Consultas  Médicas

Apnea del sueño

JOSÉ A. DE LA OSA

En su acepción más amplia, la falta o suspensión de la respiración se denomina apnea. Ahora, cuando esta interrupción —la respiración cesa durante unos segundos— se produce mientras dormimos, es lo que en Medicina se conoce como apnea del sueño.

Foto: ALDO MEDEROSProfesora Arelys Pérez Cué.

Por razones aún no totalmente esclarecidas para la ciencia, durante el sueño profundo la respiración puede detenerse por un periodo de tiempo "prolongado" (en ocasiones más de 10 segundos), lo que origina en las personas intentos precipitados por respirar y, por tanto, un cambio a una etapa de sueño más ligero. ¿Resultados? Se produce entonces un sueño fragmentado y, por consiguiente, un exceso de somnolencia diurna.

Para abordar las disímiles aristas del tema he invitado a la profesora Arelys Pérez Cué, especialista de segundo grado en Otorrinolaringología (garganta, nariz y oídos), del Hospital Clínico-Quirúrgico Hermanos Ameijeiras, quien integra el grupo multidisciplinario de los Trastornos del Sueño de esa prestigiosa institución capitalina.

¿Qué ocurre ciertamente, doctora, en los músculos de la garganta y en las estructuras del árbol respiratorio que imposibiliten transitoriamente que el aire pueda llegar a los pulmones?

Pueden ocurrir trastornos en las vías aéreas superiores debidos a una función anormal de los músculos dilatadores de la faringe y a una disminución del diámetro de estas vías por alteraciones estructurales (nasales, faríngeas, maxilofaciales), a infiltraciones de grasa por obesidad, o ambas cosas.

¿Cuál puede ser la frecuencia promedio de esos "sucesos apneicos"?

Pueden llegar a ocurrir 30 veces en una hora de sueño durante una noche de 7 horas, aunque hay pacientes que presentan hasta 100 episodios apneicos en una hora.

¿La apnea del sueño se vincula siempre con el roncar, ese ruido tosco o bronco que hacen algunas personas mientras duermen?

Una de las variantes clínicas de la apnea del sueño es el llamado síndrome de apnea obstructiva del sueño, el cual incluye en su cuadro clínico el ronquido intenso, descrito a veces como el rugir de un león, como dato esencial e imprescindible para su diagnóstico.

¿Qué manifestaciones principales pueden denotar que padecemos de apnea del sueño? ¿Recuerdan las personas que lo padecen los episodios experimentados durante la noche?

La apnea del sueño más frecuente es la obstructiva, y se caracteriza fundamentalmente por presentar ronquidos intensos durante el sueño y una marcada somnolencia durante las horas de vigilia. Generalmente quienes refiereren con exactitud las características del sueño de estos pacientes son sus parejas, familiares, vecinos o compañeros ocasionales de cuarto, aunque hay pacientes que refieren escucharse roncar.

¿Cuáles son las herramientas más importantes para el establecimiento de un diagnóstico?

Tras una sospecha clínica, la herramienta que brinda el diagnóstico positivo de esta enfermedad es la Polisomnografía. Esto no es más que un estudio que se realiza al paciente durante un sueño de 7 horas, en el cual se miden diversas variables biológicas y se graban sus ronquidos y conducta al dormir.

¿Pueden existir anomalías físicas que nos puedan predisponer al padecimiento de este trastorno?

Sí, aumento de volumen de las amígdalas o adenoides, o de ambas, incremento del tamaño de la lengua, mentón pequeño, úvula o campanilla alargada, descenso del paladar blando, estrechamientos nasales. Otros factores de riesgo son la obesidad, algunas alteraciones de la función endocrina, trastornos neuromusculares, alcoholismo, drogas y el uso excesivo e incontrolado de sedantes y relajantes musculares.

¿Hay algún tratamiento específico?

Existen diversas opciones que están relacionadas con las características individuales de cada paciente. Entre ellas las llamadas conductuales: evitar el alcohol y depresores del sistema nervioso central, reducción del peso corporal y la terapia posicional para mejorar la ventilación (dormir de lado levantando la cabecera de la cama a la altura de dos ladrillos). En pacientes seleccionados se utilizan métodos quirúrgicos para ensanchar o sustituir las vías aéreas. En otros se emplea con éxito un dispositivo llamado CPAP que suministra aire a presión durante el sueño, y antidepresivos para mejorar el tono muscular y, por ende, la ventilación durante el sueño.

¿Puede comportar alguna complicación, a corto o largo plazo, la falta de tratamiento de la apnea del sueño?

Entre las más frecuentes están las enfermedades del sistema cardiovascular (hipertensión arterial), las cerebrovasculares, desempeño sexual disminuido, trastornos del sueño en la pareja, entre otros.

¿Es común, Profesora, la apnea del sueño?

La prevalencia del trastorno aumenta con la edad (se observa una mayor frecuencia en individuos de 40 a 60 años), y es más común en los hombres que en las mujeres para lo cual se invocan factores endocrinos. Se describen cifras de prevalencia de un 9% para las mujeres y del 24% para los hombres. Los niños también pueden padecer de apnea del sueño.