Yordanis y Wilfredo, los plateados de Cuba

Enrique Montesinos, enviado especial de Granma
montesinos@granma.cip.cu

AtletismoRÍO DE JANEIRO.— El decatlonista Yordanis García y el saltador de longitud Wilfredo Martínez, dos integrantes de la nueva hornada de figuras del atletismo cubano, resultaron los más distinguidos con sus metales plateados durante la tercera fecha de este deporte en los XV Juegos Panamericanos, esquiva en premios de oro.

Yordanis, un pinareño de ascenso vertiginoso en el entorno atlético, apenas cuenta con 18 años (hasta el 21 de noviembre) y acaba de convertirse intempestivamente en el segundo de América en la llamada prueba de los super atletas.

El campeón mundial de cadetes en el 2005 y sub titular mundial juvenil del 2006, ahora con su mejor rendimiento de 8 113 puntos, solo no consiguió superar al jamaicano Maurice Smith, de más experiencia, próximo a los 27 años, quien fijó en 8 278 puntos la nueva primacía para los Juegos.

Al llegar al último eslabón del evento, los 1 500 metros planos, ya las dos primeras posiciones estaban virtualmente decididas, pero el brasileño Carlos Chinin apenas ostentaba cinco puntos de ventaja sobre el cubano Leonel Suárez (7 192 por 7 187), quien trató sin éxito de adueñarse de un podio tan bien defendido por el local que logró marca personal de 7 977 por 7 936.

AGRADABLE SORPRESA DE WILFREDO

Wilfredo Martínez, 22 años, sorprendió agradablemente con su metal plateado en 7.92, segundo intento, pues hubo de ser repescado en la clasificación tras una decepcionante faena de solo 7.46.

El infortunio fue para el triplecampeón consecutivo de estos Juegos, desde Mar del Plata 1995, Iván Pedroso, cuatro fouls y un mejor 7.86, desalojado de un bronce en cierto modo paliativo por Bashir Ramzy (USA-7.90), en un sexto y postrer intento que no alcanzó a contrarrestar.

SALADINO, ORO HISTÓRICO

Panamá tenía cinco medallas en la historia del atletismo panamericano y ninguna era de oro. Tampoco los istmeños, envueltos en una reciente controversia de legitimidad en su Comité Olímpico, ostentaban alguna medalla de cualquier color en estos XV Juegos.

Quizá a eso se debió la tensión en el salto de longitud del gran favorito Irving Saladino (¡¿6.66 y 7.69!?), quien no halló hasta el tercer intento (8.13) una ruta bien trillada por él, pues salta más de ocho metros como cualquiera toma un vaso de agua.

Aunque alegó posteriormente haber afrontado dolores musculares, resulta bien significativo que tras asegurarse campeón, en el último salto de la competencia, se estiró con soltura hasta 8.28, cifra que pasará a los libros como la del triunfo.

 

Equipo de Ediciones Digitales de Granma
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