Liset Hechavarría terminó con bronce, y Cándida de Armas no quedó muy lejos. Betancourt cuarto en gran final de trampolín. Los polistas cedieron en la discusión del tercer lugar

Rafael Pérez Valdés y Ricardo López Hevia (foto),
enviados especiales de Granma
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RÍO DE JANEIRO.— El destino ha querido que los dos últimos 26 de Julio las luchadoras cubanas hayan estado sobre los colchones en una cita internacional. En el 2006 fue en su bautismo de fuego, durante los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Cartagena (con judocas prestadas y preparadas en pocas semanas). Ayer fue aquí en los Panamericanos. Las dos veces han puesto el alma en el empeño, y no se han ido con las manos vacías.

Lo último ocurrió anoche: Liset Hechavarría, una ex judoca santiaguera, de 23 años de edad, campeona de Cartagena, terminó subiendo al podio para recibir una valiosa medalla de bronce (de los 72 kg.), en la primera participación de cubanas en estas citas, en las cuales la lucha tuvo su estreno en Santo Domingo 2003.

Y se debe apuntar, lo antes posible, que la única contra la cual no pudo sonreír fue con la canadiense Ohenewa Akuffo (a la larga también medallista de bronce), una rival con expediente que habla por sí solo de que tiene muchas más horas de vuelo que la nuestra: plata en Santo Domingo; quinta en el Mundial de Guangzhou 2006; primera en la Copa del Mundo de Nagoya 2006.

Hechavarría ganó un meritorio bronce en la lucha.

La antillana doblegó fácil, en la discusión del bronce, a la salvadoreña Wendy Carrillo, por 1-0 y 2-0, con efectivos pasos atrás.

"Me sentí bien en la competencia. Tenía deseos de haberle dado un oro a Cuba, pero con esta medalla me siento bien. ¿Qué me pudo faltar para llegar a la corona?: Experiencia", nos comentó.

Y parece segura de lo que quiere: "No, me quedo en la lucha... "

Un rato antes, Cándida de Armas, en los 63, dio por momentos la idea de que no estaba muy lejos también del bronce, pero su rival, la canadiense Megan Dolan, era de más jerarquía que la salvadoreña, lo cual le impidió llegar al reparto de los metales.

Les comenté ya, al principio, que las cubanas habían puesto el alma en el empeño. Aquí va un ejemplo: llegó llorando a la zona mixta y no pudo controlarse para ofrecer declaraciones. Quería, con toda su fuerza, una presea. Ya vendrán otras entrevistas; algunas de ellas, vamos a esperarlo así, con una medalla en el cuello...

El clavados volvió a regalar un día complicado, en el Parque Acuático, y el cubano Jorge Betancourt (453.75), pese a un buen desempeño, no pudo pasar del cuarto lugar (fue quinto en el 2003).

"Los tres medallistas son de primer nivel. El canadiense Alexandre Despatie fue plata en el Mundial de Melbourne 2007; el estadounidense Troy Dumas, plata en Montreal 2005; el brasileño César Castro es muy bueno y compitió crecido ante su público", indicó Betancourt.

"Quedo satisfecho: hice mi mejor marca del año, la cual no lograba desde los Campeonatos Mundiales de Montreal 2005. La presión de la competencia te lleva a realizar saltos muy bonitos. Tengo que trabajar más el segundo y el quinto, que son los clavados con giros".

Jorge Luis Pupo (385.50) quedó décimo: "No estuve bien, fallé un salto". Yaima Mena y Yolanda Ortiz (266.49) también fueron cuartas, desde la plataforma sincronizada.

El equipo masculino de polo acuático discutió el tercer lugar, pero, cosa lógica, no pudo con los canadienses, quienes se impusieron 9-5 (1-1, 3-2, 2-1, 3-1), lo cual habla de un partido cerrado hasta la mitad, y de una desventaja de dos goles al inicio del último.