NEURALGIA DEL TRIGÉMINO
El famoso médico griego Hipócrates, el Padre de la Medicina, fue el primero que habló de la neuralgia del trigémino y la denominó "tortura facialis". Con el decursar ha recibido otros apelativos como "tic doloroso", "dolor del suicida" y "neuralgia facial".Con mirada profana señalar‚ —antes de abordar al profesor Luis Sastre Sisto, anestesiólogo especializado en Neuroanestesia— que hay dos nervios trigéminos, que se extienden (uno a cada lado) desde el encéfalo hasta la cara, incluyendo las arcadas dentarias y la lengua.
Dedicado por entero en la actualidad al diagnóstico y tratamiento del dolor crónico en el Instituto de Neurología y Neurocirugía del Ministerio de Salud Pública, el doctor Sastre me confesó querer celosamente sobre todo el primer libro que publicó: El tratamiento del dolor por conocer y el médico de familia, donde inserta una dedicatoria que definiría en esencia a este prestigioso profesional de la ciencia: "A mi padre Felipe, rudo y honesto, por inculcarme una infinita ansia por saber; a mi madre Mercedes, todo amor y abnegación, por enseñarme a amar el trabajo".
—¿Cuáles son los signos y síntomas fundamentales de la neuralgia del trigémino?
—La enfermedad se caracteriza por dolor que puede ser intensísimo, de carácter intermitente (como corriente eléctrica) a lo largo del nervio o sus ramas, sin que se demuestren cambios estructurales del mismo.
—¿El acceso de dolor se prolonga durante mucho tiempo?
—Se puede prolongar por días, semanas y aun meses, y finalizar espontáneamente, para reaparecer inopinadamente en cualquier momento.
—¿Con qué regularidad aparecen?
—Por regla general cada seis meses o menos, o un año; es excepcional un tiempo mayor.
—¿Los ataques se desencadenan espontáneamente y a cualquier hora del día o de la noche, o como consecuencia de algún agente exterior: calor agobiante, exposición al frío...?
—Pueden desencadenarse espontáneamente, pero casi siempre son resultantes de la actividad motora: comer, hablar o lavarse la cara, secarla, afeitarse, cepillarse los dientes. Simplemente un roce ligero (incluso del aire) puede provocar el ataque. Son más frecuentes durante el día y generalmente permiten el sueño. Esto es un importante dato para el diagnóstico diferencial entre las neuralgias esenciales y las secundarias.
—¿Se conocen las causas que originan la neuralgia del trigémino?
—Como te dije, hay dos formas de neuralgias: las esenciales y las secundarias. La causa de la esencial es desconocida, la secundaria puede ser resultante de afecciones dentarias, tumores del V nervio craneal, sinusitis, principalmente.
—¿A qué edades suele presentarse?
—La esencial por regla general después de los 40 años. Es excepcional por debajo de esta edad. En 40 años de experiencia sólo he visto a cuatro pacientes menores de esa edad. La secundaria puede aparecer a cualquier edad.
—¿Aqueja por igual al sexo masculino que al femenino?
—Es ligeramente más frecuente en las personas del sexo femenino. Se desconoce el porqué.
—¿Se hereda la predisposición de padecerla?
—La neuralgia del trigémino no tiene carácter hereditario o familiar.
—Desde del punto de vista médico, ¿resulta difícil llegar a un diagnóstico de certeza?
—Realmente no. Casi siempre es posible hacer el diagnóstico sobre la base de la clínica, aunque siempre puede resultar útil la información que se obtiene de investigaciones auxiliares: estudios radiográficos, tomográficos y otros.
—¿Cuál es el tratamiento de elección en estos pacientes, medicamentoso o quirúrgico?
—El tratamiento de elección no es compartido unánimemente por clínicos y cirujanos, pero parece lógico comenzar con el tratamiento medicamentoso. Si los fármacos no controlan los ataques, las dosis requeridas son muy altas, se presentan reacciones alérgicas o de otra naturaleza, creemos entonces que se debe indicar la cirugía.
—¿Es posible curarla, o deviene crónica inexorablemente?
—En general es posible controlarla con medicación, como ocurre con los diabéticos, pero no curarla. La cirugía cuando es exitosa suprime el dolor de forma permanente.
—¿Tendría alguna sugerencia en particular para estos pacientes?
—El dolor facial persistente debe ser atendido por un especialista competente, preferentemente un neurólogo.
—Abro esta interrogante por si se queda algo en el tintero...
—No obstante lo anteriormente expresado, es frecuente que el médico general, el estomatólogo y aun el neurólogo afronten dificultades para tratar dolores faciales que no son neuralgias trigeminales. Otras veces las dosis que se administran son insuficientes o con una regularidad inadecuada dada la acción del medicamento utilizado. (2001)