23 de julio de 2007, actualizado 5:30 p.m. hora local

Lo que brilla detrás de las medallas

OSCAR SÁNCHEZ, enviado especial

RÍO DE JANEIRO. — Son las 10 de la noche de un día cualquiera de este mes de julio en la Villa Panamericana. En el pecho del deportista todavía las emociones brotan y lo aprietan, sentimientos que solo se viven después de lograr la ansiada victoria. Sin embargo…

En la sala de computación, los atletas cubanos buscan datos, analizan competencias y se comunican con sus familiares mediante Internet.

Puede que el campeón sea de taekwondo, judo, pesas o esgrima, pero en la ceremonia de premiación de la Patria, en el edificio donde se hospeda la delegación cubana, están todos, los que lograron subir al podio, los que no y los que van por él.

Un diploma de reconocimiento y la firma en el mural Panamericano distinguen el agasajo al campeón. En una gran pared blanca ponen su nombre, el de su deporte y la dedicatoria de su triunfo. A mi familia, a Fidel, a mi pueblo… A mis hijos, a Raúl, a mis entrenadores… A los que confiaron en mí, a mi Patria… A todos los masones, a ese gran hombre que es mi Comandante Fidel, a mi madre…, son algunas de las expresiones escritas en ese lugar del campeón.

También el estímulo a quienes hicieron su mejor esfuerzo y no perdieron, pues el espíritu presente en los deportistas cubanos es que quien represente a la Patria dignamente, siempre gana.

Y eso ha despertado la simpatía del resto de las delegaciones, tanto allí como en los escenarios de competencias. Representantes de las comitivas panamericanas, como las de Brasil, Puerto Rico, República Dominicana, Venezuela y otras, han expresado: "son únicos, por eso tienen un deporte tan grande y tan bello".

En la Villa no se discuten medallas, no existe la algarabía de las graderías, pero se está en función del objetivo supremo. Nuestros atletas siguen a sus compañeros, ya sea desde un televisor o en pantallas gigantes ubicadas en los disímiles espacios del recinto, ponen en práctica sus conocimientos de computación y buscan datos de sus contrarios, analizan otras competencias y también se comunican con sus familiares.

EN EL MISMO ESCENARIO DONDE FUERON HÉROES

Muchos de los que en las canchas son rivales se disputan en esta ciudad una foto con Teófilo Stevenson, Ana Fidelia Quirot, Pedro Chávez, Tomás Herrera, Miguelina Cobián, Regla Torres, Filiberto Azcuy o con cualquiera de las 16 glorias deportivas que acompañan a la delegación de la mayor de las Antillas.

Glorias deportivas de Cuba en el mismo lugar donde fueron héroes.

"Sigo el deporte desde muy joven, y ni en mi país, ni en ningún otro he visto algo tan bonito y tan reconfortante como la presencia de esas estrellas en los mismos escenarios donde fueron héroes y heroínas. Pero al propio tiempo tiene que significar mucho para un judoca, tenistas o pesista que alguien como Teófilo Stevenson le esté animando, apoyando en la difícil misión de conquistar el triunfo. Los felicito y le agradezco la posibilidad de poder verlos", nos dijo Ari Cuña, periodista del periódico O´Globo.

José Luis Bellón es otra gloria deportiva, puertorriqueño. "No puedo pasar por el edificio de la Villa sin entrar y compartir con mis hermanos", nos dijo emocionado. Él, boxeador en el campeonato mundial de 1974, hizo en Cuba sus estudios universitarios y escapó del incierto futuro del profesionalismo. "Como no voy a llegarme hasta aquí a saludar a Juantorena, a los atletas, a los dirigentes de a delegación, es como si estuviera dándole un abrazo a Cuba", expresó.

EN LA RECTA FINAL

Ya los XV Juegos Panamericanos en esta ciudad entraron en la recta final, aunque todavía restan las disputas de 150 títulos dorados, poco menos de la mitad de los convocados, 332. Pero medallas o records a un lado, Cuba ya deja en Río de Janeiro una huella imborrable, la de la sencillez, la modestia y el espíritu de solidaridad de sus hijos, atributos que brillan tanto como la más dorada de las medallas.

 

Equipo de Ediciones Digitales de Granma
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