RÍO
DE JANEIRO. — Los clavadistas cubanos Erick Fornaris y Jorge Betancourt,
integrantes del dúo perteneciente al sincronizado de tres metros, quedaron
contentos con sus medallas de plata, este miércoles, en el Parque Acuático
de aquí.
"Los norteamericanos estaban cayendo acostados en los entrenamientos y
ahora ganaron", dijo inconforme Betancourt.
En efecto Mitchell Richeson-Troy Dumais (422.52) quedaron en lo más alto
del podio, seguidos por los nuestros (407.10), y por los canadienses
Alexandre Despatié-Arturo Miranda (401.40).
Luego habló Fornaris:
"Los canadienses fueron subcampeones mundiales en Melbourne 2007, una
señal más del nivel que tuvo esta competencia."
Hay algunos puntos para destacar: igualaron su segundo lugar de Santo
Domingo 2003; le dieron una apertura prometedora al inicio de este deporte,
y lograron su mejor puntuación del año.
En el otro bando se encuentra lo siguiente: en la primera de las seis
rondas de saltos terminaron terceros, en la siguiente pasaron a segundos,
pero luego tomaron la punta por su desempeño en la tercera y en la cuarta.
Entonces, como sucedió recientemente en Europa, no les fue bien en el
quinto salto, un dos y media holandés con giro y medio, con 3.5 grados de
dificultad, y a la larga ello les costó el oro.
"Nos faltó un poco de sincronismo", reconoció Betancourt.
"El quinto y el sexto son los más complejos, pero son necesarios porque
son los que te impulsan en el resultado. Lo hemos mejorado, pero tenemos
que seguir haciéndolo", agregó.
Betancourt descartó que los nervios hayan incluido al salir a la quinta
ronda sabiendo que iban en primer lugar de la competencia.
"Estamos acostumbrados a saltar con presión."
Fornaris intervino en la conversación, desarrollada en la llamada zona
mixta.
"Hoy venció el que mejor saltó. No estamos satisfechos. Podíamos haber
ganado", indicó.
Y Betancourt, casi montando sus palabras sobre las de su compañero,
agregó:
"Veníamos por bronce, pero sabíamos que podíamos ganar el oro."
El clavados cubano, cuatro años atrás, en Santo Domingo 2003, se fue con
una medalla de plata y otra de bronce. Hoy puede pensarse con optimismo que
hay posibilidades de superar esa actuación.