Muerte súbita del corazón
JOSÉ A. DE LA OSA
Como consecuencia de males del corazón cada día fallecen en nuestro país, de forma súbita, unas 30 personas. Se estima por ello que a partir de la mortalidad por enfermedades cardíacas —primera causa de defunciones en Cuba— aproximadamente el 17% ocurre de forma repentina, lo que coincide con estadísticas de países desarrollados con un rango que oscila entre un 15 y 30%.
Profesor
Luis A. Ochoa Montes.
La muerte es considerada súbita, nos aclara el internista Luis A. Ochoa Montes, cuando acontece de forma instantánea o durante la primera hora de iniciados los síntomas premonitorios, de acuerdo con criterios científicos mayoritarios.
El doctor Ochoa, que es especialista del Hospital Clínico-Quirúrgico Hermanos Ameijeiras, Profesor Asistente de Medicina y Máster en Ciencias en Investigación en Aterosclerosis, dirige desde hace más de una década un estudio sobre muerte súbita cardíaca en comunidades del municipio capitalino de Arroyo Naranjo.
—¿Este accidente (el fallecimiento repentino) se presenta solo en pacientes aquejados de males del corazón?
—En general se origina en pacientes con cardiopatías, así llamadas las enfermedades de la circulación coronaria y del músculo cardíaco. Subrayaría que en una de cada cuatro personas sin antecedentes de afección cardiovascular (aparentemente sanas), constituye la primera y única manifestación de la enfermedad del corazón.
—¿Cuáles son los factores de riesgo fundamentales que pueden conducir a este desenlace de alguna manera inesperado?
—La hipertensión arterial, las dislipidemias (aumento del colesterol y otras grasas en sangre), la diabetes, la obesidad y el tabaquismo.
—¿Y la causa más común?
—Alrededor del 90% de las muertes súbitas se presentan en pacientes con cardiopatías. La enfermedad isquémica del corazón, que implica trastornos del flujo sanguíneo en arterias coronarias, justifica el 80% de estos eventos.
—¿Alguna manifestación nos puede alertar para conducir de urgencia al paciente a un centro asistencial y salvarle la vida?
—Aparecen síntomas premonitorios que constituyen la expresión de una descompensación aguda del corazón. Y te cito entre ellos: la pérdida de la conciencia como manifestación secundaria a un trastorno del ritmo cardíaco. También falta de aire, dolor en el pecho, palpitaciones, frialdad, palidez y sudoraciones.
—¿La frecuencia de estas muertes es similar en ambos sexos?
—En las edades de 55 a 64 la relación hombre-mujer es de siete a uno. Esta relación tiende a equilibrarse después de los 65 años, cuando llega a ser de dos hombres por cada mujer. Ahora bien, más del 60% de estos episodios se presentan en edades comprendidas entre los 45 y 75 años. En pacientes de 15 a 44 es de alrededor del 5%.
—¿La historia familiar, nuestra genética, es la que decide en primera y última instancia el comportamiento del corazón?
—Este es un problema multifactorial. Existen los factores genéticos y hereditarios, pero hay que valorar también las agresiones a las que se expone el ser humano durante su existencia en cuanto a sus hábitos y estilos de vida, el medio ambiente que lo rodea.
—¿Hay medidas de prevención para evitar el paro cardíaco súbito?
—La prevención primaria, encaminada a la identificación de las personas consideradas de alto riesgo. Los pacientes con cardiopatía coronaria sintomática, infarto agudo del miocardio en evolución, angina inestable, o con trastornos del ritmo cardíaco demostrable, representan un 10% de los eventos de muerte súbita. El 90% restante corresponde a la población general con factores de riesgo cardiovasculares (hipertensión arterial y otras afecciones ya mencionadas) que determinan finalmente la aparición de trastornos de la circulación coronaria y del músculo cardíaco.
—¿Tendría alguna recomendación que hacernos para poder ofrecerle una máxima protección al corazón?
—Lo protegeremos más si adoptamos los llamados hábitos y estilos de vida saludables para la prevención y control de enfermedades crónicas que puedan dañar nuestro corazón.