Dolor crónico
JOSÉ A. DE LA OSA
Durante una entrevista sobre el dolor que realicé hace años, un reputado científico se refería en estos términos a esa molesta sensación: No se trata de un botón que se oprime y un timbre que suena. Es un amigo, señalaba, cuando nos informa de que algo dañino ocurre en nuestro organismo, y un enemigo si su presencia hace miserable la vida. No es casual por ello que cuando la posibilidad de una solución eficaz se prolonga, el paciente busca entre lo más sensato y también lo más insensato para mitigar su sufrimiento.
Profesor Jorge Luis Yera Nadal.
Para el abordaje ahora del dolor, pero con el apellido crónico, he invitado al profesor Jorge Luis Yera Nadal, especialista de segundo grado en Anestesiología y Reanimación, Profesor Auxiliar, jefe de la Clínica del Dolor del Hospital Clínico Quirúrgico Hermanos Ameijeiras, en esta capital. Es también Vicepresidente de la Sociedad Cubana de esa especialidad a cargo del estudio y tratamiento del dolor.
—¿Cuál es la diferencia entre el dolor y el llamado dolor crónico?
—Dolor es un término general que define “una experiencia sensorial y emocional desagradable asociada a un daño en los tejidos, real o potencial”. Quiere decir que es un hecho experimentado a través de la sensibilidad, producido por causas externas o internas y transmitido por las vías nerviosas. Según su duración puede ser agudo o crónico. El primero es alertador y útil y dura algunos días. El segundo persiste un tiempo mayor que la afección que lo ocasionó.
—¿Ante qué signos y síntomas principales considera que el dolor es de atención médica inmediata?
—Por ejemplo, el dolor agudo que se presenta con cambios de coloración, aumento de volumen del área afectada, cambios de temperatura, entre otros signos, y que no mejora con medidas analgésicas habituales. Cuando este dolor no es valorado y tratado adecuadamente por un facultativo, genera lesiones mayores que evolucionan indefectiblemente hacia la cronicidad. Algunas de esas lesiones, como la neuralgia por herpes zóster o culebrilla, requieren de atención urgente.
—Entrando de lleno en el tema de la Consulta, dígame: ¿Cuáles son las causas más importantes y frecuentes que originan el dolor crónico?
—Las lesiones en articulaciones y huesos, en ancianos y en jóvenes, son quizás las más frecuentes. También las lumbalgias (malestares en la zona baja de la espalda) y las denominadas cérvico-braquialgias o dolores por lesión del cuello y extremidades superiores.
—¿Y qué sitios fundamentales suelen doler?
—Las articulaciones de hombros, rodillas y caderas, junto a la región lumbo-sacra (dolor de cintura) y la columna cervical son asiento de lesiones degenerativas o traumáticas comunes y frecuentes causantes de dolor crónico, así como algunas lesiones abdominales y pelvianas.
—¿Están referenciados los que suelen durar días, meses o años?
—Cualquier dolor crónico no tratado dura desde tres meses hasta varios años. Entre los que podrían durar de por vida, si no reciben tratamiento adecuado, te citaría el dolor del miembro fantasma (en amputados), la neuralgia de los nervios trigéminos —que son los que se extienden desde el encéfalo hasta la cara (uno a cada lado), incluidas las arcadas dentarias y la lengua—, y los originados como consecuencia de enfermedad por herpes, entre otros dolores del sistema nervioso.
—¿Existen tratamientos para esos dolores? ¿En qué consisten? ¿Logran al menos alivio a esa dolencia?
—Todos los dolores, agudos o crónicos, y en cualquier ubicación, deben ser tratados. Para ello se emplean medicamentos analgésicos antinflamatorios no esteroideos, y otros fármacos de mayor potencialidad, así como bloqueos nerviosos, acupuntura, estimulaciones eléctricas, métodos neuroquirúrgicos, fisioterapia y técnicas sicológicas.
—¿Tiene usted alguna recomendación para los que padezcan de ese tan “popular” y extendido dolor de espalda?
—Que deben ser moderados en los esfuerzos físicos, cuidar el peso corporal, no adquirir posturas viciosas y hacer ejercicios físicos fortalecedores, orientados por su médico.
—En su fase intermedia o avanzada el cáncer suele originar dolores de moderados a severos. ¿Es posible su alivio?
—Sí. El dolor por cáncer, como dolor crónico que es, suele asentar en huesos, vísceras, músculos y nervios, a veces en forma mixta. Si es moderado, su alivio se consigue con los métodos descritos, y en fase de mayor severidad debe ser empleada la morfina oral o inyectable, bajo prescripción facultativa.
—Abro esta pregunta para recabarle un comentario sobre las reacciones emocionales asociadas al dolor crónico.
—El dolor crónico, por sus molestias y extensión en el tiempo, suele generar depresión e inestabilidad emocional, con limitaciones física y síquica y, por consiguiente, con afectación en las esferas familiar, laboral y social.