Consultas  Médicas

Neumonía atípica

La neumonía atípica o Síndrome Respiratorio Agudo Severo (SRAS), es una enfermedad emergente: un virus nuevo en un medio nuevo.

La historia se inicia en noviembre del 2002 cuando comienza a presentarse en China, en la provincia de Guangdong, un brote de una enfermedad respiratoria aguda llamada SRAS por los especialistas de la Vigilancia Mundial de la Influenza. Luego de una labor científica conjunta entre varios países, se determinó que el agente causal de esa enfermedad era un coronavirus, un virus diseminado por el planeta que constituye la segunda causa de resfriado común, y sería denominado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como virus SRAS, nunca antes visto en seres humanos.

Foto: JORGE LUIS GONZÁLEZDoctor Gonzalo Estévez Torres, 
vice- ministro del MINSAP a cargo de
 la Higiene y la Epidemiología.

Es cierto que el virus SRAS, han afirmado los expertos, es parte de la misma familia de los que causan el resfriado común, pero también es verdad, "hasta donde podemos en el momento actual ser capaces de establecerlo partiendo de los estudios genéticos realizados", que es muy diferente del virus del resfriado común, y amenaza con su extensión global en un mundo estrechamente interrelacionado por los modernos medios de transportación.

En la búsqueda del saber científico sobre el SRAS dialogamos con el doctor Gonzalo Estévez Torres, viceministro a cargo de la Higiene y la Epidemiología del Ministerio de Salud Pública (MINSAP), para conocer también cómo se prepara Cuba para el enfrentamiento de esta enfermedad.

Doctor Estévez: ¿cuál es la situación epidemiológica actual del virus de la neumonía atípica?

Hasta el pasado 22 de abril se habían reportado 3 947 casos de la enfermedad en 27 países y cuatro continentes: en América (Canadá y Estados Unidos), Asia (naciones del Sudeste asiático), varios países de Europa y África (Sudáfrica), por lo que es posible afirmar que se trata ya de una pandemia. Del total de casos reportados, 229 han fallecido, con una letalidad del 5%, lo que epidemiológicamente se considera como alta.

¿Se ha reportado algún caso en Cuba?

No se ha registrado ni un solo caso de la neumonía atípica, como tampoco se encuentra en investigación persona alguna sospechosa de padecer la enfermedad.

¿Se conocen las características de este virus?

El virus SRAS pertenece a la familia de los coronavirus, con capacidad de mutación, lo que da origen a otros virus. Una de sus características importantes radica en que el cuadro clínico que puede originar es capaz de producir la muerte del paciente.

¿Cuál es su reservorio natural?

El hombre es uno de sus reservorios. Hay que descubrir aún qué animales son susceptibles. Se ha demostrado en estudios de laboratorio que los monos pueden transmitir el virus, y se investiga si los ratones y aves de corral son también hospederos del SRAS. Como hipótesis se plantea que también podría estar implicado algún vector, y se habla, por ejemplo, de la cucaracha, aunque ello no ha sido confirmado.

¿Se ha llegado a alguna conclusión en cuanto al período de incubación y transmisibilidad?

Hasta donde sabemos hoy, el virus se transmite por contacto directo, fundamentalmente a través de las gotas de saliva que se expulsan al hablar, toser o estornudar, sin que los especialistas descarten la vía digestiva (fecal-oral), atendiendo a que un 10% de los pacientes reportados incluyen la diarrea en su cuadro clínico. El período de incubación es corto, entre 2 y 7 días, como promedio de 3 a 5 días, pero existe consenso científico en cuanto a que la vigilancia de los enfermos debe mantenerse durante diez días a fin de poder cortar la transmisión.

¿Alguna referencia acerca de si se transmite también a través de utensilios o prendas de uso compartido?

No se ha demostrado que la transmisión se origine por utensilios o ropas compartidas, pero no se excluye esa posibilidad.

¿Cuáles son los signos y síntomas principales que nos pueden hacer sospechar de la enfermedad?

Aparece con un cuadro respiratorio similar al que observamos en los catarros comunes (el virus de la influenza), dado por coriza y secreción nasal, al que se añade una fiebre mantenida mayor de 38 grados, tos seca, dificultades respiratorias asociadas a dolor de cabeza y muscular, decaimiento intenso, falta de apetito y también diarreas en algunos enfermos. A los 3-4 días pueden aparecer signos sistémicos (de los órganos internos): procesos inflamatorios en los pulmones, y también de otros órganos como el hígado, los riñones.

