Consultas  Médicas

Vital un diagnóstico temprano

Osteosarcoma

Una figura cimera de la oncología pediátrica en nuestro país, la doctora en ciencias médicas Martha Longchong Ramos, Profesora consultante y presidenta de la Comisión Nacional de Cáncer Infanto-Juvenil, nos honra con su presencia en esta sección. ¿Por qué no abordas en tu columna el osteosarcoma (cáncer de hueso), un tema de importancia en nuestra especialidad?, me sugirió la científica cubana al término de una conferencia que dictó en esta capital.

Foto: ARNALDO SANTOSProfesora Martha Longchong Ramos.

Y tomándole la palabra de inmediato, le pregunté: ¿habría algo en especial que tendría que referir tanto a sus colegas médicos como a pacientes y familiares?

Sí, respondió. Decir para nuestra cultura general que una persona con una supuesta inflamación dolorosa a nivel óseo que, a la semana de indicado un tratamiento sintomático, su dolencia haya progresado en lugar de resolverse, debe acudir sin demoras a un Servicio de Oncología para establecer un diagnóstico rápido, y consiguientemente poder indicar una terapia inmediata.

Profesora Longchong: ¿podría usted referir, sencilla y didácticamente, qué se conoce como osteosarcoma? ¿Tiene otras denominaciones? ¿De dónde toma ese nombre?

El osteosarcoma, también llamado sarcoma osteogénico, es un tumor maligno muy agresivo que toma su nombre por originarse en las células óseas primitivas formadoras del esqueleto humano.

¿Conoce la ciencia la causa de su aparición, o, al menos, existen hipótesis en torno a ella?

Se desconoce su causa o etiología, pero existen evidencias que las radiaciones ionizantes pueden determinar su formación y se invoca el mismo probable papel de una alteración genética observada en el retinoblastoma (tumor de la retina) hereditario de la infancia, en el cromosoma 13.

¿Se asocia acaso con algún otro padecimiento?

El osteosarcoma típico no está relacionado con otra enfermedad, pero después de los 40 años puede asociarse a otra condición preexistente, como son los huesos que han recibido tratamiento por radiaciones, y otras enfermedades óseas de carácter hereditario o adquirido.

¿Es una enfermedad predominantemente de la infancia y adolescencia, o puede también manifestarse en edades medias y adultas?

Es predominante de la adolescencia y el adulto joven, con una mayor incidencia a partir de los 10 años de edad. Más raramente puede aparecer en edades adultas.

¿Ante qué signos y síntomas debemos consultar al médico y a qué especialista acudir?

El síntoma principal es el dolor localizado en una zona inflamada o aumento de volumen de los tejidos blandos vinculado con el hueso subyacente, que el paciente generalmente relaciona con un trauma reciente y que no mejora con las medidas de reposo y aplicación de bolsas frías y analgésicos, antinflamatorios; al contrario, el proceso aumenta progresivamente.

¿Tiene alguna característica especial (distintiva) esa inflamación que se origina?

Se caracteriza por ser discretamente blanda pero no contiene líquido, por lo que no es fluctuante a la palpación, no tiene signos de supuración.

¿Suele manifestarse comúnmente en algún área específica de nuestro organismo?

Entre el 80% al 90% se presenta en los huesos largos: fémur, tibia y húmero, principalmente en sus extremidades, sobre todo en la región de la rodilla donde ocurre el 50%. Es raro en los huesos planos y en los de las manos y pies.

¿Qué exámenes se emplean —clínicos, radiológicos, de laboratorio— para el diagnóstico de certeza?

El diagnóstico de certeza se realiza mediante la suspicacia clínica y los exámenes radiológicos, y la confirmación del estudio por anatomía patológica de la biopsia.

¿Es un desorden de avance lento o rápido? ¿Tiene tratamiento específico? ¿En que consiste?

Este proceso avanza rápidamente hasta convertirse en una gran masa tumoral que rebasa los límites del hueso de origen, invadiendo los tejidos circundantes. El tratamiento se sustenta en la asociación de quimioterapia citotóxica, antes y después de la cirugía que requiera el paciente.

De acuerdo con su experiencia, ¿qué resultados se alcanzan con las terapéuticas actuales?

Antes de 1970 el tratamiento del osteosarcoma era la cirugía sin esperanzas de curación. A partir de esa década comenzó a desarrollarse el tratamiento combinado con drogas citotóxicas más cirugía, en dependencia de la extensión del tumor. La supervivencia se ha logrado elevar entre un 30% a un 50% y más, según los reportes de distintos grupos internacionales de avanzada.

¿Es una enfermedad frecuente en nuestro medio?

Es poco frecuente. Ocupa el octavo lugar en la incidencia de las neoplasias malignas pediátricas, con una tasa anual de nuevos casos de 0.2 /100 000 habitantes en Cuba, similar a la media internacional.

¿Es posible, profesora Longchong, hablar de prevención en el tema que nos ocupa?

La prevención realmente no es posible, pero lo que se debe hacer es acudir a un centro especializado de Oncología ante la persistencia de los síntomas ya señalados, para que el diagnóstico sea temprano y, por lo tanto, poder iniciar el tratamiento precozmente.