Consultas  Médicas

Daña el corazón y causa diabetes

Síndrome metabólico

JOSÉ A. DE LA OSA
delaosa@granma.cip.cu

Un síndrome es un conjunto de síntomas característicos de una enfermedad. Por ello, cuando anunciamos en el título síndrome metabólico, nos referimos a una entidad que combina una serie de trastornos clínicos relacionados, en este tema, con la hipertensión arterial, la diabetes o prediabetes, el sobrepeso y la obesidad, la elevación de triglicéridos y la disminución del colesterol "bueno" (el encargado de "recoger" o "limpiar" las grasas de las arterias).

Foto: CaoDoctor Raúl Orlando Calderín Bouza.

Según palabras del doctor Raúl Orlando Calderín Bouza, el síndrome metabólico o de insulinorresistencia —denominación esta última que prefiere al definir mejor su origen— no hace alusión a una enfermedad específica, sino que identifica un conjunto de factores dañinos para el aparato cardiovascular, unido a situaciones clínicas que le confieren a las personas con estas alteraciones un riesgo elevado de desarrollar diabetes mellitus tipo 2 y dolencias del corazón.

El profesor Calderín Bouza es especialista de segundo grado en Medicina Interna del Hospital Clínico-Quirúrgico Hermanos Ameijeiras y Máster en Investigaciones en Aterosclerosis.

—¿Se conoce la causa que origina la aparición de estos trastornos?

—Se desconoce aún. Se plantean hipótesis que incluyen factores genéticos y ambientales en su origen y desarrollo. Una ingestión excesiva de calorías, combinada con una vida sedentaria, promueve la expresión fenotípica (influencia genética y ambiental) de este síndrome.

—¿Afecta por igual a personas del sexo masculino y femenino y a cualquier edad?

—Se presenta por igual en ambos sexos y aumenta su prevalencia a medida que se incrementa la edad.

—¿Qué manifestaciones principales permiten sospechar la existencia del síndrome metabólico?

—La presencia en una misma persona de hipertensión arterial y sobrepeso u obesidad brindan sin duda la mayor sospecha del síndrome. Ahora bien, un sujeto con hipertensión arterial, aun sin estar obeso ni mostrar sobrepeso, puede tener síndrome metabólico, cuando además de ser hipertenso presente elevación de la glucemia (azúcar en sangre), de los triglicéridos y, también, se constate disminución del colesterol "bueno". Este síndrome se asocia al sobrepeso y la obesidad, pero puede originarse también en sujetos delgados.

—¿Cómo se establece el diagnóstico de certeza?

—La ausencia de un examen rápido, útil, económico y asequible a nivel mundial para el diagnóstico del síndrome, ha hecho necesario el uso de una clasificación diagnóstica. Cuando una persona presenta tres de los cinco criterios en que se sustenta esta clasificación —hipertensión arterial, alteraciones de la glucemia, triglicéridos elevados, colesterol "bueno" bajo y sobrepeso u obesidad— es evaluada como portadora del síndrome.

—¿Puede asociarse a otros desórdenes de salud?

—Sí, y te citaré algunos. Por ejemplo, la presencia del ácido úrico o uratos, sin ser la enfermedad de la gota, hígado graso no alcohólico, enfermedades reumáticas. La manifestación del síndrome metabólico en niños y adolescentes constituye una causa fundamental para el desarrollo y aparición de diabetes tipo 2.

—¿Cuál es la terapéutica de elección en estos pacientes?

—Cambios en el estilo de vida (dieta y ejercicios) y el tratamiento con medicamentos indicados por los facultativos cuando se originan trastornos clínicos afines al síndrome, como, por ejemplo, la hipertensión arterial o en la prediabetes o diabetes mellitus tipo 2, fundamentalmente.

—¿Algún comentario para los pacientes y la población en general?

—Subrayar la importancia de sistematizar una dieta saludable, abundante en frutas y verduras, baja de sal y grasas de origen animal, y realizar actividad física de intensidad moderada. Diría que caminar entre 30 y 45 minutos diarios es el mejor tratamiento para estos pacientes y constituye un escudo de protección para las personas sanas, porque contribuye a la disminución de las cifras de tensión arterial, del peso corporal y de la resistencia a la acción de la hormona insulina.

—¿Y en especial para sus colegas médicos?

—Que la batalla contra el síndrome metabólico se gana en la atención primaria de salud, comenzando con las embarazadas, en nuestra imprescindible labor de promoción y prevención.