Consultas  Médicas

 

 

Vaginismo

José A. de la Osa

Si señalo, doctora Ernand, que vaginismo es la contracción involuntaria e inconsciente, dolorosa, de los músculos que rodean la entrada vaginal cada vez que se intente una relación (penetración) sexual, ¿defino con ello este trastorno, o habría que precisar algún otro elemento?

Profesora Ivón Ernand Thames.

Solo aclarar, dice, que esto puede ocurrir aun cuando la mujer tiene deseos sexuales y presenta incluso una lubricación vaginal adecuada.

Mi entrevistada es la psiquiatra Ivón Ernand Thames, Máster en Psiquiatría Social y Comunitaria, Diplomada en Psicoterapia, especialista del Centro Nacional de Educación Sexual, en Ciudad de La Habana.

—¿Esa contracción puede llegar a ser tan intensa que "cierre" literalmente la entrada de la vagina?

—Sí. Es capaz de no posibilitar el coito e incluso el examen ginecológico de la mujer, aun cuando se utilicen todas las precauciones para hacerlo menos molesto y doloroso.

—Se plantea que las causas son orgánicas o psicológicas. ¿Podría mencionar, en cada una de esas vertientes, las que se originan habitualmente?

—En general se relaciona con causas psicológicas, y en un bajo porcentaje se asocia a las orgánicas. Entre las primeras se encuentran la actitud negativa hacia estímulos sexuales, una educación sexual restrictiva, falta de información, abusos sexuales, miedo excesivo al embarazo y problemas en la relación de la pareja; en cuanto a las orgánicas te citaría la enfermedad pélvica de origen infeccioso, tumoraciones ginecológicas, himen hipertrófico (más grueso que lo habitual).

—De acuerdo con la literatura médica y su experiencia clínica, ¿es muy frecuente esta disfunción sexual?

—Algunos investigadores reportan vaginismo en un 3% de las mujeres en general y el 10% en las que asisten a consulta. En mi experiencia es un trastorno poco frecuente.

—¿A qué edades se presenta regularmente?

— A cualquier edad, tanto en el primer intento de relación coital con penetración, como después de tener una vida sexual activa.

—¿Es ese síntoma de contracción por sí mismo el que define inequívocamente que la mujer padece de vaginismo, o se acompaña de otras molestias?

—La contracción recurrente o persistente de los músculos que rodean la entrada vaginal define el diagnóstico, aunque puede acompañarse de múltiples molestias que dependen de la intensidad del trastorno.

—¿Acaso es posible confundir los síntomas referidos con otra alteración?

—Sí, con la dispareunia, caracterizada por dolor que, según la causa, puede localizarse en la vulva, zona media o profunda de la vagina y aparecer también durante o después del coito. Es más frecuente que el vaginismo.

—¿El dejar siempre para "mañana" la solicitud de una atención especializada puede comportar algún trastorno adicional a la mujer y a su pareja?

—Por supuesto. Hay parejas que tardan años en buscar ayuda y como toda afección no tratada, mientras más se prolonga en el tiempo mayor daño puede causar por el sufrimiento que provoca y la tendencia a la cronificación.

—¿A quién consultar, a ginecólogos, sexólogos, psiquiatras¼ ?

—El abordaje integral es imprescindible, y podrá consultar al médico general, al ginecólogo u otros especialistas, en dependencia de la causa que se diagnostique.

—¿Existen tratamientos efectivos para el vaginismo, tanto si es de origen orgánico como psicológico?... ¿En qué consisten?

—El tratamiento es generalmente exitoso. Erradicar las causas, si es de origen orgánico, la utilización de técnicas de entrenamiento individual y de pareja y tratamientos que posibiliten la mejoría progresiva de la contracción muscular, son procederes efectivos. Por eso es necesaria la información a la pareja acerca del trastorno y ayudarla a eliminar mitos y temores.

—¿Qué apoyo considera deben recibir estas mujeres de su pareja sexual?

—Fundamentalmente lograr que estén conscientes de que este problema de salud es de los dos y no solamente de la mujer, ser disciplinados con las orientaciones del especialista, y, sobre todo, brindarse comprensión y amor son factores determinantes para una evolución exitosa.

—Si le quedara algo fundamental por añadir…

—Sí, y muy importante. La sexualidad se expresa en todo lo que somos, sentimos, pensamos y hacemos, es inherente a la vida, por lo que no debemos renunciar a disfrutarla.