Consultas  Médicas

Lactancia Materna (I)

JOSÉ A. DE LA OSA

Se asevera que la leche de la madre es el mejor alimento y también el mejor medicamento para el recién nacido, incluso desde el calostro de los primeros días hasta la leche madura.  ¿Se podría sustentar científicamente este criterio?

Para el doctor Pablo Carlos Roque Peña, pediatra,  Coordinador de la Comisión Nacional de Lactancia Materna del Ministerio de Salud Pública, la leche materna tiene un balance perfecto de nutrientes --proteínas, grasas, carbohidratos, vitaminas y minerales-- y agua necesarios para el crecimiento y desarrollo adecuado de los bebés.

Además, contiene los aminoácidos y ácidos grasos propios de la especie humana requeridos para el desarrollo, sobre todo del sistema nervioso central, lo que hace que un niño amamantado tenga un coeficiente de inteligencia superior.                

A lo expresado por mi entrevistado añado una nota de última hora aparecida en los “teletipos” de Internet: “Científicos británicos confirmaron lo que algunos investigadores sospechaban desde hacía tiempo: la lactancia disminuye el riesgo de desarrollar cáncer de mama en una mujer. Mientras más tiempo una mujer amamante a su hijo, mayor es la protección contra el cáncer de mama”

Doctor Roque Peña, ¿a esta alimentación natural podría atribuírsele alguna desventaja?

Te diría que ninguna.

¿Se conoce cuál es el porcentaje de madres que están en capacidad de amamantar a sus hijos e hijas?

Casi el ciento por ciento están en posibilidades de ofrecer lactancia materna exclusiva a sus bebés.

En nuestro medio, ¿cuáles son las condiciones más frecuentes que impiden o contraindican en algunas mujeres la producción de la leche materna?

Madres que estén tomando algún medicamento que lo contraindique, anomalías de las mamas, alcohólicas o adictas al cigarrillo que no puedan abandonarlo durante el período de lactancia. En las madres portadoras del virus del  Sida, se les informa del riesgo que corren de trasmitir el VIH a su bebé.

Cuestiones genéticas, de herencia, régimen alimentario, tamaño de las mamas, estado emocional, edad, ¿se reconocen como factores que contribuyan a una mayor o menor abundancia de leche?

La existencia de un estado de desnutrición severo, las tensiones emocionales mantenidas, pueden incidir en la producción adecuada de leche materna. A favor de la abundancia contribuye una buena preparación prenatal.

¿Y en cuanto a nuestra mezcla de razas: blanca, negra y mestiza?

No tiene implicaciones en esta fuente natural de alimentación que es la lactancia.

¿Alguna habilidad en especial, un saber científico, o algún “secreto” de las abuelas habría que aprender para amamantar de forma óptima al bebé?

No diría “secretos”, pero sí saber que el recién nacido es pobre en protección inmunológica, y no debemos dejarlo desprotegido; que lo fundamental es facilitarle el “reflejo de succión” en su búsqueda innata del pecho, y contar con un ámbito familiar preparado para ayudar a la lactancia materna. Una madre joven bien preparada y dispuesta puede ser tan buena nodriza como una madre con experiencia.

Le pediría un comentario en cuanto a la causa de la excesiva secreción de leche de algunas mujeres, en ocasiones espontánea.

Normalmente cuando el bebé succiona el pezón de una mama, sale algo de leche del otro pezón, porque la succión del pezón produce aumento de oxitocina, una hormona que ayuda a expulsar la leche de la mama. Ello no quiere decir que exista excesiva producción de leche; dice que los reflejos están funcionando bien. A veces la sobreproducción de leche se debe a una forma inadecuada del agarre del pecho por el bebé.

Ahora precisaría si se conoce el porqué de la ausencia total de leche que presentan algunas recién paridas.

En ocasiones escuchamos a una mamá decir: “no me ha bajado la leche”, y sin embargo tiene calostro, leche inicial que necesita también el bebé.  Debemos saber que es  imprescindible la succión del pezón  para que continúe y aumente la producción de leche.

Hay madres que sienten un fuerte dolor en los pezones que les impide la amamantación. ¿Qué conducta seguir en estos casos?

El dolor en los pezones puede entorpecer seriamente la lactancia. Esto se debe en general a un mal agarre del pecho por el bebé, que debe tener dentro de su boca todo el pezón y la mayor parte de la areola.  En  ocasiones la madre no ha sido instruida de cómo retirar el pezón y la areola de la boca del bebé: abriendo suavemente su boca y levantando el borde externo del labio superior.

Quisiera detenerme en la mastitis o inflamación de las mamas. ¿Cuáles son sus causas?, ¿qué conducta seguir?

La mastitis suele ser la complicación más seria de una mala técnica en la lactancia, que se inicia con la congestión o fisura de la mama, síntomas de dolor e inflamación. Ante estas manifestaciones, se requiere consultar al médico y enfermera de familia.  Los “remedios” caseros no son recomendables y un mal tratamiento de la mastitis puede desencadenar complicaciones.

¿Es mito, o realidad, criterios a veces en boga que afirman que la lactancia deforma el busto?

Es conocido que durante el embarazo las mamas se preparan como parte de los cambios fisiológicos que ocurren en el organismo y, por tanto, la mama aumenta de tamaño y  peso.  Es necesario por ello tener en cuenta, en las gimnasias que realiza la mujer como parte de su preparación para el parto y la lactancia, establecer ejercicios dirigidos al reforzamiento de los músculos pectorales (de los pechos), y el empleo adecuado de los ajustadores que no deben usarse ni muy apretados ni muy desahogados.

(continuará)