RÍO
DE JANEIRO.— Dos luchadores cubanos del estilo grecorromano se ganaron el
derecho, este martes, de discutir las medallas de oro, en el Pabellón 4A de
Riocentro: Mijaín López (120) y Yagniel Hernández (55).
Mijaín
López.
El supercompleto se medirá por la corona con el
estadounidense Dremiel Byers, quien fue segundo en la cita de Winnipeg
1999, campeón mundial de Moscú 2002, y noveno en el de Guangzhou 2006.
López derrotó al venezolano Rafael Barreno (3-0) y al
brasileño Rodrigo Artilheiro (4-0).
Yagniel
Hernández.
El rival de Hernández será el venezolano Jorge Cardozo,
bronce en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Cartagena, a los
cuales el no asistió y su compatriota Lázaro Rivas se adueñó del oro. Los
dos estuvieron en Guangzhou sin resultados relevantes: el cubano terminó en
el lugar 15, y el sudamericano en el 17.
Hernández doblegó ahora al brasileño Fabio Cunha (5-0), y
al dominicano Jansel Ramírez (4-0), quinto en Santo Domingo.
Uno de los que irá por el bronce es Alaín Milián, de los
66, bronce en el mundial de Budapest 2005, contra el mexicano Ulises
Barragán, pues cedió 1-3 contra el estadounidense Harry Lester, bronce en
Guangzhou.
Yunior
Estrada.
El otro es Yunior Estrada, en los 84, ante el colombiano
Cristián Mosquera, bronce en Cartagena 2006.
Y le sucedió algo interesante, que lo dejó incrédulo sobre
el colchón al término del combate: pese a que marcó seis puntos, y solo
aceptó dos, perdió su combate.
Ello se debió al nuevo y controvertido reglamento de la
lucha, en este caso específicamente, pues tiene otros elementos, a que ganó
el primer tiempo, perdió el segundo y el tercero, con empates 1-1, pero con
el éxito para el norteño por marcar el último punto.
Y hay que recordar que la prioridad para el ataque se
decide a pura suerte: con una chapilla al aire, que define quien comienza
abajo y termina arriba.