Halitosis
La halitosis o mal aliento, conocido también con los nombres de cacosmia bucal o fetor oris, puede afectar psíquicamente a las personas que saben que tienen este síntoma, y les genera dificultades y angustias en su vida familiar y social."Puedo decirte que la mayoría de los pacientes con este padecimiento lo ignoran y sus amigos no se lo dicen por temor a perder esa amistad", me comenta el profesor William Haedo Quiñones, Jefe del Grupo Nacional de Gastroenterología del MINSAP y vicedirector de Asistencia Médica del Instituto de esa especialidad, radicado en La Habana.
—Profesor, ¿en general este olor anormal es causa de falta de higiene (cepillado) o de alguna afección bucal, o puede implicar trastornos digestivos?
—El origen de la halitosis, en alrededor de un 90 por ciento, es debido a problemas bucales, pues la flora bacteriana normal puede producir sulfuros de hidrógeno y mercaptanos (sustancias volátiles que producen mal olor) que se acumulan entre los cepillados (ejemplo: aliento matutino). Sin embargo, no es la única causa. Puede estar relacionado con la edad, el sexo (período menstrual), estado nutricional problemas digestivos, respiratorios o metabólicos.
—¿Qué conducta sugiere seguir ante la aparición de este síntoma?
—Si el padecimiento es consciente por parte del paciente, o (lo menos frecuente) cuando algún familiar, amigo o amiga se lo haya dicho, debe acudir a un especialista para que valore las posibles causas de esta afección.
—Hay quienes plantean diferentes variantes de este padecimiento. Y las subdividiré en tres preguntas. Una: ¿cuál sería su causa si el aire espirado por la nariz es fétido y por la boca no lo es?
—Cabe pensar que la causa se encuentra por encima del velo del paladar (una rinitis ocena o sinusitis, por ejemplo).
—Dos: ¿y si el aire espirado por al boca tiene mal olor y el que sale por la nariz es prácticamente nulo?
—La causa radicaría en la boca (piorrea, caries infectadas, inflamación de las encías (gingivitis), lengua saburral (sucia).
—Tres: ¿cuando ambos aires —el bucal y el que expelemos por la nariz— son igualmente fétidos?
—Es de suponer entonces que la causa reside en la faringe amigdalitis y faringitis crónicas, abscesos en las amígdalas). En el aparato respiratorio por dilataciones bronquiales infectadas o por causas sistémicas. Ejemplos: en la uremia, acidosis e intoxicaciones, algunos medicamentos.
—Quisiera dedicar punto y aparte a las causas debidas a trastornos digestivos.
—Las más importantes son esofágicas: divertículos (bolsas de la pared esofágica donde se retienen alimentos); gástricas: lesiones ulceradas de gran tamaño; hepáticas: en algunas enfermedades muy graves (necrosis hepática); e intestinales: enterocolitis y estreñimiento crónico, entre otros.
—Doctor, ¿específicamente un exceso de acidez estomacal puede originar halitosis?
—No necesariamente la produce. Por el contrario, la hipoacidez o anacidez (disminución o ausencia de acidez), cuando se asocia a un vaciamiento gástrico lento sí pueden producir retención y mala digestión de alimentos que produzcan este síntoma.
—Muchas bebidas, el cigarro, y también no pocas comidas pueden ocasionar "olor", pasajero o no. ¿Se consideraría propiamente como halitosis?
—Las bebidas alcohólicas dan un aliento típico, el cigarro en grandes cantidades también es causa de halitosis y pueden ser pasajeros o no, en dependencia de la frecuencia con que se haga. Hay comidas ricas en grasas y condimentos —ajo, cebolla— que influirían en la aparición de halitosis. Creo que estas pueden considerarse causas de este padecimiento.
—¿Es posible contrarrestar, o incluso eliminar, el denominado "aliento matinal"?
—Sí, con un cepillado correcto de los dientes y con algunos colutorios antisépticos.
—Incursionemos ahora en el tratamiento. ¿Es una o son varias las conductas a seguir?
—El mal aliento sin causa evidente que lo produzca no puede suprimirse ni con la más cuidadosa higiene bucal. El único remedio en estos casos es el cambio de regímenes alimentarios, reduciendo la cantidad de grasas (productoras de ácidos grasos volátiles) y carnes, ordenando al paciente que ingiera vegetales, zumo de naranjas o algunos alimentos que contengan cítrico (jugo de limón) que limpian la lengua y aumentan la producción de saliva; el jugo de piña, o comerla, limpia bien la boca. Los divertículos, lesiones ulcerosas, amigdalitis crónica, llevan tratamiento quirúrgico en los casos de estrechamiento esofágico que no se pueda resolver por dilatación.
—¿Los enjuagatorios con sustancias antisépticas pueden resultar efectivos o son sencillamente paliativos?
—Pueden ser útiles si la causa es bucal. Considero que todo adulto debe asistir a la consulta estomatológica sistemáticamente.
—A un personaje de "Como agua para chocolate", con padecimiento de gases y halitosis, le sugieren como remedio masticar hojas de albahaca y menta. ¿Tiene alguna experiencia al respecto?
—Algunas sustancias vegetales como la albahaca, la menta, pueden mejorar la halitosis; otros mastican romerillo, caramelos de menta, goma de mascar, y algunos emplean spray con sustancias odoríferas. Lo más importante es que el flujo de saliva se mantenga ya que esta es la sustancia que tiene la facultad de limpiar la lengua, boca, encías... (2001)