Consultas  Médicas

 

Tiroides

JOSÉ A. DE LA OSA
delaosa@granma.cip.cu

El tiroides es una glándula de secreción interna situada en la porción anterior del cuello, por delante del esófago, cuya función fundamental es la de producir hormonas tiroideas con múltiples funciones en el organismo, entre ellas la regulación del crecimiento, el de-sarrollo intelectual, el mantenimiento de la temperatura corporal, y también las metabólicas sobre las proteínas, grasas y carbohidratos.

Foto: Cao Doctora Marelys Yanes Quesada.

Las enfermedades tiroideas son comunes en nuestra población, tanto en el sexo masculino como femenino, aunque se manifiestan con mayor frecuencia en las mujeres, afirma la doctora Marelys Yanes Quesada, especialista de primer grado en Endocrinología, y plantea que aunque pueden presentarse a cualquier edad, "existen periodos de mayor incidencia como son la pubertad, durante el embarazo y en la etapa media de la vida".

La doctora Yanes Quesada, investigadora y Profesora Auxiliar, se de-sempeña en el Instituto Nacional de Endocrinología del Ministerio de Salud Pública, ubicado en La Habana.

—¿Cuáles son las enfermedades del tiroides con mayor incidencia?

—El bocio simple, la tiroiditis de Hashimoto y el nódulo tiroideo.

—¿Se conocen las causas que podrían originarlas?

—Son multifactoriales. En nuestro país las causas principales tienen un origen genético y autoinmune. Estas últimas (las autoinmunes) se producen porque el sistema de defensas del organismo se convierte en agresor y ataca a partes del cuerpo en vez de protegerlo.

—¿Y en cuanto a los factores de riesgo identificados?

—En Cuba no hay zonas con deficiencias de yodo, y, por tanto, los factores de riesgo fundamentales están dados por cambios fisiológicos, como el crecimiento y el embarazo; antecedentes familiares de trastornos tiroideos (genéticos), y por el padecimiento de alguna enfermedad autoinmune.

—Entre las afecciones más frecuentes del tiroides usted citó la tiroiditis de Hashimoto. Por ser quizás la menos conocida le pediría un comentario adicional.

—Es una enfermedad autoinmune en la cual las propias defensas del organismo, actuando sobre el tiroides, le originan una inflamación crónica y también fibrosis (tejido de cicatrización). Con el decursar, aproximadamente un 90 % de estos pacientes sufren de hipotiroidismo. Diría que la tiroiditis de Hashimoto es una de las causas más frecuentes de hipotiroidismo en nuestro medio.

—¿En la aparición de una neoplasia del tiroides hay factores de riesgo específicos?

—Sí, personas con antecedentes de haber recibido radiaciones en la cabeza o el cuello. También el sexo masculino, y las edades extremas de la vida.

—¿Qué primera señal indicaría que "algo no anda bien" en nuestras tiroides?

—Es sabido que no hay enfermedades sino enfermos. No obstante, algunos signos podrían indicarnos que "algo" no anda bien. Por ejemplo, el aumento de tamaño de la porción anterior del cuello, difuso o localizado, dificultades para tragar, cambios en el tono de la voz, sensación extrema de cansancio, nerviosismo.

—En cuanto a las asociadas al exceso en la producción de hormonas (hipertiroidismo) o al déficit (hipotiroidismo), ¿cuáles son los signos y síntomas prevalecientes?

—En el hipertiroidismo: intranquilidad, palpitaciones, sudoración, pérdida de peso, irritabilidad, llanto fácil, insomnio, aumento de la frecuencia cardiaca (taquicardia); en el hipotiroidismo: cansancio, somnolencia, aumento de peso, resequedad de la piel, disminución de la frecuencia cardiaca.

—¿Cómo se llega al diagnóstico de certeza?

—Principalmente mediante la clínica, que incluye el interrogatorio al paciente y el examen físico, y en dependencia de nuestra impresión diagnóstica se indican entonces los exámenes de laboratorio que se requieran.

—¿El tratamiento es medicamentoso o quirúrgico?

—Está en dependencia de la causa. Tanto en el hipotiroidismo como en el hipertiroidismo se utilizan medicamentos, aunque en situaciones especiales este último trastorno puede requerir cirugía. En la mayoría de los bocios y los nódulos benignos no hay tratamiento específico, solo observación. Ahora bien, siempre que se sospeche una enfermedad maligna el tratamiento es quirúrgico.

—En cualquiera de sus variantes, ¿tienen cura las alteraciones de la glándula tiroidea?

—También dependerá de la causa que las origine.