Consultas  Médicas

 

Temblor esencial

JOSÉ A. DE LA OSA
delaosa@granma.cip.cu

Es precisa y abarcadora la neuróloga Ivonne Pedroso Ibáñez al definir, para un público mayoritariamente no especializado, qué se entiende en Medicina por Temblor esencial, calificado como "el trastorno del movimiento más frecuente en el adulto".

Foto: Cao Doctora Ivonne Pedroso Ibáñez.

Se caracteriza, dice la especialista, por la presencia de temblor postural generalmente en ambos lados del cuerpo, que afecta los miembros superiores, la cabeza, la mandíbula, la lengua, la voz y con menor frecuencia los miembros inferiores.

Este síntoma compromete funciones como la escritura, el lenguaje, sostener una taza sin botar su contenido y manipular objetos. Es lentamente progresivo disminuyendo su frecuencia y aumentando su amplitud con el paso de los años. Se le llama esencial pues no se asocia a otros síntomas neurológicos. Cuando aqueja a varios miembros de una familia se le llama Temblor esencial familiar; y si aparece en personas de edad avanzada, Temblor senil.

La doctora Pedroso, máster en Neurociencias Clínicas, se desempeña en el área asistencial de la Clínica de Trastornos del Movimiento del Centro Internacional de Restauración Neurológica (CIREN), en La Habana.

—¿Conoce la ciencia la causa que lo origina?

—Se desconoce aún. Actualmente se considera que existen factores genéticos que, combinados con los ambientales, producen cambios degenerativos u oscilatorios del sistema motor que dan lugar al síntoma.

—¿Tiene acaso rasgos particulares que lo caractericen y distingan de otros temblores?... Y estoy pensando específicamente en el Parkinson.

—Estos pacientes solo presentan temblor, que se produce cuando la persona adopta una determinada postura en contra de la gravedad. No se asocia a los síntomas típicos de la enfermedad de Parkinson como la rigidez, la lentitud y el temblor, que se origina predominantemente cuando el paciente está en reposo.

—¿El Temblor esencial se agudiza, digamos, con las tensiones emocionales o físicas, con el cansancio¼ ?

—Se intensifica en situaciones de estrés, con la cafeína, algunos fármacos o en circunstancias que requieran habilidades (por ejemplo contar monedas o firmar); mejora al consumir alcohol en bajas dosis. El reposo de las zonas involucradas, la concentración mental, el sueño lo atenúa o suprime.

—¿Aqueja a personas de cualquier edad y sexo?

—Puede aparecer a cualquier edad, su frecuencia aumenta después de la segunda década de la vida, aunque también puede verse en niños. A partir de la séptima década toma nombre propio, Temblor senil, y es mucho más frecuente. No se reportan diferencias entre hombres y mujeres.

—¿Ante qué primeros síntomas y signos debemos consultar al médico?

—Solo requiere intervención médica cuando el temblor comienza a interferir con las actividades cotidianas. Un número importante de estos pacientes no acuden nunca al médico.

—¿Cómo se establece el diagnóstico de certeza?

—El diagnóstico es clínico, fundamentalmente. Se realiza mediante el interrogatorio y el examen físico neurológico. Algunos exámenes de laboratorio y las neuroimágenes confirmarán o negarán nuestro pensamiento científico.

—¿Tiene tratamiento?

—Sí. Y transita, desde la adopción de medidas generales que ayuden a disminuir la discapacidad, hasta la indicación de medicamentos y la cirugía. Muchas personas logran controlar este temblor espontáneamente. Las terapéuticas quirúrgicas se reservan para los pacientes resistentes a los tratamientos y que se encuentren altamente incapacitados. Hasta el momento no tiene tratamiento curativo.

—De acuerdo con la experiencia clínica, ¿cuál es el pronóstico de estos pacientes?

—En general tiene buen pronóstico. Progresa con lentitud y habitualmente no resulta invalidante.

—¿Es posible hablar de prevención en el tema que nos ocupa?

—Hasta la fecha no se dispone de tratamientos neuroprotectores para el Temblor esencial, aunque la ingeniería genética trabaja para posibilitar diagnósticos presintomáticos que permitirán establecer terapéuticas aun antes de que aparezcan los primeros síntomas.

—¿Algo más?

—Señalar que se considera una enfermedad benigna y no reduce la esperanza de vida.