Consultas  Médicas

Luxación congénita de la cadera

JOSÉ A. DE LA OSA

El desplazamiento o pérdida de la relación normal de los huesos que forman una articulación, comento inicialmente a mi entrevistado el doctor Jorge Riaño Echenique, se conoce con el nombre de luxación (dislocación). Ahora, en cuanto a la luxación de la cadera, ¿cómo se expresa este trastorno en el niño o niña y cuál es el espectro que abarca el término "luxación"?

Foto: RICARDO LÓPEZ HEVIADoctor Jorge Riaño Echenique.

La cadera, explica, está formada por la unión del extremo superior del fémur y el acetábulo (cavidad de la pelvis). Cuando se pierde esta unión decimos que estamos en presencia de una luxación. En la Consulta Médica que nos ocupa se trata de una lesión de causa congénita.

El doctor Riaño Echenique es especialista de primer grado en Ortopedia y Traumatología, Profesor Auxiliar de la Facultad de Medicina Enrique Cabrera y jefe de Servicio en el Hospital Pediátrico Docente William Soler de Altahabana. Cumplió misión internacionalista en Etiopía desde 1989 hasta 1991.

¿Este trastorno se presenta en el recién nacido o puede desarrollarse también durante la infancia?

El adjetivo congénito implica que el trastorno está presente en el nacimiento, pero se conoce que la luxación de cadera puede surgir durante el primer año de vida a causa de una falta de desarrollo en los componentes anatómicos de la propia cadera y es frecuente que esa anomalía sin luxación sea indetectable al nacimiento. Es por ello que el termino "enfermedad del desarrollo de la cadera" abarca tanto la luxación de la cadera que ocurre intraútero, como la que sobreviene en el periodo posnatal.

¿Conoce la ciencia los factores que intervienen en su origen?

Son múltiples, y es más común en algunas familias y ciertas razas. La posición intrauterina, por ejemplo, desempeña un importante papel y pueden influir también posturas forzadas en las que se coloca a los recién nacidos, como para protegerlos del frío, con los miembros inferiores muy unidos envueltos con una frazada. Tiene mayor frecuencia en las niñas con una proporción 5 a 1. También es usual en las presentaciones de nalga o pelviana y se ha podido ver en fetos cuyo peso es superior a los 4 000 gramos.

¿Se valoran también factores de orden genético y hereditario?

Tiene una predisposición familiar, por lo que todos los nuevos hermanos deben ser evaluados al nacimiento.

¿Cómo se "descubre", por decirlo así, esta enfermedad? ¿Puede la propia madre o algún familiar detectar algún síntoma que los pongan sobre alerta?

Es posible desde el momento del nacimiento cuando se le realiza al bebé su primer examen físico por el pediatra o el médico de familia. A veces llama la atención de los padres la presencia de asimetría (falta de correspondencia) en la posición de las piernas y en los pliegues del muslo. También por limitaciones a la hora de abrir las piernas en el momento del baño.

¿Qué conducta sugiere seguir con estos pacientes? ¿Tiene tratamiento específico?...

Ello estará en dependencia del tipo de luxación y del momento en que se realice el diagnóstico. La más frecuente, la falta de desarrollo de la cadera, se trata mediante la colocación de un aparato ortopédico que mantiene los miembros inferiores del bebé separados y rotados hacia fuera en la posición conocida como "de rana". Esta posición permite que la cabeza del fémur se ponga en contacto con el acetábulo, para lograr así un desarrollo armónico.

¿En qué porcentaje, de acuerdo con su experiencia, puede dejar alguna secuela?

Es variable, en correspondencia con el momento en que se diagnostique este trastorno. Cuando el diagnostico y tratamiento se realizan durante los tres primeros meses de vida, la evolución suele ser muy buena, con el desarrollo de una cadera normal.

¿Es alta o baja la incidencia de esta afección en nuestro país?

De acuerdo con la experiencia de nuestro Servicio es más bien baja, y en general en nuestro medio el diagnóstico se establece de forma precoz.

¿Es posible hablar de prevención en este tema?

Solo es posible lograr, luego del nacimiento, que la falta de desarrollo en los componentes anatómicos de la propia cadera no se convierta en luxación.

Nos queda espacio para alguna precisión esencial...

Destacar que la luxación congénita de la cadera es un problema de salud importante que plantea, en ocasiones, dificultades diagnósticas y terapéuticas para los facultativos que ofrecen atención a esta entidad: el pediatra y el médico de familia, actores principales para el diagnóstico precoz de este trastorno; y el ortopedista infantil para instaurar el tratamiento adecuado, a fin de evitar secuelas mediante el establecimiento de métodos preventivos o reparadores, y si ello no es posible recurriendo a la cirugía ortopédica paliativa o protésica en el adulto.