Un vistazo a la lucha

Aplausos en Río… ¿qué pasará en Bakú?

Se ganaron tres de oro más que los estadounidenses

RAFAEL PÉREZ VALDÉS, Enviado especial de Granma
rafael.p@granma.cip.cu

LuchaRÍO DE JANEIRO.— La lucha fue uno de los deportes que dejó con caras alegres a los cubanos aquí. Y los motivos saltan a la vista: nueve veces se escuchó el Himno Nacional en el Pabellón 4A de Ríocentro. A ello se unió una de plata y cuatro de bronce (14 en total). Estados Unidos fue relegado a un 6-7-4=17, pese a que ganó dos títulos en la femenina, en la cual las nuestras comienzan.

Esas nueve doradas llevan a una primera lectura interesante: los nuestros conquistaron un solo título menos que en Santo Domingo 2003, cuando trabajaron para 10-2-2=14, pese a que entonces los del estilo grecorromano lograron la actuación perfecta de barrer con los siete títulos, lo cual, como era conocido antes de viajar hasta esta gigantesca ciudad, no iba a ser posible en esta ocasión.

Ello se debía, resumiendo, a dos razones. La primera: un equipo, en sentido general, de menos experiencia. Otro motivo: los cambios en el reglamento, el cual ha acercado más las posibilidades de un luchador de menos categoría con otro superior, y en que la suerte influye con la chapilla al aire (roja o azul), para decidir quien va primero a la posición de cuatro puntos.

LA LIBRE A MILLÓN

El primer aplauso por escrito, en esta nota, lo merece en sentido general la lucha, pero el segundo es para los del estilo libre, quienes vinieron a atenuar un poco lo dicho con el reglamento (que afecta más a los de la grecorromana). Los libristas, relegados históricamente en nuestro entorno por la otra modalidad, de mejores resultados, aportaron ahora cinco de las nueve coronas. Ese fue el valioso aporte de Yandro Quintana (60 kg), Geandry Garzón (66), Iván Fundora (74), Michel Batista (96) y Alexis Rodríguez (120).

"Nuestro equipo llegó muy bien preparado", nos dijo feliz el entrenador Filiberto Delgado, consumado el desempeño, en el área mixta de la citada instalación. "Los estadounidenses vinieron con los que ganaron la clasificación nacional. En los muchachos primo la entrega, se hizo muy bien el peso…", indicó.

Quintana, campeón olímpico de Atenas 2004, revalidó su título continental, al igual que Rodríguez; Garzón mantuvo el dominio logrado hace cuatro años por Serguei Rondón; Fundora, plata en la cita helénica, mejoró la plata de Daniel González; Batista superó el bronce de Wilfredo Morales. Los de la libre finalizaron con 5-1-1=7. Un dato: ahora Quintana es el único con dos títulos en su división.

Los de la grecorromana, en gran desempeño, cosecharon 4-0-2=6 (es decir, un solo hombre sin medallas), y dejaron ahora una imagen mucho más convincente que la que vimos en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Cartagena 2006, ocasión en la cual dejaron escapar sus primeros títulos de toda la historia.

Yagniel Hernández (55) no desaprovechó su oportunidad, y mantuvo la corona ganada por Lázaro Rivas; Roberto Monzón (60) revalidó su título, más allá de los nuevos cabezazos del venezolano Luis Liendo, en las semifinales; Odelis Herrero (74) siguió el éxito de Filiberto Azcuy; Mijaín López (120), también volvió a sonreír. Y ello le permitió igualar con el estadounidense Matt Ghaffari.

"Voy por el tercero en Guadalajara 2011, y por otros logros, me preparo para todas las competencias", nos dijo.

ALGO MÁS

Claro, para que la felicidad en realidad fuera redonda no debía faltar una cosa: que las incipientes luchadoras no se marcharan de aquí sin subir al podio. ¡Y no se fueron con las manos vacías! La exjudoca Liset Echevarria (72), campeona en Cartagena, consiguió terminar con una medalla de bronce, valiosa teniendo en cuenta al poco de preparación que han tenido en este deporte.

"Quería la de oro, pero no pudo ser… No, ya me quedó definitivamente en la lucha", señaló.

Hubo otra cosa llamativa: en muchas ocasiones se observó una superioridad evidente de los cubanos, incluso en los combates ya por las medallas de oro.

Uno de los que se encontraba muy feliz, y en ocasiones ronco de tanto gritar, es el metodólogo Pedro Zamora, quien estuvo aquí al frente de nuestra delegación de lucha.

"Esperábamos un buen resultado antes de venir. Y ahora, realmente, hay que decir que fue significativo."

Un reto va llevando a otro: Río 2007 pertenece desde ayer a la historia. Ahora, en la mirilla, se encuentran los Campeonatos Mundiales de Bakú, en septiembre. Hace falta allá, salvando las distancias, mantener un desempeño que pueda motivar otros aplausos.

 

Equipo de Ediciones Digitales de Granma
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