Molares del juicio
JOSÉ A. DE LA OSA
delaosa@granma.cip.cu
Molares del juicio o terceros molares... ¿Podría explicarnos, para los no iniciados en el estudio de los dientes y el tratamiento de sus dolencias (odontología), a qué nos estamos refiriendo? La pregunta la formulé esta semana a la doctora Olga Carbonell Camacho, estomatóloga, especialista de segundo grado en Ortodoncia, quien pertenece al Instituto Nacional de Perfeccionamiento Estomatológico (INPE), en esta capital.
Doctora Olga Carbonell Camacho.
Cuando hablamos de las muelas del juicio o cordales —dice— aludimos a los dientes que brotan tanto en el maxilar (en la parte posterior superior), como en la mandíbula (en la parte posterior inferior). Son cuatro, dos superiores y dos inferiores, derechos e izquierdos, denominados científicamente como "terceros molares".
—¿A qué edad como promedio deben brotar esos cuatro terceros molares? ¿Tienen algún "orden" para su salida?
—Normalmente brotan con una edad promedio de 15 años. No tienen un orden específico para su salida, aunque los superiores casi siempre lo hacen primero y sin dificultad. Sin embargo, los inferiores pueden brotar parcialmente, en una posición inadecuada o quedarse completamente retenidos (dentro del hueso), o mostrarse la ausencia de uno, dos, tres o los cuatro terceros molares por no haberse formado congénitamente.
—¿Conoce la ciencia cuál es la causa que con frecuencia no finalicen su proceso normal de erupción?
—Este tema es extremadamente controversial en el mundo de la Odontología o Estomatología. Se plantean como hipótesis factores genéticos, falta de espacio, retardo en el desarrollo, entre otros.
—¿La herencia desempeña alguna influencia en esos trastornos?
—Sí, su origen hereditario es uno de los factores que se analizan en el diagnóstico de un paciente.
—¿Existen estadísticas en cuanto a la retención de los molares del juicio?
—En nuestro Instituto (en el INPE) se realizó un estudio en los pacientes en tratamiento de Ortodoncia que reveló que más del 80% de ellos necesitaron o necesitan las extracciones de los cuatro terceros molares o de alguno de ellos.
—¿Cuáles son las complicaciones que podrían originar?
—Se puede destacar la pericoronaritis, así llamado al proceso infeccioso que existe entre la encía y el molar por la acumulación de alimentos, que causa inflamación y puede dar síntomas como la dificultad para abrir la boca, fiebre, dolor y malestar general. También caries, reabsorción de las raíces de los segundos molares inferiores, formación de quistes.
—¿Ante qué primeras manifestaciones considera que debemos acudir a un servicio de Estomatología?
—Por el dolor, inflamación, sensación de apretamiento en los dientes.
—¿Qué inconvenientes acarrearía dejar la visita al estomatólogo para "mañana"?
—Desde un ligero dolor hasta una celulitis, que constituye una complicación de gran magnitud.
—Por su experiencia, ¿qué medida tomar?
—Al primer síntoma acudir al estomatólogo del área de salud, o al cuerpo de guardia del municipio para valorar el estado del paciente y adoptar las medidas adecuadas.
—¿Valora como importante algún proceder de prevención para conocer al menos si las muelas del juicio tienen espacio suficiente para salir sin complicaciones?
—Sí, mediante el empleo de la radiografía, a fin de poder apreciar diferentes estructuras y los dientes presentes o ausentes, así como su estadio de desarrollo.
—¿Una buena higiene bucal ejercería alguna influencia beneficiosa en el tema que abordamos?
—Evidentemente, y también para mantener una boca sana, libre de caries y de trastornos periodontales (enfermedades de las encías).
—Alguna precisión...
—El adulto promedio posee 32 dientes entre los 15 y 18 años de edad, 16 dientes en el maxilar e igual número en la mandíbula. Sin embargo, el desarrollo de estos huesos es para alojar solamente 28 dientes. Puede ser muy doloroso que 32 dientes traten de entrar en unos huesos en los que solo caben 28. Los cuatro dientes sobrantes son los terceros molares, conocidos también como cordales o muelas del juicio.