Consultas  Médicas

Claustrofobia

JOSÉ A. DE LA OSA
delaosa@granma.cip.cu

El doctor Carlos Farach Iglesias, psiquiatra, dirige la Clínica del Estrés en el Servicio de Psiquiatría del Hospital Universitario Calixto García, en Ciudad de La Habana. El tema sobre la mesa es claustrofobia, que define como una perturbación nerviosa que los especialistas identifican como trastorno de ansiedad fóbico.

Foto: CAODoctor Carlos Farach Iglesias.

Guarda relación, explica, con una situación estresante (pequeños espacios o encierros), donde además de miedo aparecen conductas de evitación o de huida. Fobia quiere decir miedo y claustro, encierro.

—¿Podría precisar qué lugares cerrados son los más temidos?

—Los ascensores, túneles, pequeñas habitaciones sin ventanas, sótanos, vehículos (guaguas, aviones, autos pequeños) y lugares con escasas posibilidades de salida.

—¿Se conocen las causas que la originan?

—No siempre. Desde mi experiencia las exposiciones a algún tipo de situación traumática (evento previo) es lo que puede desencadenarla. También influyen otros elementos como la personalidad.

—¿Es alto o bajo el número de personas que sufren claustrofobia?

—Como síntoma aislado me atrevería a afirmar que no es tan común, pero ocurre que muchas veces se asocia a otras manifestaciones de la ansiedad y a diversas dolencias nerviosas, lo que hace que aparezca más frecuentemente.

—¿A qué edades suele manifestarse y con qué primeras señales?

—Su aparición es más significativa en adultos jóvenes aunque puede presentarse en cualquier edad. Las primeras señales a las que habría que prestar atención, y podrían aparecer desde la niñez, son: dificultad para la adaptación escolar, conductas exageradas de miedo a animales domésticos, timidez al relacionarse con los demás, miedo a la oscuridad o a estar solo, entre otras.

—¿Los síntomas son similares en todos los casos?

—No necesariamente. Los síntomas generales más frecuentes son palpitaciones, sudoración, temblores y sequedad de boca. Otras manifestaciones como la dificultad para respirar, sensación de ahogamiento, dolor o malestar, o ganas de vomitar, comprometen el pecho. La sensación de mareo, de pérdida de control, el miedo a morir y el entumecimiento, guardan relación con el estado mental.

—¿Cómo se establece el diagnóstico de certeza?

—Para ello existen tres parámetros fundamentales: criterio de ansiedad; criterio de evitación, huida o escape; y que la sola posibilidad de pensarlo genere síntomas.

—¿La claustrofobia es curable o solo es posible lograr, digamos, un mayor control de los síntomas que origina?

—Es curable solo si se llegan a conocer las causas verdaderas y se trabaja profundamente con el psicoterapeuta. En otros casos, aun cuando la causa no pueda ser precisada, existen formas terapéuticas que logran aliviar el padecimiento.

—¿Qué tratamientos se aplican para ello?

—Son variados, pero el más efectivo es la psicoterapia directa con el paciente. Otras formas de conseguir el alivio de este trastorno son el tratamiento medicamentoso y técnicas sanadoras como la relajación, la meditación y terapias homeopáticas.

—De acuerdo con su experiencia profesional, ¿qué indicación general daría a las personas que presenten claustrofobia?

—Que acudan en busca de ayuda profesional. La sanidad mental es una necesidad para todos. Decir "no puedo resolverlo solo" es el primer pilar de un tratamiento exitoso. En medio de una crisis yo recomendaría: respirar profundo, relajarse y enviarnos mensajes positivos desde nuestra mente.

—¿Quisiera precisar algo más?

—Muchas personas temen ir a un especialista en salud mental. Piensan que pueden sobreponerse a este mal contando con su propio esfuerzo. A la larga, lo que logran es una pérdida de libertad, terminan limitándose y evitando espacios que pudieran desencadenar los síntomas. No automedicarse y acudir al especialista son mis recomendaciones.