueblo héroe en una ciudad héroe. Pechos colmados de medallas
ganadas en la construcción y defensa de la Patria socialista;
jóvenes erigidos en presente; niños en hombros de sus padres,
nutriendo sus venas con savia de Revolución, de patriotismo e
internacionalismo vistieron al Santiago de hoy, al de siempre, de
victoria.
Junto a Almeida, presidieron en el multitudinario
desfile Misael Enamorado Dager, primer secretario del Partido en la
provincia, y otros dirigentes del Partido, del gobierno, la UJC,
organizaciones de masas y sociales y oficiales de las Fuerzas Armadas
Revolucionarias y del Ministerio del Interior.