Primera causa de muerte en Cuba
Cardiopatía coronaria
JOSÉ A. DE LA OSA
delaosa@granma.cip.cu
En la cardiopatía coronaria se produce un estrechamiento de los pequeños vasos sanguíneos que suministran sangre y oxígeno al corazón. Ello es causado generalmente por una afección llamada aterosclerosis, que ocurre cuando las grasas se acumulan en las paredes de las arterias y reducen el espacio por donde tiene que circular la sangre, lo cual origina que el flujo se haga más lento e, incluso, pueda detenerse. Este trastorno se conoce también como enfermedad de las arterias coronarias.
Doctor
Juan José Quirós Luis.
Es la primera causa de muerte en nuestro país, subraya el cardiólogo Juan José Quirós Luis, coordinador de la Unidad Coronaria de la Red Nacional de Cardiología y Cirugía Cardiovascular, quien indica que las alteraciones de las arterias coronarias se desencadenan, además, por causas anatómicas, rotura, embolismo (obstrucción brusca), enfermedades inflamatorias e inmunológicas y, asimismo, por causas funcionales como espasmo o trastornos de la microcirculación, fundamentalmente.
––¿El riesgo de su desencadenamiento se relaciona también con factores genéticos y hereditarios?
––Están presentes los factores de orden genético que potencian los causales como son la hipertensión, la diabetes y el tabaquismo, los medioambientales y los relacionados con modos y hábitos de vida.
––¿A qué edades suele presentarse?
––En general aparecen en edades avanzadas de la vida. La edad es el factor de riesgo más importante. Es excepcional que aparezca en personas menores de 40 años.
––¿Aqueja igualmente al sexo masculino que al femenino?
––Aparece con mayor frecuencia en los hombres, con una relación de cuatro a uno cuando se les compara con la mujer.
––¿Qué síntomas pueden alertar a una persona de que "algo" no está funcionando bien en su corazón?
––El síntoma clásico es la angina de pecho que los pacientes refieren como un malestar, peso u opresión en la parte central del tórax, que se puede irradiar a otras zonas: a la garganta y mandíbula, al brazo izquierdo, a la espalda, al estómago, que se desencadena con el esfuerzo físico y se alivia con el reposo.
––¿Puede también cursar de forma asintomática?
––Sí, y en estos pacientes solo es posible el diagnóstico de la enfermedad cuando se les realizan exámenes de rutina del aparato cardiovascular.
––Ese dolor que usted refiere, cuando se produce ¿se manifiesta de forma aguda o leve? ¿De forma constante o intermitente?
––El dolor es intenso y constante cuando se produce un infarto agudo; en las anginas suele ser leve, intermitente y poco duradero. El clásico es el dolor opresivo en la región central del tórax, que se puede acompañar también de sudoración, náuseas, vómitos y fatiga.
––¿En qué momento sugiere acudir a un centro de urgencia?
––De inmediato si el dolor es intenso y no se alivia con el reposo, o ante manifestaciones de dolor de poca intensidad que se hayan presentado en los últimos días.
––¿Hay alguna medida de "primeros auxilios" que podamos adoptar antes de acudir al médico?
––Tomar media aspirina y mantenerse en reposo.
––¿Qué exámenes se requieren para establecer el diagnóstico de certeza?
––El electrocardiograma es una herramienta fundamental, aunque existen otros como el ecocardiograma, la coronariografía, las pruebas de esfuerzo.
––¿Y en cuanto al tratamiento?
––Para el infarto agudo es la recanalización o desobstrucción del coágulo coronario que está provocando el infarto. Cuando es leve, cambios en el estilo de vida y medicamentos antiplaquetarios como la aspirina.
––¿Cuál es el pronóstico en general de los ataques cardíacos?
––Está en dependencia, en primer lugar, de la edad del paciente y de la prontitud con que acuda a los servicios especializados. Los que soliciten atención en las primeras tres horas de iniciado el infarto, tendrán mayores posibilidades de recuperación.
––Creo que se impone hablar de prevención. ¿Cómo cuidar con el mayor celo nuestro corazón?
––Es esencial establecer hábitos alimentarios que incluyan fibras, vegetales y frutas, con bajos contenidos de grasa. También mantener un control periódico de la tensión arterial y del colesterol en sangre. Y no fumar ni tomar bebidas alcohólicas en exceso. Subrayar finalmente que un estudio reciente demuestra que a medida que aumenta la capacidad de ejercicio, es decir, la buena forma física, se disminuye de manera escalonada el riesgo de muerte.