PIE DIABÉTICO
No hay juego malabar en la expresión: el pie diabético es una complicación devastadora de la diabetes mellitus. Se afirma —son cifras internacionales— que aproximadamente un 15 por ciento de todos los pacientes aquejados de esta enfermedad desarrollará una úlcera en el pie o en la pierna durante el transcurso de su enfermedad. Sin embargo, los factores responsables de la lesión pueden evitarse mediante un correcto adiestramiento del paciente.
Estas consultas, que se publican ahora en este sitio WEB, tienen similares objetivos: ganar en cultura sanitaria para alcanzar la máxima autorresponsabilidad de cada ciudadano. En ese empeño contamos hoy con la presencia del doctor Braulio Lima Santana, jefe del Servicio de Angiopatía Diabética del Instituto Nacional de Angiología y Cirugía Vascular del MINSAP, con casi tres décadas vinculado al tema que nos ocupa. Es especialista de segundo grado, investigador auxiliar y miembro de la Comisión Nacional de Diabetes.
—Doctor Lima, ¿podría usted esclarecer qué se entiende por "pie diabético"?
—Un grupo de lesiones que aparecen en el pie de personas que padecen diabetes, y que básicamente son cinco: gangrena y úlcera isquémica, producidas por la falta de irrigación sanguínea, no llega la sangre a las arterias; abscesos, celulitis, y el mal perforante plantar, conocido popularmente como ulceración plantar, la más típica de las lesiones, que comienza con una callosidad y desarrolla una úlcera.
—¿Considera que "el pie diabético" es un problema de salud de particular importancia en el mundo y también en nuestro medio?
—Es un importante problema de salud tanto en Cuba como en otros países, pues ocasiona un alto grado de invalidez y gran repercusión socioeconómica.
—¿Cuáles son los principales componentes que hacen al pie susceptible de padecer lesiones?
—Las lesiones obedecen en primer lugar a la presencia de alguna de las complicaciones crónicas de la diabetes: problemas de la circulación arterial y en el sistema nervioso periférico (neuropatía diabética) a lo cual se añade una mayor susceptibilidad a las infecciones, entre otros aspectos.
—¿Es regla, o excepción, que el pie de las personas diabéticas se vuelva insensible ante estímulos normalmente dolorosos y térmicos?
—No es una regla absoluta pero sí bastante frecuente, sobre todo cuando existe una larga evolución de la enfermedad e historia de pobre control metabólico.
—De acuerdo con su experiencia, y el conocimiento si se quiere universal, ¿los factores de riesgo de las ulceraciones que se generan tienen un mismo denominador común?
—No en todos los casos, pero sí influyen los aspectos anteriormente señalados: trastornos de la circulación, neuropatía diabética, deformidades del pie, entre otros.
—Está bien establecido que la secuencia ulceración, infección y lesiones graves preceden a una gran mayoría de las amputaciones de los miembros inferiores en el diabético. ¿Es inexorable el desarrollo de este proceso, o existen medidas que hagan posible evitar la aparición de las complicaciones?
—Es posible evitar el "píe diabético". Existe en nuestro país un programa nacional de atención integral al diabético, y específicamente un programa de prevención de las amputaciones por "pie diabético". En todos ellos la labor del médico de familia es esencial.
—¿Cuáles son los signos de infección del pie diabético y el tratamiento de elección?
—Los signos de infección son los clásicos: dolor, aumento de volumen, enrojecimiento, cambios de coloración, secreción. El tratamiento de elección comprende tres aspectos básicos: eliminar cuanto antes el foco de infección, tratamiento con antibióticos y control de la glicemia y otros aspectos que puedan estar presentes, según el caso.
—No escatimaría, doctor, una sola línea para dejar claramente expuestas las medidas de prevención que deben seguir las personas con diabetes mellitus para evitar tanto las ulceraciones como las lesiones.
—Lo fundamental es prevenir, evitar la aparición del pie diabético. Esto comienza con la no-aparición de las complicaciones crónicas de la enfermedad: escuchar las recomendaciones del médico y la enfermera; adecuada educación diabetológica del paciente y sus familiares; estricto control de la glicemia (que incluye una dieta adecuada y ejercicios físicos); evitar el hábito de fumar, la obesidad, el sedentarismo, la hipertensión arterial; sistematizar el cuidado e higiene de los pies; asistir al angiólogo y al podólogo.
—¿Todas las lesiones que los diabéticos presentan en las extremidades inferiores se insertan en la definición de "pie diabético"? O mejor aún, por aquello de que es mejor prevenir que tener que lamentar: ¿deben ser consideradas así?
—Cualquier lesión en el pie de un diabético debe ser tratada a tiempo o evitada, pues podría dar lugar a un "pie diabético". Ejemplos: un hongo mal tratado, una herida, una pequeña quemadura, callosidades mal cortadas. Importante: no hacer cirugía casera.
—¿Las causas por las que los diabéticos son tan susceptibles a la infección son enteramente claras para la ciencia?
—Sí, estas causas son conocidas, pero aun quedan espacios por donde transitar.
—¿Algo esencial?
— Sí, decir que el diabético instruido se complica menos o no se complica, y a no dudarlo puede ser una persona feliz y llevar una vida normal. (2001)