Vértigo postural
JOSÉ A. DE LA OSA
delaosa@granma.cip.cu
Vértigo, en su definición más amplia, es el trastorno del sentido del equilibrio caracterizado por una sensación de movimiento rotatorio del cuerpo o de los objetos que lo rodean. ¿Esta definición responde también al concepto médico de vértigo?
Doctora Teresa Pérez García.
Sí, puesto que la palabra vértigo se deriva del latín vertere que significa dar vueltas o girar y ello es extensivo a nuestro universo científico, confirma la doctora Teresa Pérez García, vicedirectora docente y Jefa del Servicio de Otorrinolaringología (garganta, nariz y oídos) del centenario Hospital General Docente Calixto García, en esta capital, quien cumplió misión internacionalista en Argelia de 1980 a 1982.
—¿Es uno o son varios los tipos de vértigo existentes?
—Son varios. Los denominados de causa periférica que guardan relación con el oído interno, los centrales que traducen enfermedades del Sistema Nervioso Central y los "falsos vértigos" que se vinculan con fobias, como el vértigo de las alturas, o con enfermedades como la epilepsia.
—Y específicamente en cuanto al vértigo postural, tema de la Consulta, ¿cómo se desencadena regularmente?
—Por los cambios de posición de la cabeza o del cuerpo, al levantarse, al agacharse, al hacer giros bruscos laterales o de hiperextensión del cuello. Son de duración breve.
—¿Podría referir las causas principales que lo originan y las edades promedio en las que aparece?
—Las litiasis o cálculos en la cúpula o en los canales semicirculares, que son estructuras del oído interno. También por enfermedades vasculares, virales, principalmente. En cuanto a las edades, aparecen en la quinta o sexta década de la vida.
—De acuerdo con su experiencia, ¿es igualmente frecuente en ambos sexos?
—Es más usual en el sexo femenino y así aparece recogido también en la literatura mundial.
—Una precisión: ¿vértigo y desequilibrio son términos sinónimos?
—No. Como hemos visto, el vértigo es la impresión subjetiva de una persona que siente la sensación de giro alrededor de los objetos o de estos alrededor de ella; desequilibrio es la pérdida del mantenimiento de la postura eréctil que corresponde a la especie humana.
—¿Ante qué manifestaciones considera debemos consultar al médico y a qué especialista acudir?
—Como los vértigos, mareos, vahídos, sudoraciones pueden acompañarse en ocasiones de vómitos, náuseas, desvanecimientos, fatigas, ruidos en los oídos, sordera y hasta pérdida de la conciencia, ante cualquiera de estos síntomas el paciente debe acudir de inmediato al médico de su área para su evaluación.
—¿Esas manifestaciones que usted describe son referidas de forma similar por estos pacientes?
—Te diría que sí en la mayoría de los pacientes. Solo hay un signo que el enfermo no describe, porque no se da cuenta que lo tiene: el movimiento de sus globos oculares (nistagmo).
—¿Aproximadamente qué tiempo duran esos mareos?
—Ello está en dependencia de la causa de los vértigos y de la edad del paciente. En cuanto al vértigo postural, su duración es muy breve, entre unos 10 y 50 segundos aproximadamente.
—En atención a que se trata de una molestia subjetiva, que no puede medirse, ¿es posible establecer un diagnóstico de certeza? ¿Qué procederes se emplean para ello?
—Un buen interrogatorio al paciente permite al especialista orientar correctamente el diagnóstico. Para ello se realizan examen físico de la garganta, la nariz y el oído, maniobras posturales, estudio de la audición (Audiometría) y del aparato vestibular (oído interno), entre otras investigaciones.
—¿Existen tratamientos efectivos para este trastorno?
—Sí, se emplean medicamentos de elección, la rehabilitación mediante la Fisioterapia y la cirugía en los pacientes que así lo requieran.
—¿En qué enfermos específicamente se emplea el tratamiento quirúrgico?
—Cuando los vértigos sean invalidantes y no respondan al tratamiento indicado. Asimismo, en pacientes con algún tumor y cuando se hayan producido traumas craneales, fundamentalmente.
—¿En general se curan, o pueden convertirse en crónicos?
—La curación estará en depen-dencia de la causa que origina el vértigo. Pueden evolucionar por crisis como una enfermedad, o devenir crónicos, sobre todo en los ancianos en los que la causa suele ser, en muchas ocasiones, multifactorial.