Consultas  Médicas

 

Problema de salud mundial

Giardia, amebas...

JOSÉ A. DE LA OSA
delaosa@granma.cip.cu

Una mirada a las estadísticas para conocer la prevalencia de parasitismo intestinal nos muestra que entre un 20-50% de la población mundial se encuentra afectada por giardia y amebas. ¿Puede calificarse concluyentemente como un problema de salud?

Foto: CAODoctor Ángel Escobedo Carbonell.

La pregunta la formulé esta semana al doctor Ángel Escobedo Carbonell, especialista de segundo grado en Microbiología y Parasitología, Jefe de Departamento del Hospital Pediátrico Pedro Borrás Astorga, en esta capital, quien indicó: Constituye un serio problema. Los seres humanos son susceptibles de padecer alrededor de 300 especies de helmintos (los llamados "gusanos" o "lombrices"), y más de 70 de protozoos, entre los que se encuentran las amebas y giardia, dos de las causas más conocidas de parasitismo intestinal.

—¿Cuál es el universo que abarca el término parasitismo intestinal?

—Comprende las afecciones producidas por parásitos, que pasan la mayor parte de su existencia en el intestino, y pueden ocasionar daños aparentes o inaparentes.

—Por su mayor prevalencia, ¿cuáles son los que más aquejan a nuestra población?

— Entre los principales causantes de molestias te citaría la giardia y algunos helmintos. Entre estos últimos, los conocidos popularmente como "oxiuro o lombricillas", y, también, el "tricocéfalo" y la "lombriz".

—Tanto giardia, como los denominados helmintos, ¿tienen una misma puerta de entrada para producir la infección?

—Sí, fundamentalmente por la vía digestiva, es decir, por la boca, a través del agua que se toma, o por la ingestión de alimentos contaminados con materias fecales que portan huevos o quistes de esos parásitos. Las formas infecciosas de las tenias o "lombrices solitarias" pueden estar presentes en las carnes de cerdo y vaca insuficientemente cocinadas. Algunos parásitos intestinales como Necator americanus penetran por la piel en personas que caminan descalzas por la tierra.

—¿Se transmiten también por un beso, o el empleo común de utensilios domésticos como los vasos, las cucharas...?

—Categóricamente, no.

—¿Qué manifestaciones pueden alertar de su presencia en nuestro organismo?

—Son variadas: dolor abdominal, diarreas, vómitos, picazón alrededor del ano, o la salida al exterior de algún parásito o sus fragmentos. También cuando se originan digestiones lentas y difíciles, pérdida de peso, anemia, náuseas frecuentes y por el retraso en el crecimiento de niñas y niños.

—¿Es posible albergar parásitos intestinales y no mostrar síntomas?

—Sí, y es frecuente.

—¿En qué edades se presenta con mayor frecuencia?

—A cualquier edad, pero en general la población infantil es la más afectada.

—¿Cómo se establece el diagnóstico de certeza?

—Mediante el análisis de laboratorio de las heces, fundamentalmente. Una vez confirmado el diagnóstico, se establece el tratamiento específico de acuerdo con la afección parasitaria encontrada.

—¿Las diversas parasitosis tienen un tratamiento similar, o demandan fármacos diferentes?

—En la actualidad existen medicamentos de amplio espectro capaces de combatir simultáneamente un gran número de infecciones parasitarias y los hay también más específicos.

—¿Qué consecuencias podría acarrear para estos pacientes, a corto y más largo plazo, si no acuden a recibir atención?

—La presencia de estos agentes infecciosos se relaciona con retraso en el crecimiento, disminución del aprendizaje, y comporta asimismo ausentismo a la escuela y al trabajo, entre otros trastornos.

—¿Qué medidas higiénico-sanitarias valora como imprescindibles para evitar la contaminación de esos agentes infecciosos?

—La clave está en el autocuidado. Consumir agua hervida y alimentos bien lavados y cocinados. El uso de calzado y el lavado de manos antes de ingerir algún alimento, después de ir al baño y cuando se preparan las comidas.

—Finalmente...

—Comentar que por lento y solapado que resulta el ataque de estos parásitos, y por lo infrecuente de cuadros dramáticos como se veían antes del triunfo de la Revolución, hay quienes en la actualidad no les conceden la debida importancia y, sin embargo, ello es esencial para una buena salud.