Evitar las caries dentales, tatuajes y pírsines
Endocarditis infecciosa
JOSÉ A. DE LA OSA
delaosa@granma.cip.cu
La endocarditis infecciosa es una enfermedad en la que uno o varios gérmenes infectan el endocardio o capa más interna del corazón, las válvulas cardiacas o las estructuras relacionadas, generalmente sobre una lesión anterior como una cardiopatía congénita o con menos frecuencia en una cardiopatía reumática. Es conocida también como endocarditis bacteriana por ser estos microorganismos los que la producen con más frecuencia.
Profesora
Herminia Palenzuela López.
Con esta definición del tema que abordamos inicia la entrevista la doctora Herminia Palenzuela López, especialista de Segundo Grado en Cardiología, Máster en Atención Integral al Niño, Profesora Consultante y responsable del Programa de Calidad del Cardiocentro Pediátrico William Soler, radicado en Altahabana, en esta capital.
—¿Es alta o baja su incidencia en el mundo? ¿Y en nuestro país?
—La incidencia actual es de alrededor de 0,4 por cada mil niños, aproximadamente un por cada 1 280 ingresos pediátricos por año. Su incidencia en Cuba se comporta de forma similar. En un 8-10 % de los pacientes aparece sin ningún factor de riesgo identificable, aunque existe la tendencia a cierto incremento con el desarrollo de la cirugía cardiaca en Cuba y en el mundo.
—¿Es una afección predominantemente de la infancia?
—No. Puede presentarse a cualquier edad.
—¿Es igualmente común en el sexo masculino que el femenino?
—No se conocen diferencias por sexo ni raza.
—¿Podría referir cuáles son las causas principales que la originan? Y le pido precisar cuál es la más común en nuestro medio.
—Se produce como consecuencia de una infección a otro nivel del organismo en la cual el germen pasa a la sangre y se ubica en el corazón. En nuestro país, al igual que en el mundo, la causa más común son las producidas por algunos tipos de bacterias.
—¿Y en cuanto a factores de riesgo en general y en la población pediátrica en particular?
—Se observa en especial en los pacientes con cardiopatías de base o ya sometidos a cirugía cardiaca u otro proceder invasivo.
—¿Hay personas que presentan una mayor susceptibilidad a este padecimiento?
—Suele ocurrir con más frecuencia en niños o adultos con afectación inmunológica de base y desnutridos.
—¿Ante qué manifestaciones principales debemos sospechar la presencia de una endocarditis infecciosa?
—Se debe sospechar en especial en cualquier paciente que tenga los factores de riesgo referidos y presente un síndrome febril prolongado que no tiene otra causa definida, o que habiendo sido sometido a tratamiento para un proceso infeccioso detectado no tenga la evolución esperada. Se suele acompañar de síntomas generales como decaimiento, anorexia, palidez, taquicardia, entre otros. En algunas ocasiones puede debutar con un cuadro clínico grave y deterioro marcado del estado general.
—¿El diagnóstico se sustenta en la clínica o demanda exámenes de laboratorio para su confirmación?
—La sospecha diagnóstica parte de la clínica, pero requiere de exámenes de laboratorio y de la ecocardiografía para su confirmación.
—¿Qué tratamientos se indican a estos pacientes? ¿Requieren hospitalización o pueden realizarlos de forma ambulatoria?
—El paciente debe ser ingresado para poder llevar a cabo un tratamiento antibiótico y general eficaz, el cual es por vía endovenosa y prolongado, así como es fundamental una estrecha vigilancia de las complicaciones que pueden conllevar hasta cirugía cardiaca.
—¿Es curable? ¿Cuál es el pronóstico de estos enfermos?
—Si se detecta a tiempo el paciente puede evolucionar a la curación, pero existen riesgos de complicaciones y mortalidad.
—¿Es posible establecer medidas efectivas de prevención para la endocarditis infecciosa?
—La medida más importante es evitar las infecciones y tratarlas a tiempo cuando aparecen, en especial evitar las caries dentales, que son un foco frecuente de infección capaz de producirla, mediante una buena higiene bucal basada en el correcto y frecuente cepillado de los dientes después de ingerir alimentos y consultas sistemáticas con el estomatólogo. Los tatuajes y pírsines realizados sin las medidas higiénicas adecuadas también pueden favorecer la aparición de esta enfermedad.
—Antes de agradecerle su gentileza y colaboración, ¿le quedaría algo esencial por añadir?
—Espero que estas recomendaciones ayuden a prevenir esta enfermedad que es evitable con las medidas adecuadas. Esto contribuirá a reducir la mortalidad en las diferentes edades de la vida.