Aborto habitual
JOSÉ A. DE LA OSA
¿De qué hablamos exactamente cuando nos referimos a la pérdida recurrente del embarazo? El profesor Raimundo Capote Arce, jefe del Servicio de Atención Médica Internacional del Hospital Ginecobstétrico Docente Ramón González Coro, de esta capital, la define como "la pérdida de dos o más embarazos antes de las 24 semanas de la concepción". Es lo que con voz popular se denomina "aborto habitual".
Profesor
Raimundo Capote Arce.
Estudios internacionales sustentan, y también investigaciones realizadas en nuestro país, que la incidencia de este trastorno ocurre en alrededor del uno ó 2% de las parejas.
Algunos de los factores de riesgo asociados a estas pérdidas se encuentran debidamente identificados, y el profesor Capote cita entre ellos los de orden genético, anatómicos e inmunológicos; y menciona también los vinculados a problemas infecciosos, endocrinos, ambientales y a la edad de la pareja.
Sin embargo, es de subrayar que en aproximadamente un 40% de las parejas se desconoce la causa de estas pérdidas recurrentes de los embarazos.
De acuerdo con la experiencia clínica de mi entrevistado las causas más frecuentes se asocian a las alteraciones inmunológicas, genéticas y anatómicas. Estas últimas están relacionadas con la llamada "incompetencia cervical", los "tabiques" uterinos y los fibromas, fundamentalmente.
––Doctor Capote: usted mencionaba, entre los factores de riesgo para el desencadenamiento de estos abortos repetitivos, la edad de la pareja. ¿A qué rango de edades aludía?
––A partir de los 35 años aumenta en la mujer el riesgo de aborto espontáneo. Por tanto, a medida que avanza la edad, se incrementa el riesgo de que se produzca este trastorno.
––¿Podría referir cuáles son sus signos y síntomas fundamentales?
––Estarán en dependencia de si el aborto es de naturaleza precoz o tardío. En el primer caso (cuando han transcurrido menos de 12 semanas de gestación) se caracteriza por dolor en bajo vientre y sangramiento; en los tardíos (más de 12 semanas) pueden aparecer contracciones y rotura de membrana, principalmente. En algunas embarazadas no se manifiestan síntomas y la pérdida de la concepción se detecta en general mediante el Ultrasonido.
––Bien entendido que, en dependencia de la causa que dé origen a este trastorno, podría ofrecerse o no tratamiento a la mujer. ¿En qué pacientes es posible establecer una terapéutica eficaz?
––En el ciento por ciento de las pacientes se pueden adoptar medidas que contribuyan a disminuir el riesgo de aborto en próximos embarazos. A una mujer con incompetencia cervical, digamos, se le puede practicar un "cerclaje" (cierre) del cuello uterino. Igualmente es posible realizar cirugía de mínimo acceso en pacientes que presenten malformaciones uterinas. En todos los casos resulta de gran beneficio el apoyo psicológico a la pareja.
––¿Cuál es el momento que considera ideal para que la mujer sea estudiada por un especialista a fin de evitar pérdidas de tiempo, frustraciones o daños en la potencialidad reproductiva de la pareja?
––Cuando se hayan producido dos abortos espontáneos consecutivos la paciente debe solicitar atención médica para su estudio.
––¿La pareja masculina debe ser también objeto de investigación?
––Teniendo en cuenta que las pérdidas recurrentes de embarazo constituyen un trastorno de la fertilidad, las investigaciones deben ser realizadas también al hombre. Existen alteraciones en el semen, por citar un ejemplo, que pueden contribuir a estos "abortos habituales".
––¿Funcionan en nuestro país servicios especializados para la atención de estas parejas?
––Sí. Las pacientes deben recibir orientación en las consultas de Ginecología.
––Una precisión: ¿qué exámenes se requieren para llegar a un diagnóstico de certeza?
––Las investigaciones comprenden exámenes hematológicos, hormonales, de imágenes (Ultrasonido), endoscópicos, inmunológicos y estudios cromosómicos, entre otros.
––¿Existen procederes de prevención en el tema que nos ocupa?
––Una buena atención prenatal, iniciada a tiempo, puede detectar alteraciones que posibiliten tomar medidas para evitar el desencadenamiento de abortos espontáneos. Es importante tener en cuenta que estas pacientes requieren de una atención individual, personalizada, a fin de identificar la causa del trastorno en todos los casos que sea posible.