¿Hay personas que pueden presentar una mayor susceptibilidad al contagio?

Sí, sobre todo las personas de la tercera edad y aquellas que presentan un padecimiento crónico, como el asma, insuficiencias respiratorias, que pueden favorecer la infección por este virus.

¿El diagnóstico es clínico o existe algún proceder de laboratorio para corroborar su presencia en nuestro organismo?

Es clínico y se puede confirmar con el aislamiento del virus.

¿Cuál es el tratamiento de elección en esta enfermedad?

Se vienen empleando fármacos antivirales, aunque no existe aún un medicamento efectivo contra el SRAS. La OMS recomienda un tratamiento de acuerdo con los síntomas que presenta el paciente y combinando la medicina natural y tradicional con la occidental. Lo importante en esta enfermedad es tratar oportunamente cada síntoma: la fiebre, la insuficiencia respiratoria, las inflamaciones del pulmón u otros órganos. Subrayaría que lo esencial es mantener al paciente en una estrecha vigilancia médica.

¿Puede aquejar a personas de cualquier edad, o los casos hasta ahora reportados se circunscriben a determinados grupos de edades?

De acuerdo con los reportes mundiales, los más afectados son adultos jóvenes, aunque el virus se comporta con una mayor agresividad en las personas de la tercera edad. Hasta ahora en los niños no hay una alta incidencia, lo que no quiere decir que no puedan padecer la enfermedad. Tampoco hace diferencias entre sexos ni razas.

Se reporta, doctor Estévez, que el genoma de este virus ha sido secuenciado. ¿Podría esclarecer qué significación científica reviste este hecho para el combate contra el SRAS?

El conocimiento del mapa genético del SRAS abre enormes posibilidades para contar con técnicas de diagnósticos rápidos y seguros del virus, el desarrollo de efectivos tratamientos antivirales e incluso la creación de una vacuna.

¿Qué medidas han tomado nuestras autoridades de salud luego de la alerta global decretada por la OMS ante la diseminación internacional de este virus?

Cuando se conocieron los primeros reportes mundiales se estableció la alerta epidemiológica en nuestros puertos y aeropuertos, y también en otras líneas de vigilancia, como el personal facultativo de hoteles y centros turísticos en general. Y desde los primeros momentos se inició también, con el personal médico de nuestro sistema sanitario, un proceso de capacitación y actualización sobre el virus SRAS y la enfermedad. De manera que nos encontramos en alerta y preparados científicamente para el enfrentamiento de esta enfermedad si aparece en nuestro medio, y poder cortar con rapidez la transmisión. Se adoptan asimismo las medidas necesarias para proteger del contagio a los trabajadores de la salud en su labor asistencial a estos enfermos.

Ante esta emergencia de la salud pública mundial, ¿qué conducta adoptar para la prevención del SRAS tanto individual como colectivamente?

La medida más importante para cortar la transmisión es el aislamiento estricto de la persona sospechosa o probable de tener la enfermedad. En el plano individual cada ciudadano debe estar en conocimiento de las vías de transmisión de la neumonía atípica y mantener sistemáticamente las medidas de higiene personal, como el lavado frecuente de las manos, y siempre antes de ingerir alimentos o para la atención de niños y ancianos. Igualmente, cambiar de ropa cuando regresamos a casa. Como este virus se transmite a través de las vías respiratorias, es requisito indispensable taparnos la boca adecuadamente al momento de toser o estornudar. En lo colectivo, una vez se compruebe la presencia del virus en nuestro medio, es esencial evitar aglomeraciones donde exista un paciente con la enfermedad. Si hay personas enfermas, la habitación debe estar ventilada para impedir la "acumulación" del virus, manteniendo una adecuada limpieza y desinfección. El personal de salud encargado de la atención a estos pacientes debe estar provisto de mascarillas, batas, guantes y gorros.

¿Quedan muchas incógnitas a la ciencia en cuanto a este nuevo virus?

Conocemos al agente causal y algunas de las vías de transmisión. Quedan como desafíos científicos el obtener un medicamento antiviral efectivo y la esperanza de hallar una vacuna contra este virus que sea efectiva y pueda estar al alcance de todos.