Liquen plano bucal
JOSÉ A. DE LA OSA
delaosa@granma.cip.cu
El liquen plano bucal es una enfermedad crónica inflamatoria de la piel y las mucosas, de origen desconocido, que puede manifestarse también en el cuero cabelludo, la piel y las uñas, entre otras regiones, con una característica distintiva: es de naturaleza autoinmune, así denominadas las afecciones que son causadas cuando el sistema inmunológico (de defensa del organismo) ataca los tejidos y órganos propios sin conocerse el porqué.
Doctora
Gilda Lucía García Heredia.
Para el abordaje del tema hemos invitado a la doctora Gilda Lucía García Heredia, especialista en Estomatología General Integral y Máster en Odontogeriatría, quien se desempeña en el Servicio de Cabeza y Cuello del Instituto Nacional de Oncología y Radiobiología, del Ministerio de Salud Pública, en esta capital.
—Una precisión, ¿de dónde toma su nombre esta entidad?
—De la semejanza que tienen las lesiones que origina con el liquen, ese organismo resultante de la asociación de los hongos con las algas unicelulares que crecen en sitios húmedos. La enfermedad fue descrita inicialmente en 1896 por el médico británico Erasmus Wilson.
—Afirmamos que no se conoce el porqué de su desencadenamiento. Ahora bien, ¿qué hipótesis al menos se invocan en cuanto a su aparición?
—Investigaciones indican que el liquen plano representa una reacción autoinmune probablemente en personas genéticamente predispuestas, o cuando sus defensas han sufrido modificaciones o alteraciones como resultado de infecciones virales, uso o abuso de medicamentos, entre otros.
—¿Y en cuanto a factores de riesgo?
—Se alegan los estados de estrés y ansiedad fundamentalmente, agravados por otros como el alcoholismo, el tabaquismo, una deficiente higiene bucal, por traumatismos, sobreinfección por candidiasis y enfermedades sistémicas.
—¿Es común en nuestro medio? ¿Afecta a personas de cualquier edad? ¿Hace alguna distinción entre los sexos?
—El liquen es una enfermedad relativamente frecuente que afecta a personas adultas de mediana edad. Es raro verla en los niños. Aunque no hace distinción entre los sexos, es más usual en las mujeres. Por cada hombre aquejado de esta dolencia, hay tres mujeres.
—¿Qué síntomas y signos la caracterizan?
—Es esencial conocer que un alto porcentaje de estos pacientes no presentan síntomas o refieren molestias inespecíficas como rugosidad, tirantez, ardor, o sensación de sequedad de la mucosa bucal. Esto comporta que las lesiones no sean percibidas en un gran número de pacientes y que el diagnóstico se establezca durante una visita de rutina al estomatólogo.
—¿Es posible establecer un diagnóstico de certeza solo mediante la clínica?
—El diagnóstico del liquen plano debe basarse en la observación clínica, y ser confirmado mediante una biopsia.
—¿Tiene una terapéutica específica? ¿En qué consiste?
—El tratamiento es paliativo teniendo en cuenta que su objetivo principal es el control de los síntomas dolorosos que produce y la cicatrización de las lesiones, a fin de reducir los riesgos de su malignización, aunque podemos afirmar que, en general, evoluciona de forma benigna.
—¿Es curable o tiende a la cronicidad?
—Las lesiones pueden persistir durante años con períodos de exacerbación y remisión, y rara vez se curan. El control periódico debe realizarse al menos dos veces al año, y todos los meses durante el tratamiento activo.
—¿Podría trasmitirse de persona a persona a través de un beso o utensilios de uso común?
—No es una enfermedad infecciosa ni contagiosa, por lo que no existe trasmisión de persona a persona.
—El liquen plano bucal puede vincularse con la aparición de lesiones en otras regiones del cuerpo?
—Sí. Las lesiones dermatológicas (en genitales, el cuero cabelludo, las uñas) se asocian con frecuencia a las bucales. Las de la boca propiamente se relacionan con las de la piel en alrededor de un 14%.